Cancela el nuevo alcalde priísta la ayuda económica
Cierra en Veracruz una casa de ayuda a enfermos de sida
Veracruz, Ver., 8 de enero. La Casa de Atención a Enfermos de Sida, administrada por el grupo lésbico-gay Claroscuro, cerró sus puertas por falta de apoyo económico luego de cuatro años de funcionar y de atender a más de 70 personas desamparadas y portadoras del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
Juan Carvajal, presidente del organismo, señaló que el entonces alcalde de Veracruz, Julen Rementería del Puerto, de filiación panista, ofreció hasta diciembre pasado un apoyo mensual de 4 mil pesos y diez despensas a la institución.
Sin embargo, la nueva administración municipal, que encabeza el priísta Jon Rementería Sempé –ex secretario estatal de Salud– canceló el apoyo financiero.
“Nuestros gastos mensuales oscilaban entre 13 mil y 15 mil pesos, pero en el último año sólo logramos acopiar 5 mil pesos mensuales”, explicó.
Refirió que en cuatro años de operación se atendió a 70 pacientes y de ellos sobreviven 50. “Son personas abandonadas, drogadictos, indigentes y gente repudiada socialmente con el estigma de estar infectadas de VIH, que llegaron con crisis depresivas muy fuertes y en condiciones físicas graves. Se rehabilitaron anímicamente y se reincorporaron a actividades cotidianas”.
Citó que también se dio atención extramuros a otras 100 personas portadoras del VIH y se ofrecieron más de 500 asesorías a familias que tenían algún enfermo.
Sin embargo, los gastos de manutención de la casa de reposo rebasaron los apoyos altruistas y se tomó la decisión de cerrarla. El mobiliario será donado a organizaciones civiles de esta misma ciudad que trabajan con niños de la calle, personas discapacitadas y adictos.
“Nos rebasaron los gastos. Llegamos a tener hospedados hasta 17 pacientes por mes, pero en el último año la cifra se redujo a tres”, explicó.
Carvajal refirió que cuando el ahora alcalde Rementería Sempé fue secretario de Salud del estado cerró toda posibilidad de diálogo con la organización, lo que provocó protestas por la negativa a dar atención a varias personas infectadas de VIH en el Hospital General de Veracruz y el retraso en la dotación de medicamentos antirretrovirales.