Alumnos en el piso por falta de pupitres; acusan a proveedores
Entre protestas, primarias de Tabasco reanudan clases
El gobierno pide a maestros ser “comprensivos” y trabajar días extras
Padres de familia cierran una carretera para exigir entrega de mobiliario
Ampliar la imagen Niños de primaria afectados por las recientes inundaciones en la comunidad Juan de Grijalva y en los municipios de Ostuacán y Tecpatán recibieron libros de texto gratuitos en el albergue instalado en el domo del ISSSTE de Chiapas, en Tuxtla Gutiérrez Foto: Notimex
Villahermosa, Tab., 7 de enero. Luego de la contingencia causada por las inundaciones que en octubre y noviembre dañaron 2 mil 355 planteles de los más de 5 mil 400 que operan en los 17 municipios de la entidad, este lunes se reanudaron las actividades en todas las escuelas primarias. Así, esta capital empezó a volver a la normalidad después de que el río Grijalva cubrió casas, escuelas, calles y hospitales.
En algunos centros educativos de Villahermosa –sede de los poderes estatales y la ciudad más dañada por los desbordamientos de los ríos Carrizal y Grijalva– hubo protestas de padres de familia por falta de mobiliario y las condiciones deplorables en que se encontraban algunas primarias. Muchos alumnos tuvieron que tomar clases de pie o sentados en el piso.
La Secretaría de Educación del gobierno del estado pidió “comprensión” a maestros, padres de familia y alumnos por la incomodidades y llamó a no interrumpir el reinicio de labores. El subsecretario de Educación Básica, Santana Magaña Izquierdo, explicó que los proveedores de mobiliario no entregaron a tiempo los pupitres.
El gobierno del estado pidió a los maestros redoblar esfuerzos para recuperar el tiempo perdido e impartir clases los sábados y dos semanas extras al final del ciclo escolar.
Durante la contingencia, 356 escuelas fueron usadas como albergues. A causa de las inundaciones se suspendieron las clases el lunes 19 de octubre. Un mes después se reanudaron parcialmente en al menos 30 por ciento de las escuelas de la entidad. En Villahermosa, se reiniciaron labores en 380 de 978 escuelas.
Este lunes, los pocos alumnos que acudieron a la escuela Bolívar M. de Rivas, en el centro de esta capital, tomaron clases de pie o en el piso, por falta de pupitres. Algunos padres llevaron sillas a sus hijos.
Otra escuela donde faltó mobiliario fue la Adolfo López Mateos, de la colonia Municipal. Los maestros argumentaron que los proveedores no llevaron los mesabancos. En el plantel Manuel Sánchez Mármol, de la colonia Indeco, los padres tuvieron que limpiar las aulas.
Las protestas no se hicieron esperar. Un grupo de más de 300 padres de familias bloqueó esta mañana una carretera durante dos horas debido a que no había mesabancos para sus hijos en la escuela Miguel Hidalgo y Costilla, en esta ciudad.
El bloqueo fue levantado luego que las autoridades prometieron subsanar el problema hoy mismo. Los inconformes advirtieron que reanudarán sus protestas este jueves en caso de que la Secretaría de Educación no cumpla el compromiso.
Malpaso desfoga más agua
En Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, se informó que, debido al aumento del nivel del río Grijalva, el puente ubicado en la comunidad La Jovi, frente a la cortina de la presa Malpaso, fue cerrado a la circulación.
Esta presa está desfogando más agua de la que puede pasar por el canal abierto en la zona del derrumbe de Juan de Grijalva, por lo que el nivel del río en los poblados ribereños de Chiapas sigue aumentando.
La Comisión Federal de Electricidad informó que incrementó el volumen de desfogue de la presa Malpaso hasta 220 metros cúbicos por segundo, y aunque por el canal sólo pasan 188 metros cúbicos por segundo, sigue aumentando el nivel del río en los 33 poblados que fueron evacuados.
El subsecretario de Protección Civil del estado, Luis Manuel García Moreno, señaló que debido a que el incremento del nivel del río es constante, se había previsto que el puente de La Jovi se inundara, por lo que se ofrecieron a la población alternativas para entrar o salir de la comunidad.
Con información de Ángeles Mariscal, corresponsal