Theremin
Hace unos días apareció en estas páginas un muy interesante reportaje de Juan José Olivares sobre ese rústico, entrañable y fascinante instrumento eléctrico (que no electrónico) que es el theremin. Como bien lo destaca Juan José en su texto, el principal atractivo del theremin es que es un instrumento único en su concepto de ejecución, ya que se toca sin tocarlo. En vez de abundar aquí en lo que ya fue narrado eficazmente en ese reportaje, aprovecho este primer texto del 2008 para hacer una recomendación que tiene que ver directamente con la posibilidad de conocer más a fondo este extraño instrumento, y de paso, a su creador. Se trata de un fascinante documental titulado Theremin: Una odisea electrónica, realizado en 1993 por Steven M. Martin, en el cual se narra, por una parte, la historia del instrumento y, por la otra, la de su inventor.
Nacido en 1896 en San Petersburgo, Lev Termen se dedicó fundamentalmente a la investigación y práctica de la ciencia, pero al final de la década de los 1910, comenzó a realizar experimentos en los que combinaba su interés por la técnica con su afición por la música. De esos experimentos nació el instrumento eléctrico conocido como theremin, que fue presentado en público en 1920. El documental de Martin sobre Termen y su instrumento es particularmente interesante porque además de explorar la creación y evolución del instrumento, dedica una buena parte de su discurso a investigar sobre la enigmática vida de su creador. Resulta que después de inventar el theremin, Termen se marchó a Estados Unidos para obtener las patentes necesarias sobre su aparato, y permaneció ahí durante largos años. Más tarde volvió a la Unión Soviética y, por razones no muy claras, las burocracias de entonces decidieron desaparecerlo de toda historia oficial. En este contexto, resultan particularmente fascinantes las imágenes de Termen rescatadas por Martin para su documental, ya que pertenecen tanto a sus años de juventud como a la última etapa de su vida. La pesquisa sobre el peripatético trayecto de Termen es sin duda lo mejor de la película de Martin.
Además de la presencia “viva” de Termen en el documental, resulta igualmente poderosa la participación de Clara Rockmore, considerada como la más importante intérprete del theremin, y quien estuvo muy cerca de Termen en diversas etapas de su vida. De hecho, mediante los testimonios de Clara Rockmore que se clarifican algunos de los misterios que rodean la vida y la obra de este singular inventor. Y ya que de inventores se trata, otra de las voces protagónicas en el documental de Martin es la de Robert Moog, también importante pionero del arte de la música electrónica, inventor de los sintetizadores que llevan su nombre. Entre otros testimonios de menor peso, pero igualmente importantes en el rompecabezas narrativo de Theremin: Una odisea electrónica, vale la pena destacar uno, que provee el toque cómico del asunto. Se trata de una merecida apología de Termen y su instrumento, realizada por Brian Wilson, legendario integrante de los legendarios Beach Boys. ¿Qué hace este roquero prehistórico en el contexto de un documental sobre el theremin? Muy sencillo: ¿recuerdan ustedes aquel megahit de los Beach Boys titulado Good vibrations? Pues sí, las vibraciones en cuestión fueron producidas por un theremin. El meollo del asunto es que el testimonio de Wilson, si bien honesto y generoso, es totalmente incoherente. A lo largo del documental se escuchan fragmentos de varias piezas interpretadas en el theremin (la mayoría de ellas por Clara Rockmore) entre las que destaca una sección de una de las obras originales más importantes creadas para el instrumento, el Concierto para theremin y orquesta, del compositor estadunidense Anis Fuleihan (1901-1970), del cual existe una grabación con Rockmore y Stokowski. Aparece también una ejecución de Rockmore a la Estrellita de Ponce que, justo es decirlo, es aún más fea en este instrumento que en sus otras muchas versiones. Concluyo mi recomendación de buscar y ver este documental con un par de aclaraciones pertinentes. Menciono aquí al creador del theremin como Lev Termen porque ese era su nombre ruso original; Léon Thérémin era la versión afrancesada. Asimismo, vale mencionar que si bien theremin es el nombre con el que se conoce universalmente a su instrumento, el genial inventor ruso lo llamó originalmente termenvox, y así se refiere a él en uno de los últimos testimonios captados en el documental de Martin, poco antes de su muerte, ocurrida en 1993.