Usted está aquí: miércoles 2 de enero de 2008 Espectáculos Pancho Villa..., archivo fílmico testimonial de los revolucionarios

La cinta, de Francesco Taboada, reúne imágenes y recuerdos relacionados con el Centauro del Norte

Pancho Villa..., archivo fílmico testimonial de los revolucionarios

Viajamos a Chihuahua, Durango y Zacatecas en busca de sobrevivientes, afirma Manuel Peñafiel, productor del documental que ahora se presenta en devedé

El encuentro con el hijo del caudillo, Ernesto Villa Nava, uno de los más emotivos

Fue llevado a EU, pues su madre temía por su vida

Juan José Olivares

Ampliar la imagen Ernesto Villa Nava, en un fotograma de la cinta Ernesto Villa Nava, en un fotograma de la cinta

El 16 de marzo de 1916, Pancho Villa y sus Dorados invadieron el pueblo de Columbus, en lo que fue la primera irrupción militar a territorio estadunidense de un ejército latinoamericano. Ese mismo día, nacía en Durango un niño bautizado con el nombre de Ernesto Villa Nava, hijo del general. Luego de la muerte del caudillo, Ernesto fue llevado a Estados Unidos por su madre, quien le advirtió que nunca revelara su nombre o los matarían. O chenta y tres años después, Ernesto, por medio del documental Pancho Villa, la Revolución no ha terminado, regresa a la tierra de su padre para descubrir que es un héroe nacional.

Pancho Villa, la Revolución no ha terminado, dirigido por Francesco Taboada Tabone y presentado en festivales como el de Mar del Plata o Toronto, entre otros, se enfoca en esos personajes que conocieron de cerca al Centauro del Norte. Se trata de un archivo fílmico construido “con los apasionantes testimonios de algunos de los últimos sobrevivientes de la Revolución”, que ahora, aparece en devedé.

Sorprendentes hallazgos

“La filmación de Pancho Villa, la Revolución no ha terminado comenzó en septiembre de 2002, conmigo al volante, Francesco Taboada y yo viajamos hasta Chihuahua, Durango y Zacatecas rastreando a los sobrevivientes de la Revolución mexicana, a quienes localizamos paulatinamente. Después de pernoctar a la orilla de la carretera en el desierto, conducir miles de kilómetros y rodar infinidad de metros de película, el hallazgo más sorprendente quizás fue averiguar el paradero de Ernesto Villa Nava, hijo del Centauro del Norte, a quien su madre llevó huyendo hasta Estados Unidos empujada por el temor a que asesinaran a ambos después de matar a Pancho Villa en un atentado orquestado por el entonces presidente Plutarco Elías Calles, según expresó doña Juana María Villa, hija del brillante estratega militar, quien también nos abrió las puertas de su hogar”, comentó el fotógrafo Manuel Peñafiel, productor del filme.

Agregó: “Fue don Ernesto Villa Nava quien nos confió el secreto, que guardó por más de 80 años; nos relató que cuando tenía ocho su madre le susurró: ‘Mira, tú eres hijo del general Villa, pero nunca lo vayas a decir ni aquí, en Estados Unidos, ni en México se debe mencionar ese nombre, porque si tú lo dices de seguro nos matan’. Otra hija del revolucionario llamada doña Guadalupe Villa Quezada, recuerda vivamente a su padre, a quien describe como a un hombre sensible y emotivo, pero aguerrido ante la injusticia, ella asegura que los restos que yacen en el Monumento a la Revolución no son los huesos de su papá, ya que cuando el gobierno intentó trasladarlos a la ciudad de México, fueron los pobladores de Parral, Chihuahua, quienes se opusieron a tal medida”.

El productor agregó que luego de varios recorridos por los extensos territorios del norte del país durante cuatro años, fueron arribando a modestas viviendas y chocitas para capturar la colección de personajes que conforman esta película. “Todos estos ancianitos preservaron hasta el final de sus días la candidez intocada, a pesar del transcurso de sus dolorosos años. Cada una de las personas que conocieron a Pancho Villa nos relató episodios conmovedores de su vida, la cual refleja las condiciones precarias en que aún hoy día subsisten millones de mexicanos. No es necesario ser historiador para digerir las razones que empujaron al pueblo a levantarse en armas, algunos escritores patrocinados por la derecha pretenden minimizar la brutalidad de las circunstancias en las que vivían los oprimidos”.

Entre algunos pasajes de la filmación, el productor expresa que cuando uno de los personajes, don Julián López Macías, se presentó ante ellos como ahijado de Pancho Villa, engrasó su viejo rifle y lo disparó a campo abierto reviviendo aquella potente exclamación popular de ¡Viva la Revolución Mexicana¡, himno trágico que detonó el movimiento armado.

“Miguel de León Soto, quien trabajó como caballerango al servicio del general Villa, desistó ante la cámara cuando le hicimos algunas preguntas. Comprendí la razón por la cual aquel anciano dudaba en revelar su íntima biografía ante unos desconocidos: sobrevivir a una revolución armada, que dejó más de un millón de muertos, debe ser una experiencia que marca la sique hondamente. A pesar del tiempo transcurrido, don Miguel aún desconfiaba por temor a alguna represalia”, afirman los realizadores.

Relatos de algunos allegados

Durante el rodaje, los productores (creadores también del multipremiado documental Los últimos zapatistas) obtuvieron relatos de, por ejemplo, Juan Carlos Caballero, chofer de Pancho Villa. Recuerda haber matado a más de “40 enemigos. También Alberto López Becerra, después de meditarlo, nos confió que habían sido tal vez 80 hombres a los que sus disparos derribaron; él mismo se conmueve al recordar que los hacendados trataban a sus peones peor que a los animales”.

Manuel Peñafiel dijo que se propuso producir la película para “que la juventud escuche de viva voz cuales han sido y continúan siendo las razones de la gente para manifestarse en contra de la tiranía gubernamental que aún hoy día mutila las aspiraciones de muchos coterráneos; desde tiempos pretéritos la corrupción mantiene en el fango a México.

“Pancho Villa tuvo legítimas razones para desenfundar su pistola. En la actualidad se afilan los machetes proliferando los brotes de descontento popular; desgraciadamente los movimiento ciudadanos son aplastados por la fuerza pública sin brindar siquiera la oportunidad para el diálogo, la gente está hasta indignada de subsistir con las migajas arrojadas por los poderosos.”

Más información sobre el dvd en www.franciscovilla.com.mx

 
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