Disquero

El proyecto Mozart

Pablo Espinosa

Para celebrar el cumpleaños número 250 de Johannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilos Mozart, el 27 de enero de 2006 se congregó en la Sala Nezahualcóyotl de la ciudad de México una multitud enfebrecida para disfrutar de la música del arcángel Mozart a cargo de una banda muy peculiar, liderada por el pianista estadunidense Uri Caine. Al final hubo pastel y el mismísimo Mozart y Constanza y Nannerl e inclusive el propio Salieri repartieron las rebanadas. Ese día se estrenó mundialmente, allí, el Mozart Project, que es ahora el disco más reciente del maestro Caine y que esplende en estos días, cuando se cumplió ya, el 5 de diciembre, otro aniversario luctuoso de Wolfi Mozart.

Por supuesto que el contenido del disco de estudio es distinto al que presenciamos en vivo. El uno está dotado de parafernalia, intercortes oportunos, mejoras técnicas y cuidado de la producción al detalle. El otro posee el encanto inigualable de lo fresco, lo puro, lo espontáneo. El disco flamante contiene además detalles no previstos para el concierto en vivo y luego de experimentarlo en directo, creció a niveles insospechados.

Se trata de un proyecto fascinante: la lectura de la música de Mozart. No podría decirse que se trata de una versión jazzística de la obra mozartiana, porque si bien Uri Caine es eso, un hombre del jazz, sus tratamientos musicales rebasan los compartimentos estancos y alcanzan los rendimientos de música de cámara y sinfónica.

A partir de la premisa de que “Mozart despierta nuestros más intensos sentimientos y emociones”, como dijo en aquella ocasión en entrevista a La Jornada, Uri Caine respondió así a la pregunta ¿qué tan jazzeable resulta la música de Mozart?: “Depende qué entiendes por jazz. Si te refieres al swing, desde luego que Mozart tiene mucho swing. Si te refieres al ritmo, en Mozart la rítmica es perfectamente clara. Si te refieres a tomar estructuras musicales para elaborar improvisaciones jazzísticas, entonces estamos hablando de la naturaleza de este, mi Proyecto Mozart”.