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Zacatecas: de frijoleros a migrantes Óscar Pérez Veyna El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y sus plazos pueden modificase. De no haber cambios, los efectos conocidos sobre el campo (migración, baja productividad, abandono de tierras) se agudizarán. El sector agropecuario ha acumulado entre 1994 y 2007 experiencias que han sido documentadas por sus implicaciones sobre grandes masas de productores. Zacatecas, una entidad que basa su economía en los sectores primario y terciario, resiente con cruda realidad los efectos de la política agrícola gobernada por el modelo económico imperante. La migración, como uno de estos efectos, presenta a partir de la firma del TLCAN un incremento sustancial tanto en lo interno (campo-ciudad) como al exterior (hacia Estados Unidos). Entre 1995 y 2000, 34 de los 57 municipios registraron tasas de crecimiento demográfico anual igual o inferior a cero; en 2005, los municipios con esta característica representaron 43 por ciento del total en la entidad. En 2000 Zacatecas fue clasificado como un estado de “muy alto grado de intensidad migratoria”. Producto de la organización de los zacatecanos en Estados Unidos, surgió el programa 3x1 para migrantes. De los 58 municipios, sólo cuatro no recibieron apoyo de este programa en el periodo 2002-2005. De los que sí recibieron apoyo, 39 municipios mantuvieron una tasa de despoblamiento constante; de ellos, emigraron 48 mil 46 personas. Las cabeceras municipales de mayor crecimiento poblacional (Calera, Guadalupe, Loreto, Fresnillo) nutren su estadística con la llegada de habitantes de municipios con pocas posibilidades de desarrollo que buscan mejores expectativas. Bajo el cielo zacatecano, migración y despoblamiento convergen de manera desfavorable para la economía de la entidad. El frijol en Zacatecas ha significado históricamente una importante fuente de abasto para el mercado nacional (más de 30 por ciento de la producción nacional) y, de manera recíproca, los productores han logrado un alto grado de especialización, no obstante los recurrentes problemas de comercialización; 57 por ciento de la superficie cultivada se siembra con frijol y ocupa cerca de 70 mil personas (aproximadamente 14 mil familias). Es impostergable la renegociación del capítulo agropecuario del TLCAN. Carecemos de las condiciones para que nuestros agricultores enfrenten con éxito la competencia de productos importados con fuertes subsidios. La región productora de frijol en Zacatecas se ubica sobre municipios marcados simultáneamente por niveles de marginación y emigración altos. No es difícil pronosticar un éxodo mayor de frijoleros que, al ver desplazado su grano, tomen la alternativa de la migración. Análisis realizados por estudiantes del Programa de Doctorado en Estudios del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Zacatecas sobre las circunstancias que viven los frijoleros, deben obligarnos a dilucidar escenarios posibles de factores económicos (valor del producto, costo de fertilizantes, semilla, subsidios) y productivos (variedades, densidades de siembra, pesticidas, etcétera) sobre los cuales nuestros productores puedan acercarse paulatinamente a una sostenibilidad económica que les disipe la idea de migrar. Ante la creciente migración de zacatecanos hacia Estados Unidos y la incertidumbre que implicaría el libre ingreso de frijol a México, se presenta la urgente necesidad de aprovechar aquellas disposiciones del TLCAN que permiten apoyar la producción interna y la generación de empleos. Es urgente el diseño de políticas públicas comprometidas con los frijoleros y con el campo en general. El tiempo se acaba, las posiciones se tensan, la frontera se militariza, hay una cada vez mayor exposición a riesgos de nuestros migrantes en su intención de pasar la frontera ante la falta de oportunidades para lograr un ingreso digno. Los que logran pasar dejan atrás, en comunidades y poblados, mujeres y niños abandonados a su suerte. Las remesas ayudan a paliar la circunstancia, pero está visto que el costo social es mucho mayor. Las condiciones sobre las que se firmó el TLCAN no son las actuales (organismos genéticamente modificados, calentamiento global, seguridad, biocombustibles, etcétera) para ninguno de los tres países. Esto hace necesario plantear la renegociación, misma que, de darse, deberá incorporar a los actores centrales (productores) y no a negociadores que desconocen la realidad, como la de los frijoleros en Zacatecas que ven sólo incertidumbre luego de producir una leguminosa fundamental en la dieta del mexicano. Secretario académico del Doctorado en Estudios del Desarrollo de la UAZ |