El cese de producción en Cananea lo compensó con la explotación de sus otras minas
Huelgas y tragedias no han significado merma en las ganancias de Grupo México
En los primeros nueve meses de 2007 obtuvo utilidad neta de mil 900 millones de dólares
La huelga de Cananea no mermó las ganancias del Grupo México hasta el tercer trimestre del año pasado, ya que la disminución que registró en su producción la compensó con la explotación de sus otras minas.
Así, en los primeros nueve meses de 2007, cuando ya se cumplían 60 días de la huelga, la compañía obtuvo una utilidad neta de mil 900 millones de dólares, lo que implica un crecimiento de 37 por ciento respecto al mismo periodo de un año antes.
En sus ganancias también contribuyó el alza que han registrado a escala mundial los precios de la mayoría de los metales que la empresa explota tanto en México como en Perú, y cuyas “ventas consolidadas” al tercer trimestre del año pasado fueron 13.2 por ciento superiores a las del mismo periodo de 2006.
Pero si se toman en cuenta “los primeros nueve meses de 2007, las ventas fueron de 4 mil 790 millones de dólares, es decir, 25.7 por ciento mayores a las del mismo periodo del año pasado”.
Así se indica en el informe financiero que Grupo México envió a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) a finales de octubre y que corresponden al tercer trimestre de 2007, ya que el balance anual aún no se ha difundido.
No es la primera vez que la compañía minera obtiene un incremento en sus utilidades, pese a atravesar una situación adversa, pues en 2006, cuando ocurrió la tragedia de la mina Pasta de Conchos, también de su propiedad, registró un incremento en sus ganancias de 128 por ciento.
En el documento se precisa que “la división minera vendió solamente 1.1 por ciento menos de toneladas de cobre durante el tercer trimestre, a pesar de los paros ilegales de Cananea y San Martín, ambas en México. Esta disminución fue posible compensarla con mayores volúmenes de producción en otras minas del grupo, así como una mayor producción del molibdeno, principal subproducto de esta división”.
La empresa asegura que la producción de las tres minas –Cananea, Sonora; San Martín, Zacatecas, y Taxco, Guerrero–, donde el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSRM) estalló en huelga el 31 de julio del año pasado, aportan en conjunto 14 por ciento de los ingresos de la compañía.
No obstante, aunque faltan ver los resultados financieros del cuarto trimestre del año pasado, la compañía se ufanó de los logros obtenidos hasta septiembre, pues en su informe financiero precisa que la utilidad neta creció 37 por ciento al pasar de mil 300 a mil 900 millones de dólares en los primeros nueve meses de 2006 respecto al mismo periodo de 2007.
Los resultados positivos son explicados así en el documento: “la mayor producción de molibdeno durante el trimestre atenuó los paros ilegales en las minas mexicanas de Cananea, San Martín y Taxco”, además de que dicho producto registró un incremento de 20 por ciento en su precio en los mercados internacionales, mientras que los de la plata y el oro, otros de los productos que explota Grupo México, aumentaron 9 por ciento.
La compañía concentra 92 por ciento de la producción de cobre en México, 36 por ciento del zinc, 21 por ciento del plomo, 19 por ciento de la plata, 5 por ciento del carbón y 3 por ciento del oro, según estadísticas la Cámara de la Industria Minera.
Según el organismo, la industria minera en general experimenta uno de sus mejores momentos debido al “ciclo positivo” que atraviesan los precios internacionales de los metales, pero también porque el gobierno federal ha otorgado un monto histórico en créditos y facilidades para fortalecer la competitividad del sector.
Cálculos preliminares del organismo indican que la producción minera de México habría sido de 9 mil 200 millones de dólares en 2007, lo que implica un incremento de más de 30 por ciento respecto a lo generado en 2006.
Sin embargo, el sector minero pronosticaba alcanzar 10 mil millones de dólares, meta que no se pudo lograr por los paros registrados en tres minas y cuyas pérdidas han sido calculadas en 800 millones de dólares.