En esa nueva agrupación participan los cárteles de Sinaloa, del Milenio y de Juárez
La Federación, respuesta del crimen a los operativos militares de este año
Actualmente participan 50 mil soldados y marinos en la estrategia contra el narcotráfico
El gobierno recibió reconocimientos internacionales por decomisos de droga y dinero
Ampliar la imagen Homenaje a los seis policías de Zacatecas que perdieron la vida en un enfrentamiento con un comando armado Foto: Gerardo Flores
En materia de combate al narcotráfico, el año que termina generó reconocimientos internacionales para el gobierno mexicano, debido a importantes decomisos de droga (más de 50 toneladas de cocaína) y dinero (205 millones de dólares en un solo golpe); sin embargo, esa actuación ha sido cuestionada por defensores de derechos humanos por las agresiones cometidas por militares que participan en labores de seguridad pública.
Los activistas documentaron y denunciaron que miembros de las fuerzas armadas asesinaron a civiles inocentes en enfrentamientos con delincuentes, como ocurrió en junio pasado en la comunidad La Joya de los Martínez, Sinaloa, cuando dos mujeres y tres niños murieron durante una balacera.
En este año primer año de gobierno también se reconoció que el crimen organizado buscó penetrar las esferas políticas, lo que generó que el presidente Felipe Calderón hiciera un llamado “enérgico” a gobernadores, alcaldes, legisladores y dirigentes de partidos políticos a cerrar filas. “Cerremos el paso de manera categórica y contundente a cualquier intento de participación del crimen organizado en la vida política del país”, señaló.
En contraste, el ex alcalde de Río Bravo, Tamaulipas, Juan Antonio Guajardo Anzaldúa, declaró que en ese estado el narcotráfico financiaba campañas y exigía a cambio que los encargados de la seguridad pública fueran designados por el crimen organizado. El ex diputado federal fue ejecutado a finales de noviembre.
Año de claroscuros
El 2007 también ha sido un año de claroscuros, pues a pesar de los operativos contra el crimen organizado, en los que participan 50 mil militares y marinos, las estructuras de los cárteles de la droga se aglutinaron para operar con mayor fuerza.
De hecho, hasta el gobierno de Estados Unidos aceptó la existencia de La Federación, una sociedad de viejos líderes del narcotráfico encabezada por Joaquín El Chapo Guzmán Loera, con presencia en 17 entidades del país.
El año que termina también resalta por el alto nivel de violencia con que el crimen organizado ha ejecutado a policías, militares, presuntos narcotraficantes o informantes de la autoridad.
En ese contexto, mientras los capos de la droga han logrado unir fuerzas para defender sus territorios de otros grupos, no se ha logrado concretar la reforma que permitiría la unificación de la Policía Federal Preventiva y la Agencia Federal de Investigación.
Decomisos cuantiosos
Los registros oficiales refieren que hasta diciembre de este año se incautaron más de 50 toneladas de cocaína, lo que según el gobierno federal representa una afectación a los ingresos de las organizaciones criminales superior a mil 400 millones de dólares.
Entre los cargamentos decomisados resaltan el de 11 toneladas de cocaína localizado en una bodega del puerto de Tampico, Tamaulipas, en octubre pasado, y otro de 23 toneladas de la misma droga en Manzanillo, Colima.
Respecto de la incautación de dinero, destacan los más de 205 millones de dólares del empresario mexicano de origen chino Zheli Ye Gon, en marzo pasado, en una residencia de Lomas de Chapultepec, en la ciudad de México.
Otros golpes que generaron reconocimiento internacional fueron las capturas de importantes operadores del cártel del Golfo, entre ellas la de Juan Óscar Garza Azuara, El Barbas, detenido el 18 de abril en Reynosa, Tamaulipas, y de Juan Carlos de la Cruz Reyna, El JC. Éste último fue aprehendido por militares cuando sostenía una reunión con los colombianos James Sánchez Cristancho, Tulio Enrique Jaramillo Collazos y Carlos Alfonso Betancourt Escobar en un restaurante de la ciudad de México, el 19 de agosto.
Asimismo, en junio fue detenido Luis Reyes, El Rex, encargado de coordinar la recepción y envío de cocaína colombiana a México, y recientemente Marco Antonio Ramírez del Río, Tony de Palma, quien controlaba las células de este cártel en San Luis Potosí, Tamaulipas, Querétaro, Hidalgo y el estado de México.
No menos importantes fueron las aprehensiones de Eleazar Medina Rojas, El Chelelo, quien al parecer encabezaba una célula del cártel del Golfo en el noroeste del país, y de Nabor Vargas García, El Débora, quien tenía control del corredor Campeche-Chiapas-Tabasco y pertenecía al grupo inicial de Los Zetas, brazo armado de este grupo delincuencial.
En ese contexto, durante los 12 meses recientes el combate al narcotráfico generó que viejos líderes del narcotráfico se integraran en La Federación.
De acuerdo con funcionarios del gabinete de seguridad nacional, La Federación es en realidad la suma los cárteles de Sinaloa y el de los hermanos Valencia (conocido como del Milenio), pero su poderío se incrementó con la inclusión de ex integrantes del cártel de Juárez.
Reportes de la Procuraduría General de la República (PGR) y de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal refieren que la La Federación es dirigida por Joaquín El Chapo Guzmán, aunque cuenta también entre sus líderes con Ismael El Mayo Zambada, Ignacio Coronel Villarreal, los hermanos José Alfredo, Marco Arturo y Carlos Beltrán Leyva, y a Juan José Esparragoza Moreno, El Azul.
Los informes refieren que el brazo ejecutor de esta organización es dirigido por Édgar Valdez Villarreal, La Barbie, quien cuenta con grupos de sicarios que operan en al menos 15 estados, aunque con nombres como Los Negros y La Familia.
Sin embargo, La Federación es considerada como la agrupación más fuerte del narcotráfico en México, a pesar de golpes tan importantes como el decomiso de más de 23 toneladas de cocaína en Manzanillo, Colima, el pasado mes de octubre.
Muestra de ello es que esta organización mantiene sus operaciones pese a las detenciones de Sandra Beltrán Ávila, La Reina del Pacífico (28 de septiembre); José Luis Angulo Soto, Mi Niño (18 de agosto), y Pedro Alfonso Alatorre Damy (8 de noviembre), y los decomisos de cuatro toneladas de cocaína en Tixkokob, Yucatán (septiembre), que pertenecían a la organización de El Chapo Guzmán, así como el mencionado en Manzanillo.
Numeralia del crimen
De acuerdo con fuentes de la PGR y la SSP federal, el número de muertes ligadas al crimen organizado en 2007 creció más de 10 por ciento en relación con el año anterior, al pasar de 2 mil 300 a 2 mil 561 (hasta el 26 de diciembre).
En esa estadística resalta la ejecución de 45 militares y cinco marinos, además de personajes del espectáculo, como Sergio Gómez, del grupo K-Paz de la Sierra, asesinado en Michoacán en noviembre pasado. Antes, en febrero, fueron ultimados en ese estado cuatro integrantes de la Banda Fugaz, además de Zayda Peña, asesinada en un hospital de Tamaulipas, donde se recuperaba de un primer ataque.