Ana Guevara, en busca de nuevas metas
“Prefiero molestar con la verdad que complacer con las mentiras”, dice; la situación del deporte es desastrosa por la ineficiencia, corrupción y soberbia de sus dirigentes, acusa
Triste, pero satisfecha por los logros obtenidos en 11 años de carrera deportiva, la ex campeona mundial Ana Guevara confirmó su retiro definitivo de las pistas orillada por la ineficiencia del sistema deportivo del país.
Con palabras fuertes, la campeona panamericana expuso durante hora y media las razones que la llevaron al retiro, cuando criticó duramente al director general de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), Carlos Hermosillo, por “su falta de conocimiento y por la soberbia con la que se maneja”.
La velocista, con figuras retóricas, se refirió a lo que calificó de desastrosa situación del deporte, donde desde siempre se han hecho “arreglos bajo la mesa” y muchos de los dirigentes sólo ven por su beneficio. “Son como una pelota de víboras”, afirmó.
Luego de asegurar que este no era el final imaginado para cerrar su trayectoria deportiva, porque le hubiera gustado despedirse con carreras en varias partes del país, la sonorense comentó que ya no aguantaba más: “¡Ya no podía entrenar sobre cagada y esperar ocho meses (para Pekín 2008) oliendo mierda, porque está cabrón!”
Agregó que “es una decisión personal; con muchos años de impunidad, me siento ofendida y consternada; la poca hambre (de triunfo) que me quedaba se acabó luego del Mundial de Osaka (agosto pasado)”, relató una Ana Guevara que tampoco descartó ser dirigente deportiva en el futuro, pero “sólo si me dejaran hacer y trabajar”.
Presidencia quiso limpiar la imagen de Hermosillo
Con voz serena, la mejor atleta del país informó que desde la Presidencia de la República se contrató un despacho de consultoría para ayudar a Carlos Hermosillo “a levantar su imagen, y esto es de risa, es una falta de respeto para el deporte de México”, que con dinero del erario se busque levantar la imagen “de alguien que no tiene capacidad”, así como tampoco es correcto que los dirigentes viajen en primera clase, se hospeden en hoteles de cinco estrellas, mientras los deportistas lo hacen como pueden.
Relató que en una de las reuniones que tuvo con Carlos Hermosillo, éste le comentó que “estaba hasta la madre” del trabajo, a lo que le respondió que si él se sentía así, ella estaba lo doble de cansada, “porque finalmente yo soy la que se parte la madre en la pista y tú sólo estás detrás de tu escritorio, así es que si quieres irte, la puerta allí está”.
La competidora de 30 años, quien se coronara monarca del orbe en París 2003 con su mejor tiempo de 48.89 segundos, fue categórica al señalar que no regresará a las pistas, ni aunque se lo pidiera el presidente Felipe Calderón, quien por cierto estaba enterado de que podía tomar esa decisión, pero ya no la recibió para tratar el asunto.
Ana, de 1.74 metros de estatura y 65 kilogramos de peso, se refirió a la corrupción que existe en el deporte y la “falta de compromiso” de las autoridades, por lo que aseguró: “Prefiero molestar con la verdad que complacer con las mentiras”, para agregar: “La política es una guerra sin muertos, pero hoy es el deceso de mi carrera. ¡Va por México y chingo mi madre si no!”
Conade no cumple con la ley de transparencia
Ataviada con ropa deportiva color rosa y guinda, Guevara Espinoza dijo no tener idea de lo que haría al terminar la conferencia, salvo tomar vacaciones, y apuntó con nerviosismo que Conade desapareció de su página web información sobre las anomalías en las que ha incurrido, por lo que no cumple con la ley de transparencia, además de preguntarse cómo fue que Carlos Hermosillo “se fusiló” la “radiografía del deporte”, documento que ella elaboró y sólo fue entregado al presidente Felipe Calderón Hinojosa y a Josefina Vázquez Mota, secretaria de Educación Pública.
Famosa por aquellas mentadas de madre con que festejó su medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro 2007, conocida como la Anaseñal, la sonorense ayer lució triste, resignada, pero con el ánimo suficiente para reconocer que no estaba descubriendo el hilo negro, sino simplemente hablaba con la verdad, como cuando dijo que su retiro nada tenía que ver con sus condiciones físico-deportivas, sino se debía a su hartazgo por cómo se maneja el deporte, sin rumbo ni objetivos concretos, por la “incapacidad de Carlos Hermosillo”.
Para cerrar la conferencia de prensa, la velocista dijo estar arrepentida de haber recomendado a Hermosillo con Calderón Hinojosa. “Me equivoqué, lo acepto, y lamentablemente estas son las consecuencias de eso”.
Así, al terminar en definitiva y por decisión propia su carrera deportiva, y tras agradecer ampliamente a quienes estuvieron siempre a su lado, como su familia, su entrenador cubano Raúl Barreda y la gente que creyó en su capacidad, Ana Guevara se despidió con la voz entrecortada y al borde del llanto.