Críticas a Sarkozy por sacrificar principios a “la diplomacia de la chequera”
Libia compra a Francia aviones y reactores nucleares por 10 mil millones de euros
París, 10 de diciembre. Francia y Libia firmaron este lunes contratos por más de 10 mil millones de euros, que incluyen la venta de 21 aviones y de uno o varios reactores nucleares, en el primer día de la polémica visita del líder libio Muammar Kadhafi, criticada incluso por miembros del gobierno.
En una ceremonia en el Elíseo, el presidente francés, Nicolás Sarkozy, y el coronel Kadhafi firmaron un acuerdo de cooperación nuclear que le permitiría a Libia recibir al menos un reactor nuclear “para la desalinización del agua de mar”.
Trípoli confirmó además el encargo de 21 aparatos Airbus de diferentes modelos, por un precio de catálogo de 3 mil 200 millones de dólares.
Una fuente solvente de la presidencia francesa explicó además que ambos países firmaron un “memorando de intenciones” para que Libia adquiera 14 aviones de combate Rafale y 35 helicópteros, más otro material militar por un valor de 4 mil 500 millones de euros.
En total, el Elíseo, sin detallar la factura, dijo que el valor de los contratos acordados con Libia alcanzaba los 10 mil millones de euros.
Sobre los acuerdos, el Departamento de Estado de Estados Unidos dijo: “a la luz de la decisión histórica tomada en 2003 por Libia de renunciar a sus programas de armas de destrucción masiva, pensamos que cualquier cooperación con Libia para uso pacífico, seguro y responsable de la energía nuclear es acorde a los criterios más elevados de la no proliferación”.
La visita del líder libio a Francia estuvo marcada por las críticas. El presidente francés, acusado de haber sacrificado sus principios a la “diplomacia de la chequera”, dijo que le pidió a Kadhafi que “avance por el camino de los derechos humanos”, justificando así su invitación.
“Francia recibe a un jefe de Estado que eligió renunciar definitivamente a la posesión de armas nucleares” y “al terrorismo”, recordó Sarkozy.
El presidente francés había recibido a Kadhafi en el Elíseo después de su llegada al aeropuerto de Orly, donde le esperaba la ministra de Interior francesa, Michèle Alliot-Marie. Kadhafi se hizo instalar una tienda beduina en los jardines de la residencia de Marigny, que acoge a los huéspedes presidenciales. Unas 80 personas –opositores y partidarios de Kadhafi– que trataron de manifestarse, fueron detenidos.
Sarkozy y Kadhafi volverán a reunirse el miércoles. La visita del dirigente de la revolución libia provocó airadas críticas de la oposición socialista, de organizaciones no gubernamentales y de la secretaria de Estado para los Derechos Humanos, Rama Yade.