Hay nuevo escenario en AL, opina Gilberto Valdés
“Se abre posibilidad real de quebrar hegemonía de EU”
El denominador común, brote de grupos antisistémicos
San Cristóbal de las Casas, Chiapas. El filósofo cubano Gilberto Valdés, presente en el coloquio que se celebra aquí en memoria del pensador franco-chiapaneco Andrés Aubry, observó que en esta etapa de la historia de América Latina, que algunos académicos y estudiosos identifican ya como “posneoliberal”, se dibuja claramente “un nuevo escenario”, en el que concurren gobiernos y movimientos con historias y contextos muy diferentes, pero que coinciden en un denominador común: su naturaleza antisistémica. Y en ese conjunto, Cuba, su país, participa como un proceso más.
“Cuba –afirma– es antisistémico en el sentido en que representa una alternativa a la dominación. Pero es una experiencia, no la experiencia. Somos una revolución que ha resistido una guerra económica y comercial por casi 50 años, y que hoy trata de superar sus errores y obstáculos de manera autóctona. Sería –advierte– un error copiar nuestro modelo.”
Director del Centro Martin Luther King, una de las organizaciones no gubernamentales de mayor representatividad en la isla, y coordinador de los Talleres de paradigmas emancipatorios del Instituto de Filosofía de La Habana, Valdés compartió con un público internacional y multiétnico el intenso debate que vive en estos días la sociedad cubana en torno de dos pronunciamientos clave; uno, el discurso que el comandante Fidel Castro pronunció hace dos años –cuando todavía ejercía la presidencia– en la Universidad de La Habana, cuando alertó que el socialismo cubano podría autodestruirse si no superaba desviaciones internas; otro, el de su hermano y sucesor general Raúl Castro, el pasado 26 de julio.
“En todos los centros de trabajo y estudio, en los barrios, en la academia, se está participando en esta reflexión colectiva. Se han generado ya más de 2 millones de propuestas. Lo que se discute no es si abandonamos el camino del socialismo o nos entregamos al plan Bush. Eso está descartado. Lo que se debate es cómo ampliar los espacios de participación social en la toma de decisiones. Entre las propuestas concretas que se están discutiendo está la de ampliar los espacios de la presencia popular en la Asamblea Popular (poder legislativo), dentro del sistema de partido único. Otros temas son cómo combatir la burocratización y la corrupción”.
Refirió además, en entrevista, que el reciente debate entre intelectuales sobre los efectos que tuvo el llamado “quinquenio gris” de los 70 en la vida cultural de la isla forma parte de ese proceso de reflexión colectiva que se ha vivido en los últimos tiempos en la sociedad cubana. Esta discusión en concreto, que surgió a raíz de la aparición de un ex funcionario del aparato político que aplicó medidas represivas contra decenas de escritores y creadores en el pasado, “tuvo un efecto muy positivo, fue muy sano ventilarlo”, apuntó Valdés.
En cuanto al nuevo escenario que domina el paisaje político de América Latina, Gilberto Valdés hizo énfasis en la oportunidad que se ofrece a los pueblos de la región para romper la hegemonía de Estados Unidos en la actual coyuntura, pero exige también a los movimientos de resistencia y alternativos un nuevo reto: “es un momento que demanda una articulación diferente; es necesario que los movimientos políticos alternativos pasen a una etapa de autoconstitución”.
En la década de los 90, recordó, “parecía que no había alternativas al neoliberalismo. Se imponía la peor de las utopías: la de no tener ninguna utopía”. Hoy, aun dentro del capitalismo y a pesar de no estar frente a una perspectiva socialista, para muchos países se abre un escenario posneoliberal y una posibilidad real muy concreta de quebrar la hegemonía de Estados Unidos en América Latina”.