Los pacientes ya casi no tienen líquidos para el proceso y aún no llegan las nuevas máquinas
Caos en el IMSS ante cambio de proveedor para hacer las diálisis
“No empecemos con miedo”, recomienda director de Los Venados a los derechohabientes
Imposible tener confianza ante la desorganización de médicos y enfermeras, dicen afectados
Ampliar la imagen Un niño alimenta con aserrín un horno en una ladrillera de Ixtapaluca, estado de México Foto: José Carlo González
El cambio de proveedor de los tratamientos de diálisis peritoneal en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) sólo ha traído confusión a los pacientes, cuya salud depende de que éstos se realicen de manera puntual, en particular los que llevan el sistema automatizado.
Varios de los enfermos están próximos a que se les agoten los líquidos de diálisis y, sin embargo, apenas el pasado miércoles se realizó el primer curso de capacitación sobre el uso de las nuevas máquinas, que, además, todavía no están disponibles, dijeron usuarios del Hospital General de Zona número 1, Los Venados.
La única certeza que les dio el director de la unidad médica es que la decisión de cambiar al proveedor de los tratamientos no tiene marcha atrás, y les recomendó: “no empecemos con miedo”. Pero, “es tal la desorganización de médicos, enfermeras y del mismo personal de la empresa Pisa, que es imposible tener confianza”, apuntaron los derechohabientes.
Contrariamente a lo que aseguró el director de prestaciones médicas del Seguro Social, Santiago Echevarría Zuno, de que la sustitución de máquinas se haría de manera simultánea para evitar interrupciones que pusieran en riesgo la salud de los enfermos (La Jornada, 26/12/07), en el hospital de Los Venados una enfermera comentó que el curso de ese día (miércoles) sería para enseñarles el uso de la bolsa gemela, con la finalidad de que una vez que se terminaran el material del antiguo proveedor (Baxter) o un poco antes, acudieran a la clínica para que se les realice el cambio de “línea” para la conexión con el nuevo equipo.
En caso de que todavía no hubiera en existencia, utilizarían el sistema de la bolsa gemela (manual) en lo que llega la nueva máquina. Será entonces, según dijo la enfermera, cuando los pacientes serán entrenados en el uso del instrumento de diálisis automatizada.
Sin embargo, ésta es una pésima noticia para varios de los pacientes que dependen del sistema automatizado, el cual se realizan por las noches (mientras duermen), porque en el día trabajan. “Si ahora tengo que faltar a mi empleo para realizarme el proceso, seguramente me correrán”, señaló una derechohabiente que tiene tres años de padecer insuficiencia renal crónica y dos de siguir el tratamiento automatizado, el cual le permite llevar una vida prácticamente normal.
Ella misma se quejó de que el pasado viernes, cuando acudió al hospital, una empleada de la empresa Pisa (nueva proveedora) le dijo que la máquina sólo tiene capacidad para dos bolsas de líquidos, pero no le supo contestar cuál sería la opción para ella, que requiere y utiliza tres para limpiar su peritoneo.
Cada noche –explicó– “uso tres bolsas que contienen 18 litros de líquido, los cuales se dividen en nueve cambios, que son los que yo necesito”. En esas condiciones, con la máquina de Pisa, la paciente deberá obtener la cantidad de líquido faltante durante el día, es decir, “tendría que faltar al trabajo. Me van a correr”.
En los pasados cinco años, un sector de los derechohabientes del IMSS han utilizado el producto de la empresa Baxter (líder en el ramo) y les funcionaba muy bien, según comentaron a este diario. Sin embargo, en la licitación convocada por el IMSS para el abasto de las terapias en 2008 aumentó la presencia de otras compañías, de modo que, en el caso de la zona sur del Distrito Federal, todos los pacientes serán cambiados a Pisa.
Echevarría Zuno aseguró que tanto esta empresa como el otro proveedor, Fresenius, cumplen los requisitos de infraestructura y calidad para cubrir las necesidades de los pacientes del IMSS.
Resaltó las ventajas para el instituto de que haya diversidad de proveedores, pues sólo en el más reciente proceso de licitación para los tratamientos de diálisis logró ahorros por mil 300 millones de pesos respecto a la erogación realizada en 2006, y de más de 600 millones en relación con 2007.
Hasta noviembre pasado, el IMSS atendía a 35 mil 331 individuos con insuficiencia renal crónica, de los que 16 mil 633 siguen el método tradicional de diálisis ambulatoria; 12 mil 455 están en la automatizada y 6 mil 243 se realizan hemodiálisis. Cada año surgen entre mil 500 y 2 mil nuevos casos de la enfermedad, informó el funcionario.