Huyen casi todos los mil 314 habitantes; el agua ya ha cubierto unas 12 casas
La Herradura, pueblo fantasma, ante inminente desfogue del río Grijalva
Desalojos en otros poblados comenzaron el jueves; lugareños temen por sus bienes
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Trabajadores intensifican la protección de la ciudad de Villahermosa, Tabasco, mediante una muralla de costales de arena
Foto: René Alberto López
La Herradura, Chis., 14 de diciembre. La Herradura se convirtió en un pueblo fantasma este viernes. El miedo, la incertidumbre y la zozobra provocaron que casi todos sus mil 314 habitantes abandonaran la localidad pues desde el jueves el nivel del río Grijalva subió dos metros por la apertura gradual de las compuertas de la presa Malpaso.
En la zona del embarcadero El Paso, al menos una docena de casas estaban ya casi cubiertas por el agua y el nivel seguía subiendo.
Desde el jueves, cientos de policías estatales comenzaron desalojar a 3 mil 504 personas de 22 comunidades de Tecpatán y 11 de Ostuacán que viven debajo de la cota de 105 metros sobre el nivel del mar, por la inminente apertura del tapón formado sobre el río en el ejido Juan de Grijalva desde el 4 de noviembre, tras el derrumbe del cerro Encantado.
Luis Manuel García Moreno, subsecretario de Protección Civil de Chiapas, dijo que hay 70 por ciento de avance en los desalojos y este sábado deben quedar concluidos en su totalidad.
El nerviosismo y la expectación por la apertura del tapón son notorias. “En un mes ya pasamos por todos los sentimientos: tristeza, miedo, dolor, angustia... ya hasta empezamos a gozar el sufrimiento”, afirmó la dueña de una caseta telefónica que no ha cerrado para dar el servicio a la población, aunque ya sacó sus pertenencias.
“Dicen que la cosa está peligrosa, que hay que salir”, afirmó Víctor Manuel Rodríguez, originario del ejido Playa Larga tercera sección, cargando un perico. Él, su esposa Francisca Camelia Calderón y algunos de sus 13 hijos habían salido de sus casas el 11 de diciembre hacia otro poblado para celebrar a la Virgen de Guadalupe con familiares, pero hoy que llegaron a La Herradura para ir a sus viviendas –a las cuales se llega sólo por lancha– las autoridades les impidieron pasar.
Desde la mañana de hoy no dejaron de salir camiones de la policía cargados con gallinas, cerdos, perros, borregos, refrigeradores, camas, colchones, sillas y demás enseres, mientras las personas eran transportadas en autobuses.
“¿Quién se va a querer ir?”, responde Reynalda Álvarez, de 15 años, cuando se le pregunta si lo desea. “No queremos, pero nos están sacando”, agrega, mientras aguarda la llegada de un camión fuera de su casa. “Ya casi se fueron todos”, dice.
La parte que más preocupa a la mayoría de los pobladores es la seguridad de sus bienes. “¿Quién nos garantiza que no se van a perder?”, afirmó una mujer cuya casa tiene un “sello” colocado por los agentes del Ministerio Público que realizan un inventario de las pertenencias y colocan un papel que dice “sellado”. La mayoría de las viviendas han sido “censadas”.
Decenas de policías fueron apostados en las esquinas del poblado para evitar robos. Luis Bautista Reyes, subsecretario de Seguridad Pública, informó que en los cerros, donde vive la población desalojada, se formaron cinturones de seguridad con agentes acompañados por dos lugareños que conocen el área, quienes serían evacuados vía aérea en caso de emergencia.
En todos los pobladores de La Herradura –su nombre oficial es Rómulo Calzada– se escucha un reclamo: “¿Por qué la CFE (Comisión Federal de Electricidad) no da la cara si fue la que hace 21 años hizo la presa Peñitas y nos reubicó en este lugar?”.
Don Jesús, uno de los lugareños, recuerda que seis años estuvieron gestionando ante la CFE para que les diera las 150 casas que ahora ocupan porque “son duros para ceder; ellos tienen todos los medios para defenderse y dejar a los pobres damnificados”. Aseguró que las viviendas estaban incompletas, la fosa séptica nunca funcionó y las aguas descargan en la presa.
Frente frío número 12
José Raúl Saavedra, director de cuencas de la zona sur sureste de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), reportó que debido al bombeo de 650 metros cúbicos de agua por segundo, que se realiza desde el miércoles en la presa Peñitas, el nivel del río Carrizal, que pasa al norte de Villahermosa, ascendió 2.20 metros.
La Conagua informó que para el domingo se esperan los efectos del frente frío número 12, estacionado actualmente en el Golfo de México, por lo que se esperan lluvias de entre 20 y 50 milímetros y en casos aislados de entre 50 y 70 milímetros.