Disquero
Un joven cuarentón
Desde la mera introducción el sonido es prácticamente sinfónico, innovador, drásticamente diferente de lo escuchado hasta el momento y desde ese instante nada fue igual que antes y a partir de entonces legiones enteras de músicos han seguido los pasos de estos cuatro maestros y millones de melómanos en el planeta continuamos bajo ese embrujo fulminante.
Señoras y señores, con ustedes el sonido Pink Floyd, que este año que culmina llegó a la tierna edad de 40 años 40. Señoras y señores, con ustedes un disco cuarentón que sigue tan joven como siempre: The piper at the gates of dawn (El flautista frente a las puertas del alba), título que trasladó el eminente poeta alucinado Syd Barrett y que tomó del capítulo séptimo de uno de sus libros de cabecera: The wind in the willows (El viento en los sauces) del gran clásico inglés de literatura para niños y jóvenes de edad cronológica y de alma, Kenneth Grahame (1859-1932).
En lugar de pastel de cumpleaños tenemos para celebrar un álbum triple envuelto en forma de libro, rojo carmesí. El primer de estos tres discos de audio contiene el material original, en sonido monoaural, que también fue reditado para el aniversario 30, pero en esta ocasión se incluye, en el disco dos del álbum, el mismo material pero en sonido estereofónico y el disco tres con las clásicas rarezas, singles de la época de Syd Barrett y una toma alternativa de esa obra maestra titulada Interstellar overdrive. Tremenda celebración. Larga vida a Pink Floyd, con Syd Barrett desde el mismísimo lado oscuro de la Luna.