Deportados denuncian maltrato y que se les abandona sin dinero en cruces fronterizos
En el Día del Migrante exigen frenar abusos de los agentes estadunidenses
Protestan en Sinaloa por ley que vulnera los derechos de connacionales en Arizona
Matamoros, Tamps., 13 de enero. Organizaciones civiles y religiosas de esta ciudad conmemoraron el Día del Migrante en las márgenes del río Bravo, con oraciones en recuerdo de quienes perdieron la vida al cruzar el afluente, y condenaron los abusos que se cometen en contra de mexicanos y centroamericanos por parte de corporaciones policiacas estadunidenses.
A la altura de la avenida Tamaulipas, unas 50 personas se reunieron a mediodía para manifestar su apoyo a connacionales y extranjeros que cruzan la región en su trayecto a Estados Unidos. En una ceremonia que duró una hora se habló también de la dificíl realidad de quienes son expulsados del país vecino.
Julio Narváez, vicepresidente del patronato de la Casa del Migrante de Matamoros, señaló que testimonios de hombres y mujeres abundan en excesos cometidos por agentes estadunidenses ante la frontera mexicana, donde son abandonados en las inmediaciones de puentes internacionales.
“A la casa están llegando un promedio de 30 y 40 deportados diariamente, que nos platican el maltrato del que fueron objeto en el trayecto de lugares como Nueva York, Florida, Arizona hasta la frontera, donde los dejan sin una explicación, sin dinero, sin oportunidad de despedirse siquiera de sus familias”, señaló.
A unos metros de la Cruz del Migrante, levantada en honor de aquellos que perdieron la vida en la frontera México-Estados Unidos, Narváez recordó que Reynosa y Matamoros son los puntos de la frontera tamaulipeca elegidos por el Departamento de Migración de Estados Unidos para las casi mil deportaciones sumarias que efectúa cada mes.
Aseguró que un porcentaje significativo de los deportados insisten en permanecer en la frontera, con el propósito de cruzar nuevamente.
Por otra parte, en Sinaloa el gobierno estatal se solidarizó con los trabajadores migrantes que viven en Arizona, Estados Unidos, por la entrada en vigor de la ley HB2779, que “vulnera los derechos humanos y laborales de los conciudadanos mexicanos”.
El gobernador Jesús Aguilar Padilla, rechazó medante un comunicado esta nueva disposición legal en contra de los trabajadores mexicanos –en su gran mayoría nacidos en Sinaloa– que se ven obligados a emigrar a aquel país, y exigió un acuerdo en esta materia, con la participación conjunta de los gobiernos mexicano y estadunidense, para buscar “soluciones justas, racionales y bilaterales”.
Aseguró que “dadas las motivaciones políticas localistas, discriminatorias y aun racistas de la mencionada ley, las reacciones condenatorias no sólo ocurren en nuestro país. También proceden de importantes organizaciones patronales estadunidenses. La razón es evidente: la aplicación de la nueva legislación, además de atentar contra los derechos humanos de los trabajadores emigrantes, inhabilita la mano de obra de los mismos, la cual es fundamental para un sinnúmero de empresas de ese entidad estadunidense limítrofe con México”.
Esta nueva ley entró en vigor el primero de enero en Arizona, de acuerdo con las disposiciones de la legislatura local. Arizona, sostuvo, tiene derecho a establecer sus propias leyes, pero éstas no deben violar los derechos de los trabajadores, mucho menos si son migrantes.
“Por nuestra parte, en coordinación con la Federación y los gobiernos municipales, estaremos atentos para apoyar a todos los sinaloenses que por causas relacionadas con la aplicación de la citada ley tengan que abandonar sus trabajos y retornar a sus lugares de origen”, indicó.
Aguilar Padilla aseguró que respaldan las decisiones que al respecto tome el presidente Felipe Calderón, sobre todo en la exigencia de un acuerdo migratorio bilateral, como parte de la agenda de ambos países.
Pero también “nos comprometemos a luchar al lado de las instituciones de la República para alcanzar una solución integral al problema migratorio. Una solución razonable, definitiva, digna y conveniente para ambos países y sobre todos para nuestros connacionales”.