Los demócratas no compitieron porque aplicaron un castigo a delegados locales
Mitt Romney triunfa en las primarias de Michigan por el Partido Republicano
John McCain se mantiene como favorito no obstante haber quedado en segundo lugar
Mike Huckabee se ubica en el tercer sitio
Los discursos, en favor de la economía
Ampliar la imagen Mitt Romney se adjudicó ayer la elección primaria del Partido Republicano en Michigan, en la carrera por la candidatura a la presidencia de Estados Unidos Foto: Ap
Nueva York, 15 de enero. Mitt Romney triunfó en las elecciones primarias celebradas hoy en el estado de Michigan, manteniendo así en suspenso la competencia entre los precandidatos republicanos.
El triunfo de Romney posiblemente rescató a su campaña, ya que había sufrido derrotas en las primeras dos contiendas de esta fase inicial de la ronda de elecciones internas de cada partido en los estados de la unión. Ahora Romney, John McCain y Mike Huckabee tienen una victoria cada uno y la competencia sigue sin resolver quién es el más favorecido entre las bases republicanas.
Los demócratas no compitieron aquí porque el partido nacional no reconocerá a los delegados de Michigan en su convención nacional (o sea, no contarán con un voto) como castigo por adelantar la fecha de esta contienda contra las reglas establecidas. Los republicanos impusieron una pena menor, y reconocerán sólo a la mitad de los delegados electos ahí. Por lo tanto, los resultados para los demócratas no tienen efecto.
Aun así, Michigan representa el primer estado industrial en el calendario electoral, justo en momentos en que el asunto de la economía, los empleos y el comercio se convirtieron en temas prioritarios del electorado nacional. Michigan tiene la tasa de desempleo más alta del país –7.5 por ciento– y ha perdido unos 300 mil empleos industriales desde 2000. Por lo tanto, es un epicentro del debate sobre la política económica del país.
Los candidatos republicanos, por ello, enfocaron su mensaje en recetas para reanimar la economía, generar empleo y recuperar la prosperidad en la gran cuna de la industria automotriz estadunidense, que ahora se deshace pedazo por pedazo.
Mitt Romney apostó mucho –casi un millón de dólares y mucho tiempo– para obtener el triunfo tan necesario en Michigan y así detener el desplome de su campaña después de derrotas en los dos primeros estados en celebrar elecciones internas (Iowa y Nueva Hampshire). Hijo de un gobernador popular de este estado, Romney trató de presentarse como el candidato natal, y una y otra vez recordó los buenos tiempos cuando su padre fue ejecutivo automotriz y después del estado.
Esta noche declaró que “esta es una victoria del optimismo contra el pesimismo estilo Washington… Washington está descompuesto y vamos hacer algo al respecto”.
John McCain, quien hace unas semanas parecía estar acabado como contendiente, llegó en segundo lugar (después de su sorpresiva conquista de Nueva Hampshire) y a pesar de esto mantiene su nueva posición como favorito entre los republicanos a escala nacional. Pero tal vez hoy ofreció la frase más curiosa en este concurso entre republicanos, cuando respondió sobre cuál era su estrategia para ganar ahí (vale recordar que los afiliados de los partidos pueden votar, en esta entidad, por candidatos de otros partidos): “estamos dependiendo de republicanos y demócratas, independientes, libertarios, vegetarianos y trotskistas”.
Tal vez es síntoma de agotamiento, cuando todos los candidatos suelen decir las cosas mas interesantes.
Mike Huckabee ocupó el tercer lugar.
Después del derroche de millones en los primeros concursos, nada está decidido entre los republicanos. Siguen Carolina del Sur, Nevada y Florida antes del “súper martes” el 5 de febrero, cuando 22 estados celebran primarias.