Vencieron por global de 6-2 a las Leonas de la Universidad de Guadalajara
Las Dragonas conquistaron el primer torneo femenil de la FMF
Leonardo Cuéllar anunció incentivos para las tricolores a partir de 2008
Sarahí Ortiz, lista para ser enrolada en la Sub-17
Claudia García, del equipo ganador, se coronó líder goleadora, con 19 tantos
El técnico Rodrigo Dey dijo que valieron la pena los sacrificios que hicieron
Ampliar la imagen Las Dragonas posan con el trofeo luego de ganar la final de la Liga Mexicana de futbol femenil Foto: Roberto García Ortiz
Las Dragonas (Ecatepec) se impusieron ayer por rotundo 4-1, para un global de 6-2, a las Leonas de la Universidad de Guadalajara en el torneo femenil de futbol Superliga Apertura 2007, en el casi vacío estadio Azul.
El principal ganador resultó el técnico Leonardo Cuéllar, quien salió feliz con una nómina de prospectos, entre ellas la pequeña Sarahí Ortiz, lista para enrolarla en la Sub-17.
En el partido de ida, en Guadalajara, también triunfaron las Dragonas del Instituto Oriente (2-1), y ayer vencieron con dos tantos de Claudia García, otro de Vanessa Martínez y redondeó Mónica Ocampo. Por las tapatías descontó Cristina González, de penal.
García recibió un cetro especial por sus 19 goles durante el torneo, mientras la quinceañera Sarahí, quien juega en la media y también es delantera, fue citada para el 13 de enero por Cuéllar.
El estratega ganador, Rodrigo Dey, confesó que algunas veces tuvo que poner de su bolsillo para completar el pago de arbitrajes o los viáticos, “pero valió la pena”.
El dominio de las de Ecatepec fue amplio, comandadas por la capitana Vanesa Martínez y con el gran aporte de otras seleccionadas como Mónica Ocampo, la goleadora García, Yalu Mondragón y Lourdes Gordillo.
Fue sobresaliente la actuación de la portera Daniela Germán, quien pese a su sobrepeso y con sus anteojos especiales hizo buenas atajadas: “hago lo que puedo... Creen que estoy muy pesada, pero me siento bien”, explicó.
Por las Leonas Negras la capitana fue Dunia Pardo, sobrina de Pável Pardo. Usa también el número 13 y el equipo cuenta con seleccionadas como Carla Rossi, Arely Martínez, María de Jesús Castillo y Tania Morales. El técnico Marco Favio fue expulsado por despotricar ante las graves fallas defensivas de sus dirigidas.
Con el júbilo desbordado, las ganadoras se bañaron en espuma artificial, alzaron el trofeo y dieron la vuelta olímpica sin importarles el vacío del estadio Azul, apenas poblado por unas 300 personas que no cesaron de aclamarlas.
Mónica Ocampo dedicó el cetro a sus padres y a sus compañeras: “fue muy difícil el torneo, ojalá se haga otra liga con un nivel mayor y todo sea para ayudar al futbol femenil”, agregó.
Cuéllar dijo que quienes ya visten la playera tricolor cuentan con “becas del proyecto de federación”, pero “a partir del 1º de enero tendrán otros incentivos: vienen viáticos, premios, becas para que hagan cursos de entrenadoras, preparadoras físicas, sicólogas o administradoras.
“Becas como la de Iris Mora, quien se llevó unos 150 mil dólares de estudios en la UCLA... pero lo más beneficioso es que la FIFA creó el Mundial Sub-17.
“Hay en puerta elimintoria olímpica para la mayor, se busca ir a Nueva Zelanda Sub-17 y Chile Sub-20. ¡La federación ayuda más de lo que se imaginan!”, puntualizó Cuéllar, quien así buscó matizar la ausencia de federativos durante la entrega del trofeo.
No obstante, el encargado de las selecciones femeniles tiene otro sueño: aspira a que en el país se organicen ligas regionales y posteriormente se enfrenten los equipos campeones.
“Me preocupa la creación de circuitos más competitivos, pero debemos tener paciencia, porque ahora los viajes son un hoyo en las bolsas de los papás”, concluyó.