La BMV seguirá estancada hasta mediados de año
El “minicrack” registrado por la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) al comenzar las operaciones de 2008, demuestra que no existe la estabilidad financiera pregonada por las autoridades mexicanas y se carece de elementos para reconocer el impacto que tendrá en México la desaceleración económica estadunidense, advirtió Roberto Galván, presidente de la firma consultora Vanguardia Investment.
Galván consideró “irresponsables” las declaraciones hechas por el presidente Felipe Calderón, sobre la “mala suerte” de que la crisis inmobiliaria en Estados Unidos haya irrumpido justo cuando en México se han aprobado dos de las reformas estructurales: la fiscal y la del ISSSTE.
En tanto, proyecciones de la Secretaría de Hacienda señalan que las pérdidas en activos estructurados en créditos hipotecarios en Estados Unidos han llevado a un cuestionamiento generalizado de este tipo de instrumentos, debido a que las pérdidas han sido mayores a lo pronosticado, a pesar de la calificación que ostentaban este tipo de papeles. El deterioro del crédito hipotecario en Estados Unidos ha generado un incremento significativo de la volatilidad en los mercados financieros.
Según el reporte de las autoridades hacendarias, las colocaciones de todo tipo de instrumentos con mayor riesgo se han visto afectadas, deteniendo el proceso de compras apalancadas. Tanto las pérdidas, como la mayor aversión al riesgo en los intermediarios financieros, han llevado a una contracción del crédito y a menor liquidez.
Máximo de la mezcla nacional
Un análisis del Grupo Financiero Interacciones considera que el debilitamiento de la economía estadunidense durante el primer semestre de 2008 limitará el desempeño de la BMV, aunque pronostica mejores condiciones para la segunda mitad del año.
En las próximas semanas, prevé, la bolsa mexicana seguirá estancada y con volatilidad por las cifras que documentarán el debilitamiento económico estadunidense, por lo que los inversionistas actuarán con cautela.
A esto se suma lo que se deriva del mercado petrolero, porque desde el 27 de diciembre de 2007 al 2 de enero de 2008 los precios de los contratos a futuro de los crudos marcadores en los mercados internacionales registraron un comportamiento al alza.
El 2 de enero la mezcla mexicana de exportación se ubicó en un máximo histórico de 84.99 dólares por barril, lo que significó un incremento de 2.6 por ciento (2.1 dólares por barril) con relación al jueves 27 de diciembre.