No es un capricho, sino un problema humanitario: Mariela Castro
A punto de aprobarse en Cuba las cirugías para cambiar de sexo
La Habana, 16 de enero. Las cirugías de cambio de sexo, anunciadas por Mariela Castro, la hija sexóloga del presidente provisional de Cuba, Raúl Castro Espín, abren una nueva era para los transexuales cubanos, sobre quienes pesan décadas de prejuicios y marginación.
La resolución del Ministerio de Salud (Minsap) que da luz verde a esas cirugías “está prácticamente aprobada”, dijo Mariela Castro, tras inaugurar el cuarto Congreso de Educación, Orientación y Terapia Sexual, que sesiona hasta el próximo jueves.
Lograr una “atención integrada a transexuales”, incluyendo las cirugías “cuando la persona lo requiera o lo desee”, ha sido una de las metas del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), que organiza el Congreso y dirige Castro Espín desde su creación en 1989.
“Vamos avanzando” y este congreso permite “que nos centremos en las tareas que consideramos como las más importantes”, añadió la sexóloga y pedagoga de 44 años.
Siempre previsora en la batalla que comenzó hace 19 años en favor de la diversidad sexual, adelantó que se hacen gestiones para enviar a Bélgica a cirujanos cubanos para que se entrenen en la cirugía. “No es un problema de capricho, sino humanitario”, añadió.
La Comisión de Atención a Personas Transexuales –creada en 2005– ha analizado 100 casos, entre ellos 28 ya diagnosticados, de los cuales solo uno fue sometido a la cirugía en 1988, tras lo que se detuvo el procedimiento por la polémica generada.
Creado por iniciativa de la madre de Mariela, la fallecida presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas, Vilma Espín, el Cenesex se define como una institución docente, investigativa y asistencial en el área de la sexualidad humana, que realiza su trabajo “con un enfoque integral”.
Llevó a la mesa del Parlamento en 2006 una Ley de Identidad de Género, aún pendiente de aprobación, y solicitó la revisión del Código Cubano de Familia para “introducir aspectos relacionados con la transexualidad”. A pesar de contar con “la comprensión y el apoyo” del Partido Comunista de Cuba, Mariela Castro reconoce tener ante sí una tarea difícil.