Dudas de médicos y enfermos sobre servicios de Pisa
Crece inconformidad en el IMSS por cambio de proveedor
En el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la inconformidad de los enfermos de insuficiencia renal crónica por el cambio de proveedor de tratamientos de diálisis va en aumento.
Médicos aseguraron que 60 por ciento de los pacientes que actualmente llevan una terapia automatizada –la cual se realiza por las noches y les permite mantener una vida prácticamente normal– tendrán que recurrir al sistema manual, debido a que las máquinas del nuevo proveedor (Pisa) tienen menor capacidad y como máximo pueden administrar 12 litros de líquido para la limpieza del peritoneo.
Ello significa, explicaron algunos especialistas, que aquellos que requieren una infusión mayor de líquidos (pueden ser hasta 18) tendrán que administrárselos durante el día y mediante el sistema de bolsa gemela, manual, el cual implica disponer de por lo menos media hora, en varias sesiones.
Los médicos también admitieron que prevalece la desorganización, incluso entre los empleados de la proveedora Pisa, quienes no han establecido fechas para los cursos de capacitación y tampoco tienen respuestas para todas las dudas de los pacientes.
Respecto de las máquinas que sustituirán a las que Baxter –el proveedor anterior– empezará a recoger la próxima semana en los domicilios de los enfermos, agregaron que tampoco han llegado a los hospitales, a pesar de que el contrato con el IMSS rige desde el primero de enero.
También dijeron que la próxima semana comenzarán los requerimientos de los pacientes con insuficiencia renal para que se les reabastezca de los tratamientos para diálisis, y se preguntaron con qué calidad podrán satisfacer esta demanda si aún no se han dado la capacitación, no están disponibles los catéteres, las máquinas ni las nuevas líneas de conexión.
Ayer, derechohabientes de la clínica 19 del Seguro Social, en Aragón, rechazaron que se les pretenda dar trato de “conejillos de indias” y que “con nosotros comprueben si la máquina de Pisa sirve, cuando de antemano sabemos que el catéter es más grande y tendremos molestias; que antes de iniciar la diálisis tenemos que utilizar una solución antiséptica para eliminar bacterias que pudieran contaminarnos” y causar peritonitis u otro tipo de infecciones.
Los pacientes, integrantes del grupo de autoayuda Un Nuevo Día, acudieron a principios de esta semana a las oficinas centrales del IMSS, donde funcionarios les informaron que la decisión del cambio de proveedor es definitiva y que Pisa cumple con los requisitos de calidad para garantizar la seguridad de los usuarios.
Los pacientes convocaron a una reunión en la unidad médica, la cual tuvo que suspenderse porque terminó el tiempo (una hora) que les había sido autorizado para utilizar el auditorio. Sin embargo, salieron a la calle y ahí permanecieron hasta cerca de las 14 horas.
Y es que son innumerables las dudas que tienen sobre lo que pasará con sus tratamientos, pues cada uno tiene necesidades específicas.
Por su parte, médicos y directivos de distintas clínicas y hospitales buscarán reunirse la próxima semana con autoridades de las oficinas centrales del IMSS, a fin de expresar el “cúmulo de irregularidades e incumplimientos de contrato de parte de Pisa”. Entre otros, que la empresa carezca de un calendario específico para sustituir los equipos y para impartir capacitación a los pacientes.
Los médicos dijeron que esa compañía tampoco cuenta con manuales de instrucciones para la realización de las diálisis y que se ha limitado a entregar hojas sueltas.
También se quejaron de que los empleados de Pisa que han asistido a las clínicas y hospitales para organizar las actividades y principalmente dar los cursos no cuentan con toda la información necesaria, por lo que surgen muchas dudas.
Además, señalaron los entrevistados, en algunos hospitales los representantes de Pisa advirtieron que no les proporcionarán todas las máquinas que se les soliciten, aunque tampoco especificaron la cantidad a entregar.
El personal del IMSS reconoció que probablemente no lograrán la cancelación del contrato con Pisa, pero, dijeron, “tampoco vamos a dejarlos que hagan lo que quieran”.