Personal del Sistema de Aguas capitalino espera concluir los trabajos el miércoles

Como si fuera un megarraspado, comenzó el desmantelamiento de la pista del Zócalo

Primero se quita el hielo, después el recubrimiento de arena y al final el sistema de refrigeración

Rocío González y Laura Gómez

Capa por capa, la pista de hielo comenzó a ser desmontada ayer para cerrar, por esta ocasión, las festividades de invierno en el Zócalo de la capital. Desde las nueve de la mañana, personal del Sistema de Aguas de la Ciudad de México comenzó las labores, las cuales, según el responsable de las mismas, Mario Leyra Palafox, quedarán concluidas a más tardar este miércoles.

Dos unidades de la empresa Ice Rink Events se desplazan a lo largo de la superficie y cual si fuera un megarraspado sacan el hielo, que a un costado de la barda perimetral es succionado por máquinas de la unidad Tormenta, llamadas vactor, utilizadas habitualmente en el desazolve de coladeras.

Las maniobras de la cuadrilla de por lo menos 25 trabajadores son observadas por decenas de curiosos, quienes ven desaparecer el escenario en el que durante 43 días patinaron alrededor de mil 500 personas diariamente.

Diego, de cuatro años, es alzado por su padre, Antonio, hasta donde sus brazos le alcanzan, para mirar la helada superficie por encima del barandal, ante la ausencia de las gradas, que ya fueron retiradas.

No fueron partícipes ni de las caídas, ni de las carcajadas que los resbalones provocaban, igual que muchas de las familias espectadoras de última hora, porque ninguno de los dos sabe patinar, pero al menos, aduce el padre, “algún recuerdo le va a quedar”.

Así, la mega pista de tres mil 200 metros cuadrados, la más grande del mundo, según se difundió, causó fascinación hasta el último momento, pero también dividió la opinión de las capitalinos.

Para algunos hubo tristeza, porque se quedaron con las ganas de patinar, pero para otros alegría, principalmente de ciclistas, quienes confiaron en que el próximo domingo recuperarán el espacio que les “robó” la pista y los puestos colocados a su alrededor.

Los menos, comentaron, tendrán la posibilidad de ir al deportivo Hermanos Galeana, donde se trasladó la pista de San Juan de Aragón, aunque “si aquí tardamos hasta cinco horas para alcanzar uno de los brazaletes que se entregaban en las taquillas, allá será el doble de tiempo o de plano nos tendremos que ir a alguna de las pistas privadas”, cuyo costo por hora oscila entre 50 y 70 pesos.

Trabajos en tres turnos

Igual que su montaje, el desmantelamiento de la pista será un proceso lento, según advierte Leyra Palafox, pues después de terminar con la capa de hielo, de 15 centímetros de grosor, hay un recubrimiento de arena que habrá que retirar, y luego todo el equipo de refrigeración, con el que se deberá tener más cuidado a la hora de empacarlo.

Para ello, se dispuso de cuadrillas de trabajadores en tres turnos, incluido el nocturno, pero sólo como apoyo de las compañías particulares que son las responsables de desmontar. “Estamos supeditados al personal que maneja los dos camioncitos: son gringos y tienen sus horarios, ahorita ya se fueron a almorzar; mientras, estamos haciendo labor para que los camiones vactor lleguen hasta donde descargan el hielo”, dice.

Las labores también incluyen el desmantelamiento de las instalaciones adicionales, como taquillas, pabellones comerciales, gradas y módulos de préstamo de patines, que, a diferencia de la pista, prácticamente anoche quedaron concluidas.

Los récords mundiales, como aquel que se logró por formar la cadena humana más larga del mundo, con poco más de 200 patinadores, en los últimos días de operación, quedaron para la historia, pero los ocho sistemas de enfriamiento, la infraestructura y todo el equipo, incluidos los patines utilizados en este escenario por más de un mes, serán guardados hasta diciembre, cuando la pista se instalará nuevamente.