Usted está aquí: domingo 9 de diciembre de 2007 Espectáculos The killing of John Lennon, filme duro, realista y sin concesiones

Estrenan en Europa la película de Andrew Piddington; es una “invitación a la crítica”

The killing of John Lennon, filme duro, realista y sin concesiones

David Chapman, el “nadie”, verdadero protagonista

La sensibilidad en torno a su asesinato impide una aproximación posmoderna a su muerte, dice el director

“Cargar a The Beatles o el sueño de los 60 toda tu vida es como cargar la Segunda Guerra Mundial”, advertía el músico

De la redacción

Ampliar la imagen John Lennon en imagen de archivo John Lennon en imagen de archivo

“Yo era nadie hasta que maté al más grande alguien del mundo”. La frase se le adjudica a Mark David Chapman, asesino de John Lennon.

A 27 años de la muerte de uno de los grandes músicos del siglo XX, se estrenó en salas del Reino Unido la película The killing of John Lennon, de Andrew Piddington, que busca reconstruir los actos del asesino en los meses previos al 8 de diciembre de 1980.

Piddington, en la página electrónica de la cinta, opina que “tratar un personaje como éste a través de los ojos de su asesino, era una invitación para recibir crítica adversa y escarnio. Por alguna razón, la muerte de John Lennon enciende a la gente más que otras. Hay una sensibilidad en torno a su asesinato que impide cualquier aproximación posmoderna a su muerte, cualquier examen del fenómeno del acecho, o de la adoración de un héroe que se convierte en odio, o de cualquier cosa que involucra a la legión de aquellos sin derechos en Estados Unidos”.

Y luego escribe: “desde el inicio quería que el filme fuese controvertido. Quería que fuese duro, realista y sin concesiones ante la verdad”.

La cinta, al parecer, trata sobre la mente de un asesino, el “nadie”, no sobre el asesinado, “el más grande alguien”.

Lo desconocido

Se dice que John Lennon, nacido en octubre de 1940, fue el espíritu guía de The Beatles, la agrupación que transformó el mundo de la música popular del siglo XX. Pero no sólo eso: The Beatles fue una de las mayores influencias para los jóvenes en los años 60.

Luego, Lennon siguió su camino solo durante los 70. Bueno, solo es un decir: acompañado de Yoko Ono. Y continuaron ejerciendo una enorme influencia. En una extensa entrevista que Playboy (realizada en la segunda mitad de los 70) le hizo a la pareja, Ono le dejó claro al reportero David Sheff: “gente como Carter representa sólo a su país. John y yo representamos al mundo”.

Reproducimos extractos de aquella entrevista, que retrataba como pocas a ambos.

Lennon interviene: “...pero nadie es perfecto, etcétera, etcétera... Ya sea Janoy o Erhardt o Maharishi o un Beatle. Eso no resta su mensaje. Es como aprender a nadar. Nadar está bien. Pero olvidate del maestro. Si The Beatles tenían un mensaje, era ese. Con The Beatles, los discos son lo que importa, no The Beatles como individuos. No necesitas el empaque, así como no necesitas el empaque cristiano o el empaque marxista para entender el mensaje. La gente siempre se imaginó que era un Anticristo o antirreligión. No lo soy. Soy un tipo muy religioso. Me criaron como cristiano, y sólo hasta ahora comprendo algunas de las cosas que Cristo dijo en aquellas parábolas. Porque la gente se engancha con el maestro y se pierden el mensaje.

Aprende a nadar

“¿The Beatles le enseñó a la gente a nadar?”, preguntó el reportero.

–Si The Beatles o los 60 tenían un mensaje era: aprende a nadar. Punto. Y una vez que aprendas a nadar, nada. La gente que se engancha con The Beatles y el sueño de los 60 se pierden su sentido, cuando The Beatles y el sueño de los 60 se vuelven el sentido. Cargar a The Beatles o el sueño de los años 60 contigo toda tu vida es como cargar la Segunda Guerra Mundial y Glenn Miller contigo. No significa que no puedas disfrutar de Glenn Miller o de The Beatles, pero vivir en ese sueño no es vivir ahora. Es una ilusión”.

Más adelante, el reportero le pregunta a Lennon: “¿Cuál es el sueño de los 80 para ti?”

El músico responde: “Tú mismo haces tu propio sueño. De eso tratan The Beatles. De eso se trató Yoko. Eso es de lo que estoy hablando. Produce tu propio sueño. Si quieres salvar a Perú, sálvalo. Es posible hacer lo que sea, pero no se lo adjudiques a los líderes y los parquímetros. No esperes que Jimmy Carter o Ronald Reagan o John Lennon o Yoko Ono o Bob Dylan o Jesucristo vengan y lo hagan por ti. Lo tienes que hacer tú. Eso es lo que los grandes maestros y maestras han estado diciendo desde el inicio de los tiempos. Ellos pueden mostrar el camino, dejar señales y pequeñas instrucciones en varios libros, que ahora llamamos sagrados, y de los cuales veneramos su cubierta y no lo que contienen, pero las instrucciones están por todos lados, para que todos las vean: siempre han estado y siempre estarán. No hay nada nuevo bajo el sol. Todos los caminos llevan a Roma. Y la gente no te lo puede dar. No te puedo despertar. Tú puedes despertarte a ti mismo. No te puedo curar. Tú te puedes curar a ti mismo”.

El reportero preguntó: “¿Qué crees que evita que la gente acepte este mensaje?”

Lennon contestó: “El miedo a lo desconocido. Lo desconocido es lo que es. Y estar asustado de él es lo que hace a la gente andar de un lugar a otro persiguiendo sueños, ilusiones, guerras, paz, amor, odio, todo eso. Es una ilusión. Lo desconocido es lo que es. Acepta que es desconocido y el resto será navegación fácil. Todo es desconocido. En ese momento, estás adelante en el juego. Eso es lo que es. ¿De acuerdo?”

 
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