Usted está aquí: domingo 9 de diciembre de 2007 Opinión Los componentes del precio del petróleo

José Antonio Rojas Nieto
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Los componentes del precio del petróleo

Esta semana las cotizaciones internacionales del petróleo han cedido un poco. Pero sólo un poco. Aunque el jueves el crudo marcador West Texas Intermediate (WTI) se cotizó en 90.73, este viernes cerró en 88.28 dólares por barril. Es cierto, ya no estamos en los niveles del 23 de noviembre pasado, día en que se registró uno de los cierres más altos en la historia (96.18 dólares por barril). Incluso, en algunos momentos de ese día casi se alcanzaron los 100 dólares por barril, pero el nivel medio anual poco se ha alterado ya: 68 dólares por barril para el caso de la canasta de crudos importados por Estados Unidos, como expresión del llamado crudo mundial.

¿Qué pasa en el mercado que persisten estos altos niveles? A riesgo de ser un poco repetitivo, mencionaré seis elementos que exigen la mayor atención. 1) La demanda estructural de crudo –la vinculada directamente con el dinamismo económico mundial– sigue en ascenso, en parte por el crecimiento anual del nivel de consumo en India y China, pero también –no lo olvidemos– por el incremento “desmedido” (permítaseme decirlo así) del consumo del transporte en todos, absolutamente todos, los países. 2) Por si esto fuera poco, este diciembre –cuando realmente se pone a prueba la capacidad máxima de producción y transporte– se alcanzará el mayor consumo estacional de la historia, con poco más de 89 millones de barriles diarios, que representan cerca de 3 millones más que en el invierno pasado. 3) Un tercer elemento es, sin lugar a dudas, el lento ritmo con que se amplía la capacidad de producción de crudo, fundamentalmente por las debilidades crónicas de la inversión, que apenas tienden a superarse. 4) Además, la incuestionable elevación del costo del nuevo barril de petróleo que se descubre, desarrolla y extrae, sobre todo en las zonas de producción fuera de la OPEP, también soporta un alto nivel de precios. Ya se habla, por cierto, de un nuevo nivel estructural de costos, que exige un precio no inferior a 45, 50 o 55 dólares para el caso de un crudo con la calidad de esa canasta de crudos importados por nuestros vecinos. 5) Por otra parte, no deja de ser cierto que nunca como ahora los precios tienen una componente especulativo muy importante, vinculado con la compra de futuros por parte de los diversos fondos de inversión, que juegan con la compra y venta de sus futuros, con el ánimo de buscar la maximización de beneficios o, en su caso, la minimización de pérdidas. A este respecto hay que notar el comportamiento ascendente del número total de transacciones y volúmenes de crudo negociados en el mercado spot, lo que en el ambiente bursátil se reconoce vinculado a momentos de elevación de precios. 6) Finalmente –casi como problema permanente– se encuentran los riesgos geopolíticos que amenazan con dificultar no sólo parte de la producción o su ampliación anual, sino el mismo transporte de crudo y productos. No olvidemos, por ejemplo, que por el estrecho de Ormuz circula cerca de 20 por ciento de la producción mundial y 40 por ciento del crudo que diariamente se comercializa.

Ahora bien, en este contexto y dadas sus consecuencias, ¿qué tan altas son las altas cotizaciones de hoy? Recupero cuatro reflexiones que nos ayudan a responder esta pregunta: 1) En términos de dólares actuales, el precio de 68 dólares por barril que registrará la canasta de crudos importados por Estados Unidos este año –incluso los 74 dólares por barril para el año próximo– son menores a los registrados en 1980 y 1981, equivalentes a 75 dólares de hoy. 2) El peso porcentual de la factura petrolera mundial en el valor del producto mundial en 2007 apenas alcanzará –si se puede decir así– poco más de 4 por ciento, mientras en los años del boom petrolero –específicamente, en 1980 y 1981– alcanzó niveles cercanos a 7 por ciento. 3) Incluso si el precio actual real fuera el mismo que en aquellos años, la factura petrolera de hoy apenas representaría 5 por ciento del valor del producto mundial. 4) Solamente un precio cercano a 105 dólares de hoy por barril llevaría la factura petrolera de hoy al mismo peso relativo respecto del producto mundial de los años 1981 y 1982.

Así pues, el precio base que podríamos esperar es de 45 a 55 dólares por barril, que permitirían a los inversionistas actuales recuperar todos sus costos y el beneficio medio actual, sin duda más alto que hace algunos años, como lo refleja la evolución reciente de la tasa de interés. Pero entre los 55 de costo del yacimiento más caro, cuya producción acepta o incluso exige la demanda actual de crudo, y los 68 que promediará esa canasta de crudos importados por Estados Unidos en 2007, hay una significativa diferencia. Se trata de no menos de 13 dólares de premio, que se explican por los elementos antes señalados. ¿Cuándo se alcanzará ese nivel base de precios o uno próximo? Aquí hay varias apuestas. Diversas firmas especializadas hablan de cuatro a cinco años, luego de los cuales comenzaría a subir de acuerdo con la elevación de costos. Otras, de ocho a 10 años. Lo cierto es que para 2008 se estima un nivel superior en 5 a 7 dólares por barril al del 2007. Ni más ni menos.

 
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