Se prevé que México crezca 3.7% el año entrante, estimó
El país, preparado para soportar los vaivenes financieros de EU: Werner
Una de las principales preocupaciones que tendrá el gobierno federal el próximo año será observar atentamente el desempeño económico de Estados Unidos, señaló el subsecretario de Hacienda, Alejandro Werner, quien precisó que pese a la desaceleración que se prevé experimente ese país, dijo que México se encuentra con una economía “sólida” y con perspectiva de crecer “3.7 por ciento en 2008”.
En entrevista otorgada durante la segunda reunión de los sectores patronal, obrero y gubernamental en la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, para determinar el monto de esa percepción para el próximo año, el funcionario precisó que para la Secretaría de Hacienda y Crédito Público el “foco de atención” en el rubro económico será “observar con lupa” el comportamiento de la economía de Estados Unidos, pues se prevé que experimentará escenarios “adversos” y “muy delicados”.
Pese a lo anterior y a la influencia que tiene la economía estadunidense en la nacional y global, Werner subrayó que en esta ocasión México está mucho mejor preparado para enfrontar los vaivenes financieros de Estados Unidos, pues las variables macroeconómicas nacionales están más fuertes.
“Platicamos en la reunión de este viernes que debemos estar atentos a la evolución de la economía internacional; yo diría que es el foco de atención para nosotros y, obviamente, lo que está ocurriendo en la economía de Estados Unidos, que es una situación delicada a la cual debemos poner mucha atención para ir tomando las medidas necesarias. Es un factor de atención importante que debemos ir siguiendo con lupa el año entrante, pero lo importante es destacar que la economía está sólida para enfrentar este entorno internacional menos benéfico que el que hemos tenido los recientes años”.
El funcionario planteó que para 2008 la tasa de crecimiento esperada es de 3.7 por ciento, la cual, dado el entorno internacional, calificó de “saludable y buena”, y consideró que tendrá que ir aumentando a lo largo del sexenio si es que las variables macroeconómicas nacionales continúan estables, y justamente para que esto sea una realidad es que –dijo– el gobierno debe estar muy atento al desempeño estadunidense para, de ser necesario, tomar las medidas pertinentes para enfrentar cualquier eventualidad.
“Esperamos un crecimiento de 3.7 por ciento; es una tasa que dentro del contexto histórico es saludable y buena, pero tiene que ir elevándose para ir mejorando los niveles de vida de la población.
“Pero lo importante es destacar que la economía mexicana tiene finanzas muy sanas, un banco central autónomo que ha logrado una inflación baja y estable, un sistema financiero sólido que financia por primera vez a las empresas, el presupuesto público más alto de la historia, crecimiento en infraestructura portuaria, de carretera, hidráulica y de energía, y finanzas estatales fortalecidas por la reforma fiscal. Todo esto es una situación muy buena para enfrentar los efectos de una desaceleración a escala mundial”, explicó.