Dice que algunas importaciones crecieron a causa de la demanda del consumidor
Balance de la Sagarpa percibe más beneficios que males con el TLCAN
En la apertura total los productores de autoconsumo no serán afectados, asegura
Según la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), a cargo de Alberto Cárdenas Jiménez, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), pese a lo que han manifestado organizaciones campesinas, ha traído a los productores nacionales y al agro en general más beneficios que males.
En opinión de la Sagarpa, tras explicar que este 1º de enero concluyó el proceso de desgravación arancelaria de los productos agropecuarios en el marco del tratado, con la liberación total del maíz, frijol, azúcar y leche en polvo, “si bien el TLCAN trajo mayor competencia para los productores mexicanos, también abrió múltiples oportunidades al darles acceso a un mercado regional de más de 430 millones de personas”.
Indica que para los cuatro productos mencionados el proceso de desgravación fue paulatino, y en 2007 ya había ocurrido más de 90 por ciento de su desgravación, por lo que argumenta que la liberalizaciónción de 2008 “no deberá traer cambios significativos en su situación de mercado, sobre todo ante un escenario de precios altos en los próximos meses”.
Luego de remarcar que el objetivo general del TLCAN fue “crear una zona de libre comercio que facilitara el intercambio comercial y los flujos de inversión para impulsar el crecimiento del empleo y el ingreso, así como ser una herramienta más para apoyar la competitividad y el crecimiento económico en beneficio de los consumidores mexicanos”, la dependencia desglosa lo sucedido en estos 14 años.
Destaca que el TLCAN trajo “beneficios al consumidor en general mediante la disponibilidad de más productos, servicios de calidad y precios más accesibles.
Se dinamizó el sector exportador agroalimentario. En 2006, el comercio agroalimentario y pesquero de México con el mundo casi alcanzó 30 mil millones de dólares, cifra 2.6 veces superior a la registrada en 1994.
Según esta secretaría, “nos convertimos en el principal abastecedor de frutas y verduras de Estados Unidos”, y subraya que “estos sectores son de los más intensivos en uso de mano de obra que da empleos a muchas familias en el campo”.
Acota que de 1994 a la fecha “mantuvimos una tasa promedio de crecimiento anual de nuestras exportaciones agroalimentarias de casi 10 por ciento. Tan sólo en 2007 nuestras exportaciones agroalimentarias superaron los 14 mil millones de dólares”.
También se habría reducido el grado de dependencia agroalimentaria, al pasar de 12 por ciento en el periodo 1990-1994 a 6.3 por ciento en 2006.
Reseña que en 2003 se desgravó un grupo importante de productos agroalimentarios y “a la fecha no se observan impactos negativos, ya que su producción registra una tendencia positiva en la mayoría de ellos (carne de ave, 3.7 por ciento; huevo, 3.8; papa, 3.1; durazno, 6.6; manzana, 6.0, y trigo, 1.7)”.
También hay sectores (algunos granos, oleaginosas, carne de bovino y cerdo) que “han mostrado tasas de crecimiento bajas, a partir de su liberación arancelaria total, debido a que han tenido que enfrentar mayor competencia en el mercado nacional”.
Asegura que el “crecimiento” en las importaciones de algunos productos, como los granos forrajeros, oleaginosas y carne han sido motivados principalmente por la mayor demanda de proteína animal de los consumidores mexicanos.
Aborda el “dinamismo alcanzado por los sectores agroindustrial y pecuario (este último con un crecimiento promedio anual en carne de 2 por ciento en ente 1994 y 2007)”.
Una vez que presenta su extensa lista de beneficios, la Sagarpa reconoce que se debe “impulsar la producción y productividad en el sector para lograr unidades productivas más rentables y competitivas, fortalecer la organización productiva y la integración de las cadenas agroalimentarias, promover el aprovechamiento integral y sustentable de nuestros recursos naturales e impulsar el desarrollo de las capacidades productivas de nuestros productores mediante el acceso a tecnología, a la capacitación, al financiamiento y a los insumos a precios competitivos”, entre otros.
Finalmente, asevera que hay que “defender a nuestros productores con todos los instrumentos a nuestro alcance contemplados en nuestro marco jurídico”, y expone que en la apertura total del TLCAN “los productores de autoconsumo no tendrán efectos negativos, ya que no participan con su producción en el mercado, y por el contrario se benefician del acceso a bienes y servicios a precios más accesibles”.