2008: Una relectura Del surrealismo
Este año se realizará un simposio internacional sobre la pintora española
En el centenario del natalicio de Varo, el MAM se torna surrealista
Se inaugurará nuevo montaje de la colección que donaron Walter y Alexandra Gruen
Además, muestras de la obra de la francesa Alice Rahon, el canadiense Alan Glass y el mexicano Friedeberg
Ampliar la imagen Imagen de Remedios Varo (enmedio), con su familia en 1916, tomada del libro de Janet A. Kaplan
Ampliar la imagen Alice Rahon, cuando pintaba Madame Dimanche, en 1960, en una publicación de la Galería Óscar Román
Ampliar la imagen Pedro Friedeberg, en una fotografía de Richard Davis tomada en 1964
Ampliar la imagen Harmony (fragmento), pintura de Remedios Varo, cuya obra será abordada en un simposio internacional en la ciudad de México
Ampliar la imagen El festín de los grandes transparentes, tomada del libro El arcoiris nocturno, obra de Alan Glass
El Museo de Arte Moderno (MAM) se torna surrealista en 2008. El centenario del natalicio de la pintora española avecindada en México Remedios Varo (1908-1963) se cumplirá el próximo 16 de diciembre. Para esa fecha ya se habrá inaugurado (13 de febrero) el nuevo montaje de la colección de Varo en depósito en el museo, gracias a una donación de Walter y Alexandra Gruen, ahora en la sala Carlos Pellicer, del segundo nivel.
Colección, por cierto, que todavía está en litigio, aunque el pasado 5 de diciembre el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) informó, mediante un comunicado, que la titular del juzgado tercero de distrito en materia civil en el Distrito Federal, Edith Alarcón Meixueiro, “resolvió que la Federación, entendida como la nación mexicana, es única y legítima propietaria de 39 obras pictóricas de la autoría de Remedios Varo Uranga, depositadas para su exhibición en el MAM”.
Para Osvaldo Sánchez, director del museo, una resolución favorable al INBA en 2008 constituiría el “mejor regalo que pudiéramos dar, tanto a Remedios como a la familia Gruen”.
También se habrá experimentado otra curaduría para el 21 de mayo, que coincidirá con un simposio internacional sobre la obra de Remedios Varo. Y se habrá presentado el libro de Tere Arcq sobre la pintora, editado por Artes de México.
Muestras para este año
El 4 de diciembre será inaugurada la primera exposición retrospectiva de la poeta y pintora surrealista francesa Alice Rahon (1904-1987), llegada a México en 1939. Ya que el movimiento fundado por André Bretón asimismo atrajo la atención de las generaciones posteriores, el 23 de octubre será abierta la muestra retrospectiva de Alan Glass (Montreal, 1932), artista canadiense radicado en México, curada por la investigadora japonesa Masayo Nonaka.
También está anunciada (28-VII-07, La Jornada) para el presente año una exposición del pintor y escultor mexicano Pedro Friedeberg (Florencia, Italia, 1937), cuya obra “participa de la intención surrealista”, afirmó en 1963 André Bretón.
Sobre el estado de “salud” que goza el surrealismo en la actualidad, Osvaldo Sánchez se remite al “entusiasmo” mostrado por los especialistas invitados al simposio. “Hay un acercamiento –apunta– al momento surrealista que quizá tenga que ver por la manera en que sus artistas entendieron la creación, que era realmente un vínculo vida-arte, que era único.
“Por lo general, fueron personalidades fuertes que vieron la vida como su mejor obra de algún modo. Eso quizá se relaciona en algo con la manera en que el arte hoy día está mucho más entendido y en un contexto cultural mucho más amplificado, digamos.
“También creo que hay un vínculo de construcción intelectual, de construcción filosófica, inclusive, de creación literaria dentro de los surrealistas, que quizá es una forma de entender la creación de manera mucho más expandida, que asimismo tiene que ver en cómo hoy día muchos artistas entienden la creación.
“Es decir, vemos que tal vez no hay mejores ejemplos que los surrealistas, que lo mismo hacían escultura que pintura, que una obra de teatro o vestuario. Finalmente, es algo que está pasando también en el sentido más amplio de la palabra, y los surrealistas explotaron mucho eso en su propia manera de vivir. Quizá hay una empatía de ese lugar, en donde el artista es un creador, en el sentido más amplio de la palabra; los surrealistas explotaron mucho eso en su manera de vivir”, comentó.
Renovado interés
De acuerdo con Osvaldo Sánchez, hay un interés “cada vez más marcado por el surrealismo hoy día”. En la subasta de noviembre pasado organizada por Christie’s, la pintura Exploración de las fuentes del río Orinoco (1959), de Varo, se vendió en nada menos que un millón 273 mil dólares, no obstante que su precio de salida fue de entre 400 y 600 mil dólares. La cifra alcanzada fijó un récord mundial para la artista. Cabe recordar que a mediados de los años 90, el cuadro Naturaleza muerta resucitando (1963) fue subastado por Sotheby’s en 550 mil dólares.
También el pasado noviembre, pero en Sotheby’s, las agencias internacionales de noticias consignaron la “puja intensa” de que fueron objeto tanto Au Bonheur des Dames (Au Bonheur des Citoyens), 1956, de Remedios Varo, como El baño (1957), de Leonora Carrington. El óleo de Varo se vendió en 881 mil dólares, con un precio de salida de 800 mil dólares, mientras el cuadro de Carrington alcanzó 541 mil dólares, muy arriba de los 350 mil del precio inicial.
La colección Isabel Gruen Varsoviano (In Memoriam), integrada por 39 obras, hasta principios de diciembre había estado en la sala José Juan Tablada del MAM. A partir del 13 de febrero la selección de obras de Varo se reabrirá al público dentro del recorrido de la segunda parte de la exposición de la colección permanente.
Para mayo, no obstante, se hará un nuevo montaje de la colección de Remedios Varo, ahora con una curaduría especial de Tere Arcq, que contempla piezas, inclusive, de préstamo internacional. También incluirá varias de las contribuciones de Varo a publicaciones periódicas, así como otros materiales que nunca se han expuesto.
Sánchez adelanta que la nueva curaduría abordará la relación de la pintora con las corrientes filosóficas de G.I. Girdjieff y Madame Blavatsky, y cómo esto influyó su obra. Es un montaje “bastante interesante, porque ahonda en una Remedios Varo que no todos conocemos. Es decir, en general se relaciona con el surrealismo o la alquimia, pero esto es mucho más una investigación filosófica de los mundos que alentaron su pintura”.
Muestra colectiva
En mayo/junio de 2007, con motivo de los 20 años del fallecimiento de Alice Rahon, la galería Óscar Román organizó la muestra colectiva El ojo del tiempo a través del surrealismo. En esa ocasión Román, coleccionista de la obra de la pintora originaria de la Bretaña, expresó (8-VI-07, La Jornada) que “aún falta por hacer una exposición que la ubique realmente, y eso que en vida gozó de éxito y reconocimiento”.
En México desarrolló la pintura
Rahon llegó a México en 1939 con su esposo, el artista austriaco Wolfgang Paalen, invitados por Diego Rivera y Frida Kahlo. Alice había participado en las actividades de los surrealistas en los años 30, en primer lugar como poeta. En México desarrolló la pintura; en 1944 tuvo su primera exposición en la Galería de Arte Mexicano.
Una calavera de azúcar, que alguien obsequió a André Bretón, fue decisiva para que Alan Glass dejara París y viajara a México en 1961, sumándose así a la lista de artistas surrealistas llegados al “país surrealista por excelencia”. Realizador de cajas y objetos, para Glass el surrealismo “está resurgiendo como nunca. Con la venta del archivo de Bretón, nunca se había hablado tanto del surrealismo. La propia hija quedó impresionada de ver el interés. Hay que ver la cantidad de exposiciones sobre el tema en Nueva York, París y Londres. Aparte, es algo que siempre existió y siempre existirá. Es una manera de percibir la vida”.
En el libro El surrealismo y el arte fantástico de México (1969), Ida Rodríguez Prampolini escribe que Friedeberg “muy pronto descubrió sus afinidades” con dicho movimiento. Sin embargo, el surrealismo para él “no es sino el método de que se ha valido para expresar la burla, el sarcasmo y su profundo desencanto. No existe un solo valor que el artista respete; es el surrealista de la negación de los valores del surrealismo”.