Acusa al gobierno francés de incumplir promesa ecológica
José Bové inicia huelga de hambre; exige prohibir cultivos transgénicos
Ampliar la imagen El militante altermundista francés, José Bové, inició ayer una huelga de hambre en compañía de otros 15 activistas para exigir al gobierno la prohibición de cultivos genéticamente modificados Foto: Reuters
París, 3 de enero. El militante antiglobalización francés José Bové inició este jueves una huelga de hambre para exigir que el gobierno prohíba cultivos genéticamente modificados, con la validación de la cláusula de salvaguarda frente a los reglamentos europeos que la autorizan.
El agricultor radical francés indicó a la radio France-Inter, que estará en huelga de hambre con otros 15 activistas en un edificio del centro de París, para protestar por el fracaso del gobierno de cumplir su promesa hecha en la conferencia de octubre sobre ecología celebrada en esta capital, de utilizar la cláusula para prohibir el uso de este tipo de cultivos.
Al término de la conferencia el gobierno decidió que hasta el 9 de febrero próximo suspendería al mínimo los cultivos genéticamente modificados, para darse el tiempo de adoptar una nueva ley sobre el tema.
El dirigente de la izquierda antiliberal dijo que el gobierno prometió escribir una carta a la Comisión Europea para informarle que Francia utilizaría la cláusula de seguridad para suspender el uso de transgénicos hasta que los estudios científicos demuestren que pueden cultivarse con seguridad.
Pero el gobierno, añadió, no ha enviado la carta y sólo suspendió el uso comercial de las semillas de maíz que dependen de la tecnología MON hasta el 9 de febrero. “Lo que espero es que la voluntad política (del pueblo) sea respetada”, apuntó.
Altos responsables gubernamentales dijeron en diciembre pasado que Francia ampliará su prohibición más allá del 9 de febrero y usará la cláusula de seguridad si existen dudas sobre el uso comercial de los transgénicos, pero permitirá a sus agricultores usar el maíz MON 810 que la Unión Europea ha autorizado, si los hallazgos de los expertos son extremadamente positivos.
Varias ONG critican al gobierno por no haber activado la cláusula de salvaguarda en Bruselas, que permite a un Estado miembro de la Unión Europea prohibir el cultivo de maíz transgénico autorizado a nivel comunitario.
José Bové, ex candidato a la presidencia francesa y protagonista de numerosas acciones contra restaurantes de comida chatarra, por las cuales ha sido condenado por la justicia, afirmó que la huelga apunta a “poner los pies en el plato”.
Además, el militante altermundista fue condenado a cuatro meses de prisión por haber destruido una plantación de maíz transgénico en 2004, pena que fue remitida en diciembre pasado.