Pide Bachelet la renuncia de todos los gobernadores

Mata la policía chilena a un joven mapuche por toma de una hacienda

Afp, Dpa y Reuters

Santiago, 4 de enero. La muerte de un joven estudiante mapuche, en un enfrentamiento con la policía, reactivó hoy los bloqueos carreteros y las movilizaciones de la etnia más importante de Chile que lucha por recuperar tierras ancestrales, cuyas manifestaciones se extendieron incluso frente a la sede presidencial en esta capital.

Esta protesta, que los indígenas amenazaron con extender a otras regiones del país, abrió un nuevo conflicto para la presidenta Michelle Bachelet, que tras afrontar la renuncia del jefe de gabinete se vio obligada a exigir la renuncia de todos los intendentes (gobernadores) como paso previo a un ajuste ministerial.

Decenas de mapuches cortaron la carretera que une las comuna de Cañete y Tirúa, al sur de Chile, en protesta por la muerte a tiros a manos de la policía del universitario Matías Catrileo, de 26 años, cuando los uniformados arremetieron contra la ocupación de una hacienda privada en Vilcún, en la Araucanía chilena.

Las autoridades acusaron a los indígenas de haber tomado con bombas molotov tierras pertenecientes a un empresario, un predio que es reivindicado como propio por los mapuches. A su vez, los mapuches acusaron al Estado de ser el “verdadero terrorista”, en respuesta a las críticas del gobierno y los empresarios.

Previamente a esta tragedia ya se venían realizando una serie de manifestaciones en varias ciudad del sur del país, además de la detención de 20 personas el jueves en Santiago. Pero la muerte de Catrileo, el episodio más grave desde el asesinato de otro activista indígena en 2003, reactivó hoy las protestas frente a La Moneda, que terminaron con una decena de detenidos.

Asimismo, se informó que tres personas resultaron heridas y dos detenidas en incidentes durante una protesta este día frente al consulado de Chile en la ciudad argentina de Bariloche, en repudio por la muerte del joven mapuche en Chile.

Los reclamos de los mapuches datan de una demanda histórica de esa comunidad étnica por la restitución de tierras ancestrales en todo el sur de Chile, que hoy están en manos de grandes terratenientes o empresas forestales privadas.

Dirigentes mapuches como Raúl Cariñe y Ximena Cumicán advirtieron que se mantendrán en movilización, y acusaron al gobierno de Bachelet de emprender una represión como la padecida durante la dictadura de Augusto Pinochet, y de estar aplicando con su pueblo un plan de exterminio.

Horas después, la mandataria designó a seis nuevos intendentes para las regiones de Santiago, Tarapacá, Bío Bío, Araucanía, Aysén y Los Lagos, tras la remoción de los anteriores, al confirmar que hará todos los cambios necesarios que se requieran en su gabinete luego de la dimisión del ministro del Interior, Belisario Velasco.

“Voy a cumplir el itinerario que yo he predefinido y ese itinerario se comienza a concretar desde el día de hoy en las regiones, donde está la gente”, justificó Bachelet, acusada de falta de liderazgo por la oposición de derecha.

La decisión de la gobernante socialista fue apurada por la salida del demócrata cristiano Velasco, lo que revelaría los diferendos al interior del oficialismo.

Esta salida se da, además, después de que los propios partidos del gobierno han estado reclamando desde mediados de 2007 un cambio ministerial, y que ahora marcará la conformación del cuarto equipo en menos de dos años de gobierno.