Retener Michoacán, una de las pocas satisfacciones del sol azteca durante el año
2007, año de recuperación electoral para el PRI y de grandes descalabros para AN
Derrotas dolorosas del blanquiazul en Yucatán y Aguascalientes; se mantiene en BC
El PT será gobierno por primera vez en Juchitán; avances importantes de Convergencia
Ampliar la imagen Votantes de Dzemul, Yucatán, el pasado 20 de mayo Foto: José Antonio López
En 2007 el panorama para los partidos políticos fue diverso, desde el claroscuro panista hasta la recuperación tricolor –a cada descalabro del PAN en los comicios locales correspondió un triunfo del PRI– pasando por un PRD que conservó la mayoría de posiciones con un ligero aumento en las preferencias, como sucedió también con PT y Convergencia.
Los dos últimos consiguieron, solos o en alianza, triunfos importantes en elecciones estatales y municipales: el PT gobierna por primera vez en Juchitán, Oaxaca, mientras Convergencia logró 16 diputaciones locales, 24 alcaldías, 285 regidurías y 25 sindicaturas.
Por su parte, el PAN perdió la gubernatura de Yucatán y vio caer drásticamente sus preferencias electorales en Aguascalientes y Tlaxcala. En Michoacán disputó al PRD el gobierno estatal, pero al final el sol azteca retuvo la posición.
El año electoral comenzó el 20 de mayo con los comicio de Yucatán, donde el blanquiazul perdió la gubernatura frente a la priísta Ivonne Ortega y un número importante de municipios.
De 50 que tenía en 2004 bajó a 38, y obtuvo cinco distritos de mayoría relativa, es decir, cuatro menos que hace tres años. En esta entidad el tricolor mostró una importante recuperación.
La dirigencia blanquiazul responsabilizó del fracaso a la falta de coordinación entre los operadores políticos del gobierno federal y del propio PAN, y a las divisiones internas que forzaron la renuncia de Ana Rosa Payán.
La hoy ex panista denunció irregularidades graves en el proceso de selección interna y buscó la candidatura del PT y Convergencia, en tanto, Ortega Pacheco, candidata heredera del madracismo, supo capitalizar el descontento de los yucatecos ante la mala administración panista.
Con insistencia se mencionó en corrillos políticos que el gobierno de Felipe Calderón pactó con el PRI la entrega de la gubernatura a cambio de que ese partido aprobara las reformas legislativas del michoacano. Esto último sucedió con frecuencia en 2007.
División perredista en Zacatecas
El primero de julio hubo elecciones para renovar congresos y presidencias municipales en Chihuahua y Durango, y elegir gobernador en Zacatecas.
En la primera entidad el PRI se mantuvo como primera fuerza, el PRD conservó espacios y el PAN ganó 18 municipios (tres menos que en 2004) y siete distritos de mayoría relativa (dos más que hace tres años). Entre los ayuntamientos que mantuvo en su poder destaca la capital del estado, mientras Ciudad Juárez, uno de sus bastiones, quedó en manos del PRI.
En Durango, el blanquiazul redujo el número de alcaldías en su poder: obtuvo nueve (cuatro menos que en 2004) y no logró ninguno de los 17 distritos electorales en disputa. Todos los ganó el tricolor.
Producto de la fractura interna, el PRD perdió presencia en Zacatecas; el panismo capitalizó esa situación y las dificultades que impidieron al sol azteca aliarse con el PT. El PAN logró nueve ayuntamientos, entre ellos la capital, es decir, cuatro más que en 2004, y tres distritos electorales.
El 5 de agosto, luego de un prolongado enfrentamiento entre el gobernador panista en Aguascalientes y la diputación blanquiazul, las elecciones en la entidad se convirtieron en una de las peores derrotas para Acción Nacional y uno de los triunfos más destacados del PRI.
En esta entidad, el panismo perdió seis municipios y logró sólo cuatro en coalición con Nueva Alianza, mientras el PRI le arrebató la capital. Por lo que hace a los distritos, Acción Nacional perdió ocho de 15 que alcanzó en 2004. En Aguascalientes, Convergencia se convirtió en la tercera fuerza electoral, el PVEM en la cuarta y el PRD en la quinta.
El mismo día hubo elecciones en Baja California y Oaxaca. En la primera entidad el blanquiazul aumentó sus votos: mantuvo la gubernatura y logró cuatro alcaldías y 14 distritos electorales, lo que significó dos municipios y tres distritos más que hace tres años. Sobresale aquí su victoria en Mexicali y Tijuana.
Oaxaca: otro descalabro para AN
En Oaxaca, las elecciones se convirtieron en nuevo descalabro para el PAN y un claro reposicionamiento priísta. De 20 ayuntamientos que tenía en 2004, el panismo conservó seis y no pudo ganar un solo distrito (hace tres años obtuvo siete), en tanto, el PRI ganó prácticamente todo y las esperanzas del PRD se desvanecieron por completo.
El 2 de septiembre se llevó a cabo la elección de diputados y presidentes municipales en Veracruz, donde se repitió la fórmula. El blanquiazul sufrió otra derrota y el PRI ganó prácticamente todo.
Acción Nacional ganó 31 alcaldías y 12 distritos frente a 88 municipios y 14 distritos que obtuvo tres años antes. El blanquiazul fue el gran perdedor.
En octubre hubo comicios en Chiapas y Sinaloa. En el primer estado el PRI presentó un avance, el PRD mantuvo sus preferencias y el PAN ganó 22 ayuntamientos (contra 11 de 2004), además de cinco distritos (contra 13 que logró tres años atrás en coalición con PRD y PT).
En Sinaloa, mientras tanto, de nueva cuenta el PRI se alzó con la mayoría de triunfos y el PAN logró apenas dos ayuntamientos (tres menos que en 2004) y seis distritos (dos más que tres años antes).
El 11 de noviembre hubo elecciones en Michoacán, Puebla y Tamaulipas. Por escaso margen, el sol azteca mantuvo el gobierno en la primera entidad, lo que representa una de sus pocas satisfacciones este año. Elevó su votación de 22 a 27 por ciento, duplicó el número diputados (llegó a 13) y obtuvo 23 municipios, cuando hace tres años sólo tenía 12.
En Puebla, sin embargo, el PRI ganó prácticamente todo; el PAN redujo su votación en 5 por ciento, y el PRD no pudo siquiera mantener sus espacios.
Contra este panorama, en Tlaxcala el PAN creció. De tres distritos subió a 14 y obtuvo 19 municipios (entre los que se encuentran Huamantla y Apizaco), seguido por PRD y PRI.
En Tamaulipas, el PRI recuperó el municipio de Reynosa, mientras el PAN pasó de cuatro a ocho ayuntamientos gobernados, aunque no pudo obtener ninguno distrito electoral.