Perdieron tiempo y recursos; no se integraron al proceso de competencia, dice
Reprocha CEESP a opositores de la apertura agrícola por confiarse en la tutela del Estado
El Centro de Estudios del Sector Privado (CEESP) prácticamente responsabilizó a los sectores que protestan por la apertura total del capítulo agrícola del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) de no haberse integrado al proceso de competencia, por confiar en mantenerse bajo la tutela del Estado.
En su análisis económico semanal, el organismo empresarial señaló que si bien no puede negarse que algunos sectores han enfrentado mayores problemas que otros para integrarse a la competencia, “los que pensaron que la tutela del Estado a través de medidas proteccionistas no acabaría, perdieron el tiempo y recursos en aspectos menos relevantes que en elevar la competitividad”.
Consideró que ahora que dichos sectores finalmente tienen que enfrentarse a la competencia externa, “deberían evaluar lo que dejaron de ganar al no integrarse a la dinámica productiva que demandaba la apertura”. En cambio, ponderó que otros sectores que se integraron a la competencia gozan actualmente de mayores ganancias y crecimiento.
El organismo privado insistió en que los beneficios que ha dejado el acuerdo comercial que en 1994 firmó México con Estados Unidos y Canadá “han superado con creces los efectos negativos”.
Entre ellos, dijo, ha aumentado el comercio y la inversión, pues precisó que mientras en 1994 se exportaban 61 mil millones de dólares, el año pasado los bienes vendidos al exterior ascendieron a 250 mil millones de dólares, lo que benefició a diversas actividades productivas del país.
Sobre la inversión extranjera directa el CEESP afirmó que prácticamente se ha duplicado desde que el tratado fue firmado, en tanto el empleo formal aumentó en 5 millones de puestos.
En el listado de beneficios, el organismo no dejó de lado el tema inflacionario, pues señaló que debido a que la competencia propicia mayor estabilidad de precios, la inflación del año pasado fue de 3.76 por ciento cuando en 1995 ascendió a 51.2 por ciento.