El prelado Flavio Cappio, hospitalizado tras cumplir 23 días en huelga de hambre
Descarta Lula interrumpir las obras de trasvase de río por ayuno de obispo
El proyecto no está concebido para los pobres; dañará el medio ambiente, dice el religioso
Beneficiará a 12 millones de personas en las zonas más áridas, según el gobernante brasileño
Brasilia, 20 de diciembre. El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, descartó tajantemente hoy la posibilidad de interrumpir las obras de trasvase del río Sao Francisco a raíz de la huelga de hambre del obispo Luiz Flavio Cappio, quien fue hospitalizado anoche tras cumplir 23 días de ayuno.
“Si el Estado cede, el Estado se acaba. Y el Estado necesita funcionar”, afirmó hoy el mandatario, al reiterar su esperanza de que las autoridades de la Iglesia católica logren convencer el religioso de 61 años a interrumpir su protesta.
“Yo aprendí con mis compañeros de la Iglesia católica que sólo Dios puede dar y quitar la vida. La Iglesia no debe meterse en cuestiones técnicas”, expresó Lula.
El presidente brasileño sostuvo que el proyecto de trasvase del principal río del noreste brasileño, que tendrá un costo de 3 mil millones de dólares, beneficiará a 12 millones de personas que viven en las regiones más áridas, y por ello no renunciará a la obra, pese a la huelga de hambre iniciada el 27 de noviembre por Cappio.
Cappio sostiene que el proyecto no está concebido para los pobres sino que dañará al medio ambiente y sólo será ventajoso para los grandes agricultores, industriales y quienes explotan la pesca del camarón.
“Entre la huelga de hambre y millones de nordestinos que serán beneficiados, yo opto por los 12 millones”, expresó Lula, quien recordó que él mismo hizo una huelga de hambre, en la década de 1980 durante el régimen militar, cuando estaba preso en Sao Paulo, y fue convencido por un obispo católico de abandonar esa medida.
Cappio fue trasladado la noche del miércoles a la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Memorial de Petrolina, en el estado de Pernambuco, tras sufrir un desmayo en la vecina ciudad de Sobradinho, en el estado de Bahía.
Según un informe divulgado hoy por la clínica, el religioso fue trasladado hoy a una habitación normal del hospital. Precisó que Cappio está consciente, conversa y se encuentra en condiciones estables, pero su estado “es aún frágil”.
El obispo de la prelacía de Barra, en el estado de Bahía, aún no se alimentó por vía oral y, según el Consejo Indigenista Misionero, vinculado a la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), se ignora si pretende mantener el ayuno.
Cappio se desmayó anoche cuando preparaba una nota en la que comentaría la decisión del Supremo Tribunal Federal de autorizar la reanudación de las obras de trasvase, interrumpidas la semana pasada a raíz de un fallo judicial preliminar por considerar que faltan estudios sobre el impacto ambiental del proyecto.
Familiares de Cappio informaron que pedirán al obispo que suspenda la huelga de hambre que ya le hizo bajar nueve kilos de peso: “Él ya no está en condiciones de seguir el ayuno”, afirmó el sobrino del religioso, el juez Luis Roberto Cappio Pereira.
La batalla de los opositores del proyecto, sin embargo, ya parece perdida después del visto bueno dado por la Corte Suprema y del fracaso de las negociaciones comandadas por la CNBB para lograr un acuerdo entre el obispo y el gobierno.