Tiene la autorización del señor Círigo, dice la panista María de la Paz Quiñones

Entre duras críticas de legisladores, montan exposición de arte guadalupano en la ALDF

La Asamblea se convertirá en una extensión de la Basílica, lamenta Díaz Cuervo

Raúl Llanos Samaniego

En una decisión cuestionada por integrantes de las bancadas del PRD, PRI y Coalición Socialdemócrata, la diputada del PAN, María de la Paz Quiñones, inaugurará hoy una vasta exposición de imágenes de la Vírgen de Guadalupe, cuya sede es el recinto de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), en Donceles y Allende, la cual –dijo– “tiene la autorización del señor Víctor Hugo Círigo y de la Comisión de Cultura”.

La muestra, que consta de una veintena de pinturas y figuras de La guadalupana, elaboradas con distintos materiales, y montadas en sus respectivos pilares o mamparas, comienza esta mañana y concluirá el próximo viernes, aunque desde ayer mismo mereció la dura crítica de varios representantes populares.

Jorge Carlos Díaz Cuervo, coordinador de la Coalición Socialdemócrata, dijo que, efectivamente, la realización de esa exposición se debatió, discutió y aprobó en el seno de la Comisión de Cultura “y me da mucha pena no haber tenido argumentos suficientes para evitarlo. La diputada Sor Paz Quiñones tuvo más elementos para que se aprobara su propuesta, y bueno, creo que en los próximos días la Asamblea Legislativa será una extensión de la Basílica de Guadalupe”.

Inclusive, confió en que “así como los católicos defendieron con ímpetu sin igual la irrupción de algunas personas en la Catedral Metropolitana, de la misma forma espero que los laicos defendamos la intromisión de la Iglesia católica en un recinto civil”.

Paz Quiñones –considerada como parte del ala más conservadora de la bancada panista– argumentó que las figuras de la Vírgen de Guadalupe en el recinto legislativo no son más que una “expresión popular”, y pidió no confundir las cosas: “una cosa es que haya una expresión popular de arte guadalupano, y otra que se haga aquí una expresión religiosa”.

Fue más allá al manifestar: “creo que de esta manera debemos empezar a hacer a un lado muchos tabúes y reconocer lo que es arte y no mezclar con otra cosa”. Además, añadió que todas esas imágenes fueron elaboradas por artistas que se congregarán hoy en Donceles y Allende para interelacionarse con los asistentes.

Con todo y ello, para Díaz Cuervo, del Partido Alternativa, esa exhibición “tiene todo el carácter religioso; se le justificó al decir que era por los festejos de los más de 400 años de la supuesta aparición de la Vírgen. Es claro que es una celebración religiosa, que se quiso disfrazar como exposición de arte guadalupano.

“Estoy cierto que es el uso de un recinto cívico con usos de carácter religioso, y eso me parece totalmente improcedente; para nosotros es triste comprobar que hay sectores tan conservadores en la derecha como en la izquierda”, remarcó.

Para Ramón Jiménez, vicecoordinador del PRD en la ALDF, “los héroes de la Reforma cuyos nombres están en el frontispicio de la Asamblea, deben estar retorciéndose por esa exposición, como pasó cuando se aprobó inscribir en letras de oro, en ese lugar, el nombre de (Manuel) Gómez Morín”, fundador del PAN.

Subrayó que la sede de la ALDF es un edificio histórico, tiene una tradición progresista y revolucionaria y no ha pasado nunca desapercibido en la historia de nuestro país, por lo que ahora esta muestra será un “atentado contra la expresión laica que debe tener la Asamblea”.

Tomás Pliego, también del PRD, opinó: “en estos tiempos, en que la iglesia católica encabezada por Norberto Rivera, ha sido un crítico contundente, permanente de la Asamblea Legislativa, no era necesario llegar a esos extremos. Ojalá nos dieran la posibilidad en el atrio de la Basílica de hacer una exposición con los logros del gobierno perredista durante los años recientes; eso sería equilibrado”.

Criticó, además, el aval que dio el presidente de la Comisión de Gobierno, Círigo Vásquez, y remarcó que debe quedar bien marcada la laicidad del Estado mexicano y el carácter autónomo de la Asamblea, frente a un acto religioso.