Aspirantes a Reyes Magos inundan el Monte
Alhajas, relojes, licuadoras y hasta ropa de cama servirán para guardar la tradición
Aun antes de concluir, el puente Guadalupe-Reyes dejó en la ruina a cientos de capitalinos, pues desde temprana hora de ayer hicieron largas filas ante alguna de las 152 sucursales del Nacional Monte de Piedad en busca de un préstamo para sortear los gastos de la compra de juguetes para Reyes, saldar deudas que dejaron las festividades o atender sus principales necesidades.
“Los gastos de las fiestas navideñas nos ganaron la batalla y no tuve otra posibilidad que acudir a empeñar mis alhajas y hasta la licuadora que me regaló mi hija”, comentó Teresa Martínez, quien junto con otras mujeres esperaban frente a la ventanilla número 6 de la casa matriz, porque, dijo, esta institución “es más sensible a las necesidades de los pobres y siempre nos presta un poquito más, lo que nos permite llegar a la quincena”.
Promesa rota
Con los mil 500 pesos “que nos dé por los relojes y las pulseras vamos a comprar los juguetes que pidieron los niños a los Reyes Magos”, dijeron a su vez Esteban y María, quienes debieron romper su promesa de no volver al Monte. “‘Nos volvieron a fallar las cuentas. Todo estaba más caro y no podíamos quedarnos atrás del resto de la familia, pero esta vez sí es la última que venimos a empeñar”, aseguraron.
El vocero del Nacional Monte de Piedad, Gustavo Méndez Tapia, informó que tan sólo para enero se destinarán 905 millones de pesos, a fin de atender a 750 mil familias, debido a que cada vez son más quienes “echan la casa por la ventana en este puente –que comprende del 12 de diciembre al 6 de enero– y tienen problemas para adquirir sus juguetes, iniciar un nuevo negocio o pagar las deudas que contrajeron”.
Una cuarta parte de las familias mexicanas ha recurrido, por necesidad o urgencia, a empeñar alhajas, relojes, electrodomésticos, ropa de cama nueva o hasta automóviles en la sucursal de Cuautitlán, pues se trata de una institución de asistencia que ofrece la tasa de interés más baja del mercado, 4 por ciento mensual, con la posibilidad de resguardar sus objetos de valor hasta por 17 meses antes de ser rematadas.
El vocero del Montepío mencionó que sólo cuatro de cada 100 pignorantes dejan perder sus objetos. La mayoría los refrenda hasta tres veces, pero son pocos quienes se deshacen de ellos, porque “siempre los sacan de apuros y vuelven a su poder, lo cual habla del cariño a sus pertenencias más valiosas y los esfuerzos que realiza la gente para conservarlos”.
Esta vez, ante la llegada de los Reyes, se registra una gran afluencia de personas a las 152 sucursales del Nacional Monte de Piedad, en las cuales se realizarán 22 millones de contratos prendarios, con préstamos acomodados por 12 mil millones de pesos durante todo el año, atendiendo las tres fechas de mayor demanda: la cuesta de enero, vacaciones de Semana Santa y finalmente el regreso de los niños a la escuela, en agosto y septiembre.
Los últimos regalos
Tan sólo este jueves se pudieron observar largas filas de pignorantes en las sucursales de la Plaza de la Constitución y Peralvillo, desde antes que abrieran sus puertas, a las 8:30 de la mañana, con la esperanza de “ser de los primeros en obtener un préstamo mayor que pueda ayudarnos a pagar los últimos regalos para los niños, los medicamentos y hasta la comida que necesitamos de aquí a la quincena, cuando nos darán la otra parte del aguinaldo y nuestro salario”, comentaron Israel y Noemí.
Como ellos, cientos de personas más acudieron a las diferentes sucursales de la institución a empeñar sus objetos de valor, por un tiempo, y “sortear así la fuerte cuesta de enero que ya se nos vino encima, y eso que todavía faltan los Reyes”, dijeron algunos pignorantes mientras esperaban en la larga fila frente a las ventanillas de la casa matriz, con la esperanza de obtener más dinero y hacer felices a sus hijos.