Izquierda Unida exige comparecencia del ministro del Interior ante los diputados
Amnistía Internacional exige investigar posibles torturas a dos miembros de ETA
Uno de ellos, Igor Portu Juanena, debió ser hospitalizado debido a la gravedad de sus heridas
El otro detenido, Martín Sarasola, en recintos judiciales y en estado “escandaloso de lesiones”
Ampliar la imagen Los etarras Íñigo Albisu Hernández, Ana López Monge y Zigor Ruiz Jaso, a su llegada a Madrid tras ser extraditados por Londres Foto: Reuters
Madrid, 8 de enero. Igor Portu Juanena y Martín Sarasola, supuestos miembros de la organización armada vasca ETA, fueron detenidos la tarde del domingo pasado en la localidad guipuzcoana de Mondragón por agentes de los Grupos Antiterroristas Rurales.
Después de ser trasladados a una comisaría policial, donde fueron sometidos a la legislación antiterrorista española –que autoriza la incomunicación absoluta durante 13 días–, Juanena, tuvo que ser ingresado de madrugada en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Donostia, con evidencias de haber sufrido vejaciones, torturas y malos tratos durante su reclusión.
Mientras tanto Sarasola fue trasladado a dependencias judiciales en estado “escandaloso de lesiones externas”.
La práctica de la tortura y los malos tratos de la policía española es “generalizada” y se encuentra “enraizada” en prácticamente todos los cuerpos de seguridad del Estado, según uno de los informes hechos sobre esta materia por Amnistía Internacional, que emitió un comunicado en que exigió al gobierno del presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero una investigación “imparcial, exhaustiva e independiente”.
En el caso de las supuestas torturas a Portu Juanena se da una circunstancia poco habitual: existe un informe médico –el realizado por los especialistas del citado hospital vasco cuando certificaron su ingreso y diagnóstico–, en el que se confirman las lesiones que presuntamente sufrió a manos de los agentes españoles.
Según este documento médico, firmado por el colegiado Miren Koro Villar Eceiza, del que La Jornada tiene una copia, el detenido tuvo que ser ingresado alrededor de las 4 de la mañana en la unidad de cuidados intensivos del hospital.
En el parte médico, realizado tres horas después del ingreso de Juanena, se incluyó el testimonio del detenido sobre las razones de las lesiones múltiples, internas y externas.
El documento afirma textualmente: “paciente trasladado por la policía para valoración de lesiones tras su detención. Paciente refiere haber sido golpeado con puños y patadas en cara, tórax, abdomen y extremidades interiores. Refiere importante dolor torácico, disnea, con disfonía y dolor cervical y lumbosacro. No hubo pérdida de conocimiento. Refiere orinas oscuras”.
Además, se informó que en el momento de la detención de Juanena éste iba armado y que la policía lo considera un “miembro legal” de la organización armada, es decir, que no estaba fichado por la policía como integrante de ETA.
En el caso de Sarasola, lo único que se sabe sobre su estado es lo que explicó al diario El Mundo una fuente anónima de la judicatura, que relató que cuando compareció ante la Audiencia Nacional tenía un “estado escandaloso de lesiones externas”.
El ministro del Interior, el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, señaló que las detenciones se llevaron a cabo bajo el cumplimiento “escrupuloso de la legislación antiterrorista”, y matizó que “es evidente que para esta detención la Guardia Civil tuvo que emplear la fuerza”.
Alrededor de 400 personas se concentraron el pasado lunes en el hospital de San Sebastián, donde Juanena permanece bajo fuerte vigilancia policial y gritaron consignas como “torturadores fuera de aquí”, además de que expresaron su preocupación por los numerosos casos similares que se han denunciado en los últimos años en el País Vasco, entre ellos el de Gorka Lupiáñez, quien denunció hace sólo un mes que “en manos de la Guardia Civil fue violado y brutalmente torturado”.
Ante las numerosas dudas sobre lo ocurrido durante los interrogatorios –gracias a los cuales fueron localizados dos zulos de ETA con 125 kilos de explosivos en Navarra–, Izquierda Unida solicitó la comparecencia de Alfredo Pérez Rubalcaba en el Congreso de los Diputados.
El gobierno autonómico vasco, presidido por el nacionalista moderado Juan José Ibarretxe, también exigió al gobierno central explicaciones, pues “no se combate achicando la democracia, sino cumpliendo y respetando todos los derechos humanos”.