El estado de México se convierte en la entidad clave rumbo a la elección del líder nacional
Genera inconformidad reparto de consejeros y delegados en el PRD
Demandan al CEN que no apruebe la lista; Ramírez Cuéllar: el partido no aguantará la tensión
El Comité Técnico Electoral del PRD hizo pública la asignación de los mil cien delegados al congreso nacional de marzo próximo en el que se elegirá a la nueva dirigencia partidista, lo que de inmediato provocó reacciones de inconformidad y recelo, toda vez que se perjudicó a más 20 entidades, entre ellas Guerrero, Oaxaca y Zacatecas.
En contraparte, el estado de México resultó favorecido, ya que le asignaron 254 delegados y 44 consejeros, por lo que se convierte en el gran elector, mientras en entidades donde hay gobiernos perredistas, como Baja California Sur, tienen igual número de posiciones que Jalisco y otros donde la influencia del PRD es mínima.
“Hay un enorme desequilibrio y errores muy graves”, advirtió el secretario de Relaciones Políticas del PRD, Juan Manuel Ávila. Demandó que el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) no apruebe esa tabla, que “evidentemente beneficiaría a algún grupo”.
Por separado, Alfonso Ramírez Cuéllar, precandidato a la dirección del PRD, alertó sobre “el grado de tensión que se ha introducido en la contienda electoral del próximo 16 de marzo”. Destacó que el partido no va a aguantar ese clima de confrontación y polarización al que se ha llegado y adelantó que propondrá varias medidas que garanticen la limpieza del proceso, entre ellas castigar con la expulsión a quien intente la compra de votos y a quienes lleven a cabo actos fraudulentos.
En entrevista, Ávila comentó que la tabla de asignación de delegados y consejeros que un día antes dio a conocer en su página de Internet el Comité Técnico Electoral es preliminar y puede modificarse, ya que se lesiona a la mayoría de los estados de la República.
Experto en el tema, ya que ha ocupado antes la cartera de asuntos electorales en el CEN del PRD, explicó que de acuerdo con los estatutos y la normatividad que rige en el partido, los delegados y consejeros al próximo congreso nacional se deberán elegir conforme al principio de representación proporcional, es decir, 50 por ciento en relación con los votos emitidos en la última elección interna y 50 por ciento de acuerdo con los resultados de la reciente elección de diputados federales.
El Comité Técnico Electoral, que encabeza el senador Arturo Núñez, tomó como base la elección interna del PRD de julio, en la que sólo participaron 18 entidades, y en las otras 14 los procesos se realizaron hasta agosto, lo que da una conformación desequilibrada, donde la mayoría de los estados tendrían menos delegados y consejeros de los que les corresponde y 14 entidades serán fuertemente castigadas.
Ávila reveló que el miércoles por la noche se reunió con integrantes de ese comité y les dijo que cuatro de sus indicadores eran incorrectos, corrigieron tres, pero no el fundamental, que es tomar como base una elección donde no participaron todas las entidades del país.
Su propuesta es que el indicador sea la elección interna de marzo de 2005, que es la más reciente en que tuvieron participación las 32 entidades, con la finalidad de que el nombramiento de delegados se ajuste a la legalidad en el PRD.
La tabla propuesta da 254 delegados al estado de México, incluso por encima del Distrito Federal, al que se asignaron 188; sigue Oaxaca, con 81; Veracruz, con 72; Chiapas, 60; Tabasco, 54; Michoacán, 45; Puebla, 27; Zacatecas, 24, al igual que Baja California Sur y Jalisco; Morelos, 16, hasta llegar a Colima, donde sólo se podrán elegir dos delegados.
En el caso de los 192 consejeros, la situación es similar. Al estado de México se le asignan 44; al Distrito Federal, 32; Oaxaca, 15; Tabasco y Chiapas, 10; Guerrero, ocho; Puebla, cuatro al igual que Baja California Sur y Zacatecas, y al resto de los estados entre tres y uno.
De aprobarse en esos términos la tabla propuesta, repercutirá en la elección del próximo 16 de marzo, en que se renovará el CEN perredista, pero también en la integración del Consejo Nacional, que habrá de operar los próximos tres años.
“No podemos tener una conformación desequilibrada del consejo, ni una formación ficticia del congreso, que no corresponde a la realidad del perredismo, ni en lo que se refiere a resultados en elecciones constitucionales ni en elecciones internas”, recalcó.
En entrevista aparte, Alfonso Ramírez Cuéllar, precandidato a la dirigencia del PRD, quien reprogramó para principios de enero su reunión con el titular del Comité Técnico Electoral, Arturo Núñez, exigió reconstruir la unidad de liderazgos en el PRD para detener “la riña y la confrontación” a que se ha llegado.
No quiso precisar quiénes son los promotores de esa “riña”, señaló que “no tiene mucho sentido hacer sólo arengas y descalificaciones, cuando ni Jesús Ortega ni Alejandro Encinas promueven ningún programa para la reforma del partido”.
Adelantó que propondrá formalmente a Núñez establecer sanciones severas en la elección del nuevo dirigente del PRD, como la expulsión del partido, para impedir prácticas corporativistas, como entrega de despensas y otras dádivas para la compra del voto.
Asimismo, fincarle responsabilidades penales a todos los que lleven a cabo acciones fraudulentas, como el robo de urnas y falsificación de documentos.