Admite que no tiene “la capacidad física necesaria” para hacer campaña proselitista
Fidel Castro muestra notable mejoría; en condiciones para ejercer liderazgo político
Se prevé que el próximo domingo sea relegido diputado; hay una lista única de candidatos
“Estar preparado para lo peor es la única forma de prepararse para lo mejor”, dice en artículo
Ampliar la imagen Fidel Castro, en fotografía tomada por el presidente Luiz Inacio Lula da Silva Foto: Reuters
La Habana, 16 de enero. Con limitaciones físicas a los 81 años de edad, pero en plena capacidad de ejercer su liderazgo político, Fidel Castro está dando muestras de una notable mejoría en su salud y de un consecuente regreso al ejercicio de algún tipo de funciones en la máxima dirigencia de Cuba.
Hace poco más de un año, entre fines de noviembre y principios de diciembre de 2006, las escasas señales que se filtraban fuera de su hermético lugar de reposo indicaban que Castro estaba grave, mientras un veterano de la generación histórica de la revolución cubana, Ramiro Valdés, refrendaba la conocida decisión de que el sucesor sería Raúl, el hermano menor.
Poco después, al despuntar enero de 2007, las señales ya no eran tan escasas. Se volvieron explícitas y cambiaron de rumbo: Fidel había sobrevivido a la crisis y se estabilizaba. En marzo empezó a difundir artículos y mensajes, que durante el año construyeron su presencia virtual en público, primero sólo con asuntos internacionales y desde junio también con temas internos.
Entre octubre y noviembre su habitual caravana de Mercedes Benz negros volvió a circular en las calles de La Habana y el pasado 2 de diciembre fue postulado en Santiago de Cuba candidato a diputado, decisión que “todos los dirigentes del Partido (Comunista) defendimos”, diría Raúl Castro. “No lo abrumamos con problemitas, pero le consultamos todas las cuestiones principales”.
El presidente brasileño Luiz Inacio Lula resumió el pasado martes la visión más favorable sobre la salud de Fidel que se haya tenido desde que estalló su crisis intestinal hace casi año y medio: “Está listo para asumir su papel político en Cuba”.
Este mediodía la televisión difundió un video de la reunión entre Fidel y Lula, dos minutos apenas, en que el presidente cubano se ve tan delgado como el año pasado, pero con buen semblante y aparentemente en mejores condiciones que antes.
En un nuevo artículo difundido este miércoles, Castro reconoció que no tiene “la capacidad física necesaria” para hacer campaña como aspirante a diputado, pero dijo que hace lo que puede: “escribo”.
Es el primer dato de la nueva situación: sin haberse restablecido, pero con una clara mejoría, Castro ha vuelto a trazar línea y a confirmar o vetar decisiones y rumbos, aunque no puede aparecer en público, exponerse a una sesión de trabajo convencional ni, mucho menos, reanudar el intenso ritmo de actividad anterior a julio de 2006.
Ha cambiado el escenario que parecía claro el año antepasado, con un Fidel Castro declinante de salud, fuera de cualquier función política y la sucesión asegurada en las manos de su hermano menor. Esa ya no fue su última operación política.
En el nuevo panorama, y con Raúl al frente de la gestión ejecutiva, Fidel Castro ejerce activamente su liderazgo histórico, aprovechando la oportunidad que le ha dado la vida, aunque sea desde un encierro obligado. Dijo en su artículo de hoy: “Lo bueno se espera, lo malo sorprende y desmoraliza. Estar preparado para lo peor es la única forma de prepararse para lo mejor”.
En textos recientes, y en forma elíptica, ha sugerido que su acopio de fuerzas le anima a agotar sus días trabajando tanto como le sea posible.
Este domingo será elegido diputado, al formar parte de la lista única de candidatos al Parlamento. Este cuerpo podría quedar constituido el 24 de febrero y elegir entre sus 614 miembros a los 31 integrantes del Consejo de Estado, cuyo presidente será el jefe de Estado y de gobierno. Fidel Castro puede ser el escogido.
Pero sea cual sea su futuro institucional, parece estar de nuevo al frente de la dirigencia, si bien en condiciones singulares, en un periodo marcado por la expectativa que levanta el anuncio de Raúl Castro de reformar el sistema socialista para ganar en eficiencia, tirar el lastre de la burocracia y apuntar así a la reanimación del nivel de vida de los cubanos.