El arquitecto ultima detalles del libro El ser y la vida, prologado por Fidel Castro
Lluvia de homenajes e intensa agenda de Óscar Niemeyer en su centenario
Otro proyecto del “mago de las curvas” es el centro con su nombre que se construirá en Avilés, España
“Si Dios existiera no habría tanta miseria”, suele decir el artista
Ampliar la imagen Vista del Museo de Arte Contemporáneo de Niteroi, ciudad cercana a Río de Janeiro, uno de los diseños más recientes de Óscar Niemeyer, quien mañana cumple cien años Foto: Reuters
Río de Janeiro, 13 de diciembre. El famoso arquitecto brasileño Óscar Niemeyer cumplirá este sábado su centenario trabajando intensamente y casi sin tiempo para disfrutar de la “luna de miel” con Vera Lucia Cabreira, cuatro décadas más joven, con quien se casó hace más de un año.
El centenario “mago de las curvas” se dedica actualmente a los últimos detalles de dos proyectos. Uno es el libro El ser y la vida, con prefacio del presidente de Cuba, Fidel Castro, que será lanzado el próximo año.
El otro es el Centro Cultural Internacional Óscar Niemeyer, que será edificado en Avilés, España, cuyos trabajos se iniciarán a comienzos de 2008.
“Todos mis proyectos fueron hechos con el máximo interés. Pero el que estoy diseñando para Avilés es quizá uno de los que más me gustan”, afirmó Niemeyer, quien espera sumar el centro cultural español a la larga lista de sus máximas obras, como la catedral y los edificios gubernamentales de Brasilia, el Museo de Arte Contemporáneo de Niteroi, la sede del Partido Comunista Francés y el edificio de la Editorial Mondadori, en Italia.
Reacio a las fiestas, el arquitecto debió conformarse con reunir a amigos en una de las casas que diseñó en Río para festejar la fecha.
“No está entusiasmado por la fecha. No le gustan los cumpleaños. No le gusta siquiera hablar sobre el tema. Sólo acepta festejar porque, a esta altura, no hay forma de esconderlo. Por su voluntad, no haría nada”, afirma su esposa.
Además, en los días previos a su centenario, Niemeyer recibió condecoraciones concedidas por los presidentes de Francia, Nicolas Sarkozy, y de Rusia, Vladimir Putin.
Del mandatario de su país, Luiz Inacio Lula da Silva, Niemeyer recibió el encargo de comandar la reforma de la sede de la Presidencia brasileña, el Palacio del Planalto.
Lula, quien en noviembre fue personalmente a la casa del arquitecto para entregarle la Orden del Mérito Nacional, anunció además que dictará un decreto para declarar a 2008 como “el año de Niemeyer” en Brasil.
La lluvia de homenajes y la agenda intensa demuestran que el inmenso prestigio de Niemeyer se mantiene inmune al tiempo y tan sólido como sus obras.
A sus 100 años, se mantiene fiel a su condición de ateo comunista: “Si Dios existiera no habría tanta miseria”, suele afirmar.