Jornada a cargo de uniformados de la dirección de seguridad pública municipal
Traducen Cien años de soledad a clave policiaca en Neza
Se suma a las más de 40 versiones de la novela del escritor colombiano
Prosigue iniciativa de fomento a la lectura para mejorar la formación integral de diversos agrupamientos de ese órgano, incluido el personal de protección civil
Esperan concretar la Biblioteca Policial en 2008
Ampliar la imagen Una integrante de la policía municipal ayer durante la sesión de lectura de la célebre novela del premio Nobel colombiano Gabriel García Márquez Foto: cortesía presidencia municipal de Ciudad Nezahualcóyotl
“Muchos alfas posteriores, frente al grupo que hace 44, el coronel Aureliano Buendía hacia 60 de una tarde remota en que su progenitor le 26 al 62 el hielo. Macondo era un 22 habitacional de veinte 94 de barro y caña 9 construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que hacia 26 por 22 de rocas pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente que muchas cosas eran 56 de 62, y para 57 había que ponerles el dedo. Todos los alfas, el final del primer trimestre, una familia de gitanos indigentes ponía su 94 cerca del 22 habitacional, y con fuerte 9 de equipo sonoro daban 62 nuevos inventos.”
Así es como se lee el comienzo de la novela Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, traducida a clave policiaca.
El trabajo fue realizado ayer por un grupo de policías pertenecientes a la Dirección de Seguridad Pública Municipal de ciudad Nezahualcóyotl, como parte de las actividades del programa Literatura siempre alerta, que tiene como propósito el fomento a la lectura entre los elementos policiacos de esa demarcación, y con ello mejorar de manera integral su formación.
La idea es traducir a clave policiaca el mayor número de fragmentos de la novela del premio Nobel colombiano García Márquez, los cuales se sumarían a las más de 40 traducciones que se han hecho en otros idiomas.
Hace dos años fue El Quijote
El programa Literatura siempre alerta, creado en abril de 2005, integra a la mayoría de los mil 700 elementos de seguridad pública del municipio de Nezahualcóyotl. Divididos en 31 grupos, quincenalmente asisten a talleres de redacción, ortografía, lectura y análisis de textos literarios.
Entre las actividades que se han llevado a cabo, hace dos años otro grupo de policías se dio a la tarea de traducir a clave policiaca algunas partes de El Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes. Asimismo se han editado dos antologías: Literatura siempre alerta y Arta palabra, la primera con cuentos policiacos escritos por reconocidos autores, y la segunda de poesía, volúmenes que se distribuyen gratis entre los uniformados.
El año pasado, aprovechando el furor futbolero, se organizó el torneo El Mundial de Futbol, Literatura y Policía: Neza 2006 (La Jornada, 10/5/06).
El proyecto de la Biblioteca Policial “se espera que en 2008 se concretice. Por el momento se tienen más de 300 títulos”.
Hace dos meses se lanzó una convocatoria para seleccionar y publicar algunos textos escritos por los policías, con los que se conformaría el volumen Parte de novedades, número dos.
Dicha iniciativa de fomento a la lectura entre los uniformados, ha sido reconocida por autoridades locales e internacionales.
“Entre los interesados en poner en práctica dicho programa figuran Venezuela y Argentina. Aquí se encuentran el municipio de Ecatepec y las autoridades del Distrito Federal lo han puesto en marcha con el nombre Letras en guardia”, comentó Eric López Padilla, coordinador del programa, al término del acto efectuado el auditorio de la Universidad La Salle, campus Nezahualcóyotl, en el que se leyeron algunos fragmentos en clave policiaca de Cien años de soledad y se presentó la edición conmemorativa del volumen, editado por Alfaguara y la Asociación de Academias de la Lengua Española.
Participación de Benito Taibo
Con la asistencia del presidente municipal de Ciudad Nezahualcóyotl, Víctor Manuel Bautista; el director de seguridad pública, José Jorge Amador; y el rector de la Universidad La Salle, Raúl Valadez, entre otras autoridades, y antes de que el escritor Benito Taibo, mediante ciertas anécdotas personales, de manera amena exhortara a las decenas de uniformados presentes a leer no sólo por aprender, sino por placer o pasión, los policías, en voz de uno de ellos, pudieron conocer y disfrutar que:
“José Arcadio Buendía, sin entender, extemdió la mano hacia el témpano, pero el gigante se la apartó. ‘Cinco reales más para tocarlo’, dijo. José Arcadio Buendía los pagó, y entonces puso la mano sobre el hielo, y la mantuvo puesta por varios minutos, mientras el corazón se le hinchaba de temor y de júbilo al contacto del misterio. Sin saber que decir, pagó otros diez reales para que sus hijos vivieran la prodigiosa experiencia”
(“José Aureliano Buendía, 56 de 62, 53 63 hacia el témpano, pero el 40 56. ‘Más 85 para 63’, dijo. José Arcadio Buendía 85, y 55 63 con el hielo, y 61 su mano por varios minutos, mientras el corazón se le hinchaba de temor y de júbilo al 63 del misterio. 56 62 que 57, dio más 85 para que sus hijos, 62 de la prodigiosa experiencia.”)