En riesgo por agua contaminada, 5 mil familias en Oaxaca
Ampliar la imagen Basurero ubicado en la parte más alta del bosque del municipio oaxaqueño de Santiago Yosondúa. La contaminación que genera afecta a más de cinco mil familias Foto: Foto La Jornada
Unas 5 mil familias que habitan en el municipio de Santiago Yosondúa, Oaxaca están en riesgo de padecer enfermedades por el agua que consumen de los manantiales, debido a que en la parte más alta del cerro se instaló hace nueve años un tiradero de basura a cielo abierto.
Habitantes de esa jurisdicción –distrito de Tlaxiaco– se quejaron de que hace nueve años se empezó a depositar la basura en la parte más alta de los cerros: una zona boscosa ubicada a unos 600 metros de altura donde crecen los pinos, ocotes y encinos. En medio, en el claro del bosque se han acumulando los desechos sin ninguna restricción. Ahí llevan el cascajo, pañales, llantas, envases de plástico y todo tipo de desperdicios.
En época de lluvias se convierte el lugar en una zona pestilente y el agua contaminada se filtra hacia los cimientos de los cerros que afectan los mantos freáticos y por tanto los manantiales que proveen de agua a los habitantes.
Los afectados señalaron que el riesgo de enfermedades es permanente en la zona donde viven unas tres mil familias y otras 2 mil que habitan en las rancherías de la Cañada de Galicia y El Vergel. El agua contaminada también la utilizan para el campo.
Los inconformes detallaron que el problema se inició hace nueve años, con el entonces edil Fidel Mayrén Sánchez, quien dejó que se usara la parte más alta del bosque como tiradero y el problema continuó durante la gestión del arquitecto Virgilio Osorio y del edil Roberto Osorio García, quien concluyó su gestión en diciembre de 2007.
Manifestaron su esperanza de que el asunto sea resuelto en este trienio por el alcalde electo Viliulfo Osorio Lazo, quien asumió su mandato el primero de enero de 2007. Señalaron que además del asunto de la basura, está también el del drenaje del centro de la población que desemboca en el río Esmeralda sin ningún tratamiento.
Señalaron que también ese río – que corre alrededor de 22 kilómetros- cuyo nombre se debe a lo verde de su agua está siendo contaminado. En él donde hay una cascada con una caída de aproximadamente 60 metros de altura y que sus habitantes consideran cuna “joya natural” pero ahí desembocan también las aguas negras del internado para niñas y niños indígenas Mi Patria.