Caminan por la cuerda floja porque ahora en EU la palabra mágica es “cambio”
Precandidatos republicanos cargan con el cadáver de una presidencia fracasada
Mitt Romney, John McCain y Mike Huckabee ganaron los tres primeros concursos partidarios
Sus divorcios y un muy público idilio extramarital han derrumbado las aspiraciones de Giuliani
Sin posibilidades, Ron Paul, Fred Thompson y Duncan Hunter aún permanecen en la contienda
Ampliar la imagen Rudolph Giuliani, John McCain, Mitt Romney y Mike Huckabee, precandidatos republicanos en la carrera política por la nominación presidencial de su partido Foto: Reuters y Ap
Nueva York, 16 de enero. No es fácil ser precandidato republicano en 2008. Como la palabra mágica de esta elección es “cambio”, tienen que caminar por una cuerda floja entre prometer algo nuevo y tratar de convencer que sus propuestas, después de ocho años de su poder en la Casa Blanca y seis en control de la legislatura, no representan más de lo mismo.
Los republicanos cargan el cada vez más pesado cadáver de una presidencia fracasada, que además de llevar al país a una de las aventuras bélicas más reprobadas generó algunos de los casos de mayor corrupción y abuso de poder desde los tiempos de Watergate (uno ya pierde la cuenta de cuántas investigaciones criminales están encaminadas contra esta Casa Blanca y sus aliados), y que para colmo será responsabilizado por una probable recesión económica que se abatiría justo en año electoral.
Las encuestas nacionales han manifestado la fluidez de esta competencia entre los republicanos, con unos cuatro precandidatos que intercambian el primer lugar. Por ahora, el senador John McCain se transformó en el favorito, después de que hace unas semanas su campaña fue proclamada moribunda, seguido por Mike Huckabee, Rudolph Giuliani y Mitt Romney.
Romney, McCain y Huckabee han ganado hasta la fecha cada uno los primeros tres concursos de elecciones internas, lo que confirma que ninguno de ellos puede aún autoproclamarse como favorito.
Los aspirantes
John McCain, senador por Arizona, político veterano, ha buscado presentarse como el precandidato de mayor experiencia en asuntos de seguridad y política exterior. Su base clave incluye el voto de los independientes junto con un sector moderado republicano y partes del sector militar.
Se ha distinguido como crítico de las prácticas de tortura en la “guerra contra el terror”, y fue el más temido en torno a este tema por el gobierno del presidente George W. Bush ya que contaba con gran credibilidad: había sido víctima de tortura durante los cinco años que pasó como prisionero de guerra en Vietnam.
A la vez, se ha convertido en uno de los promotores más firmes de la estrategia de “oleada” de Bush para incrementar el número de tropas en Irak. Por otro lado, tal vez tiene la posición más liberal sobre los asuntos de migración entre este elenco de precandidatos, debido a que fue patrocinador, junto con el demócrata Edward Kennedy, del proyecto de ley para promover una reforma migratoria integral.
Es justo por ese flanco que ha sido ferozmente atacado por su competencia, y donde ha perdido un segmento sustancial de la base republicana. Su sitio de Internet es www.exploremccain.com.
Mike Huckabee es un ex líder bautista de Arkansas, donde fue gobernador. Hasta el momento ha sido el más beneficiado por el apoyo de los cristianos conservadores/fundamentalistas, una base clave del partido, y con ello ganó en Iowa.
Sin embargo, tiene una vertiente populista: como gobernador fueron notables sus posiciones sobre los migrantes indocumentados (ofreció programas de apoyo escolar y salud para los hijos de indocumentados y rehusó criminalizarlos como en otros estados), indultó a más de mil prisioneros, elevó los impuestos para proyectos de infraestructura (flanco por el cual ahora es atacado por su competencia ya que es pecado mortal incrementar impuestos entre la fe republicana) y viajó a Cuba por los intereses de comercio agrario entre su estado y la isla.
Al lanzarse a la presidencia, se dedicó a cubrir estos flancos vulnerables. Se sumó a la posición en favor de expulsar a los indocumentados, aunque ofreció una propuesta que permite que se registren y así vuelvan a sus países con derecho de solicitar su regreso “legal”, y promueve la prioridad de “asegurar” la frontera, con todo y muro. Ahora busca evadir toda discusión sobre impuestos, condena al régimen cubano y promete ser firme en la lucha anticrimen.
Y su fe cristiana a veces es empleada para describir eventos muy terrenales. Por ejemplo, al responder sobre qué era el factor que explicaba su elevación fenomenal en las encuestas, respondió: “sólo hay una explicación para ello, y no es una humana. Es el mismo poder que permitió a un pequeño niño con dos peces y cinco panes alimentar a 5 mil personas”. Su sitio de Internet: www.mikehuckabee.com.
Romney, ex gobernador de Massachussets, donde gobernó como republicano moderado, también ha adoptado una posición más conservadora como precandidato en torno a asuntos de seguridad nacional –ha dicho que se debería de ampliar la cárcel de Guantánamo y ha sido campeón en proceder hasta el triunfo en Irak– y sobre el aborto (ahora en oposición).
Ha hecho de su posición antimigrante el tema central de su campaña, y propone deportar a los 12 millones de indocumentados y cerrar la frontera, y ha atacado a sus contrincantes ulizando este asunto.
Ha buscado proyectarse como heredero de la tradición de Ronald Reagan, pero los cambios en su posición han provocado dudas sobre su credibilidad. El más rico de los precandidatos –con una fortuna personal de unos 200 millones–, ha gastado más que nadie pero hasta la fecha sólo ha logrado un triunfo difícil en un estado, Michigan, donde hace poco se consideraba un premio casi automático (su padre fue famoso gobernador de la entidad).
Tiene la novedad de que es el primer mormón en postularse, lo cual ha implicado todo un debate sobre su fe y la relación con la base cristiana evangélica de su partido. Obligado a responder sobre su fe, Romney dio un largo discurso donde afirmó: “la libertad requiere la religión, igual que la religión requiere la libertad”. Sitio de Internet: www.mittromney.com.
Giuliani, quien fue considerado favorito hace casi un año al iniciarse el concurso electoral, es quien ha sufrido el peor desplome de apoyo popular. Al usar su fama de “héroe” del 11-S como alcalde de Nueva York, y con ello presentarse como el más capaz de defender esta nación, una serie de eventos han descarrilado su campaña. Su íntimo amigo, socio y ex jefe de policía de Nueva York Bernard Kerik ha sido acusado con cargos federales de fraude y corrupción y sigue bajo investigación de los fiscales.
Mientras, sus divorcios, su muy público romance extramarital con la que es ahora esposa, además de revelaciones de que empleó recursos públicos para proveer servicios para su entonces amante, han destruido su imagen “limpia”.
Peor aún, algunos héroes del 11-S, uno de los gremios nacionales de bomberos, se han pronunciado en contra de su candidatura, mientras surge toda una serie de dudas sobre el manejo de su gobierno durante los atentados, y sobre todo la falta de medidas para proteger la salud de sus empleados y comunidades directamente afectadas por las secuelas del desastre.
Sin embargo, su estrategia fue no competir en los concursos iniciales de este ciclo de elecciones primarias y enfocarse en varios estados grandes; por tanto, en estas próximas dos semanas se verá si quien era favorito quedará anulado o si logra recuperarse como el “héroe” que el país necesita. Sitio de Internet: www.joinrudy2008.com.
Tres candidatos más permanecen en la contienda, pero sin posibilidades reales. El representante federal de Texas Ron Paul es un libertario-populista con una posición contrastantes a todos los candidatos: se opone a la guerra, a políticas intervencionistas, propone acabar con la llamada “guerra contra las drogas” y enmendar leyes que violan la privacidad del ciudadano. A la vez, se opone a la legalización de indocumentados y favorece la construcción del muro.
Fred Thompson, ex senador de Tennessee pero mejor conocido como actor en la serie de televisión Law & Order, intentó ser otro Ronald Reagan, pero su campaña proselitista no ha logrado despegar.
Duncan Hunter, representante por California y un firme conservador, se mantiene en la contienda electoral, pero muchos pronostican que pronto se verá obligado a abandonar esta aventura.