Reporte Económico
Presupuesto 2008. Egresos (segunda y última)
Empatando con la captación de recursos prevista en la Ley de Ingresos, el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2008 fue aprobado por el Conreso en 2 billones 569 mil millones de pesos (Gráfico 4).
Siguiendo la clasificación operativa publicada en el Diario Oficial, la estructura presupuestal es la siguiente:
Ramos Autónomos
Los poderes y organismos autónomos ejercerán en 2008 un presupuesto de 47 mil 775 millones de pesos, 1.9% del presupuesto total. El Poder Legislativo contará con 8 mil 979 millones, el Judicial nos costará 29 mil 963 millones, el IFE (y los partidos) 7 mil 967 millones, y la Comisión de los Derechos Humanos 866 millones.
Ramos Administrativos
En este apartado se engloban los recursos asignados a todas las secretarías y dependencias que constituyen el Poder Ejecutivo, mismos que ascienden a 656 mil 514 millones de pesos, 25.5% del total. La Secretaría de Educación Pública contará, como en años anteriores, con el mayor presupuesto: 173 mil 498 millones de pesos, seguida por la Secretaría de Salud que ejercerá 69 mil 426 millones, Sagarpa (64 mil 447 millones), Comunicaciones y Transportes (58 mil 279 millones), Desarrollo Social (50 mil 089 millones), Medio Ambiente y Recursos Naturales (39 mil 065 millones), Hacienda (36 mil 139 millones), Energía con 35 mil 981 millones (quién sabe para hacer qué), Defensa Nacional (34 mil 861 millones), y Seguridad Pública (19 mil 712 millones). La presidencia dispondrá de mil 690 millones de pesos.
Ramos Generales
Los recursos de este apartado –que representan 50.13% del presupuesto– corresponden a fondos, programas, actividades y proyectos específicos controlados por las instancias federales aunque en varios casos operados por instancias estatales e incluso municipales.
El monto principal aprobado es el Ramo 28, al que el Congreso añadió 42 mil 509 millones para ubicarlo en 400 mil 161 millones, 15.57% del total; este ramo corresponde a las Participaciones a Entidades Fedrativas y Municipios, y es la forma (magra por cierto y bastante arbitraria de cierto) en que el gobierno federal “comparte” los ingresos fiscales captados en todo el país con las entidades (estados y DF), las cuales los usan y asignan libremente mediante los presupuestos que cada congreso local aprueba.
El segundo ramo en importancia es el 33, aprobado con un monto de 369 millones, 14.4% del total. A través de los ocho fondos de aportaciones (y varios subfondos) que integran este Ramo 33, el gobierno federal transfiere, así mismo, recursos a las entidades pero, a diferencia de las Participaciones que son libres, estas Aportaciones son rigurosamente “etiquetadas”, esto es, para uso exclusivo en áreas específicas como la educación básica (preescolar, primaria y secundaria), la educación tecnológica y de adultos, salud, seguridad pública, infraestructura social y otros fines.
Otros ramos generales relevantes son: el 24 Deuda Pública al que se asignaron 199 mil 971 millones de pesos para cubrir el costo financiero (básicamente pago de intereses) del endeudamiento del gobierno federal, y el 19 Aportaciones de Seguridad Social (190 mil 179 millones).
Organismos con control presupuestal
Estos organismos –los (semi) supervivientes del despojo privatizador– ejercerán este año un presupuesto de 795 mil 943 millones, 31.0% del presupuesto total. El IMSS ejercerá 272 mil 089 millones, la CFE 196 mil 518 millones, el ISSSTE 79 mil 219 millones, y Luz y Fuerza del Centro 30 mil 370 millones; todos ellos insuficientes ante la falta de infraestructura, la saturación y los requerimientos para ofrecer servicios de calidad.
Pemex recibirá 182 mil 620 millones, 7.1% del total presupuestal, no obstante que esta empresa aporta por sí sola y con recursos propios 13.4% del presupuesto, y el petróleo en su conjunto 36.9% de los ingresos federales. Ahorcar a la gallina de los huevos de oro es, por decir lo menos, una estupidez; sin embargo, ahorcarla para justificar el traspaso de sus operaciones (y el excedente-ganancia que genera) de la nación a los corporativos privados –como se está haciendo mediante contratos ilegales que ceden obras y procesos de exploración, transformación y distribución (hasta ahora)– es una trasgresión constitucional, un robo al país y un crimen contra la Nación y la sociedad.
No necesitan llenarse la boca con declaraciones de que Pemex “no se privatizará”. Al capital no le interesa Pemex (basta con asfixiarlo y dejarlo convertirse en chatarra) le interesa el petróleo, el gas, la petroquímica, la refinación, la comercialización,… donde están las utilidades y el poder estratégico, y eso les están traspasando, como si fuera suyo, el gobierno federal, los legisladores del PAN, PRI y Verde, y hasta un poder judicial silenciosamente cómplice ante las denuncias. Nadie ha “privatizado” a la CFE, pero el capital privado ya genera un tercio de la energía eléctrica que se consume en el país.
Pemex y los hidrocarburos son el mayor negocio de México y debe seguir siendo de todos, pero más allá representa la supervivencia estratégica enegética del país.
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