En la antesala de la celebración
en México de la Conferencia
Internacional de Sida, activistas,
especialistas y autoridades
se reunieron para discutir los
nuevos derroteros de la lucha
contra la infección. La inversión
pública ha aumentado, pero los
resultados no son los mejores.
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Activista trans muestra el uso correcto del condón femenino al personal
del hotel sede del X Congreso Nacional de Sida. |
“Es irracional”, respondió Peter Piot, director
ejecutivo del Programa Conjunto de las
Naciones Unidas para el VIH/sida (ONUSIDA),
a la idea de aplicar en forma obligatoria la prueba
de detección del VIH. “No ayuda en lo más mínimo.
¿Quién nos diría qué tan frecuente debe ser
la prueba?, ¿cada semana?, ¿cada mes?, ¿cada
año?”. Fue el colofón de una polémica que duró
lo mismo que el X Congreso Nacional de Sida,
celebrado durante cuatro días en la conservadora
ciudad de León, Guanajuato.
Allí mismo, en su tierra, el secretario de
Salud, José Ángel Córdova Villalobos, inició el
debate que marcó el encuentro. Entrevistado
al final de la inauguración, Córdova propuso
a los legisladores establecer ciertos escenarios
para que la prueba de detección del VIH
sea obligatoria: como requisito para contraer
matrimonio o para todas y todos los trabajadores
del sexo comercial. Se trata de garantizar
el derecho a la salud, principalmente de las
mujeres, dijo al justificar su propuesta.
La polémica opacó otros anuncios importantes,
como la construcción en 2008 de 10 Centros
Ambulatorio de Prevención y Atención del Sida
y otras ITS (Capasits) que se sumarán a los 51 ya
equipados, o la inversión de cuatro millones de
dólares para la organización de la Conferencia
Internacional de Sida del próximo año. Activistas
rechazaron la postura del secretario, pues consideraron
que lesiona los derechos humanos. “Las
mujeres no estamos de acuerdo que en nuestro
nombre se implementen políticas de cacería de
brujas”, consideró Hilda Pérez, de la organización
civil Colectivo Sol, mientras que para Arturo Díaz
Betancourt, vocal del Consejo Nacional para la
Prevención y el Control del VIH/sida (Conasida),
medidas de ese tipo alientan la discriminación
y la estigmatización de las personas positivas al
VIH y de grupos vulnerables a la infección, como
los gays y las trabajadoras sexuales.
Durante la clausura, el secretario rectificó frente
a un auditorio adverso, que incluso lanzó una
consigna: “Prevención, no obligación”. Córdova
repasó los únicos supuestos legales para obligar a
realizarse una prueba de detección: solicitud judicial
o al donar sangre, y dijo que las autoridades
de salud están comprometidas en el respeto de
los derechos humanos de las personas con VIH.
“No debe existir confusión”, dijo.
Prevención a detalle
Más allá de la discusión política, el Congreso
Nacional de Sida planteó discusiones importantes
en temas como el de la prevención,
actividad a la que se destinarán en 2008 211
millones de pesos desde varias instancias de
gobierno y que fue considerada prioridad por
los activistas de la sociedad civil durante el
foro comunitario realizado en los días previos
al congreso. Los recursos son mayores a los
disponibles en los últimos años, pero todavía
están lejos de cubrir todas las necesidades: una
valoración de Censida estimó que la inversión
óptima para prevenir el sida durante 2008
debería alcanzar 918 millones de pesos
Dentro de las discusiones se analizaron los
mecanismos que sirven al Centro Nacional de
Prevención y Control del VIH/sida (Censida)
para financiar proyectos de prevención de
organizaciones de la sociedad civil. Según
la presentación del investigador del Instituto
Nacional de Salud Pública Sergio Bautista, para
prevenir el VIH no sólo se necesita dinero; hay
“indicios de mucha ineficiencia” en la forma en
que se han gastado los recursos hasta ahora.
Para el investigador es fundamental regular,
evaluar y monitorear las actividades que buscan
prevenir nuevas infecciones de VIH.
Por otro lado, el Censida anunció que se
realizará la primera Encuesta Nacional de
Sexualidad, con el apoyo del Instituto Nacional
de Salud Pública, el Colegio de México y el
Instituto Nacional de Estudios Demográficos,
de Francia, con una muestra aleatoria de 25 mil
personas. “No es posible establecer estrategias
de prevención efectivas si no se sabe dónde se
está el riesgo”, señaló la investigadora Cecilia
Gayet, coordinadora de la encuesta.
Atención desatendida
Por el lado de la atención médica del VIH
también hubo señalamientos importantes. De
acuerdo con datos de la dirección de investigación
operativa del Censida, la mortalidad relacionada
con el VIH no se ha reducido como se
esperaba. Entre 1997 y 2005 la mortalidad de
personas positivas al VIH en el país se ha mantenido
en los mismos niveles —más de cuatro
mil muertes anuales—, pese a la provisión de
medicamentos antirretrovirales para la población
sin seguridad social desde 2003. El mismo
trabajo muestra el panorama de la atención
médica a nivel nacional. Entidades como el
Distrito Federal, Jalisco, estado de México y
Michoacán han logrado reducir sus índices
de mortalidad, mientras que estados como
Aguascalientes, Sonora, Chihuahua, Tabasco,
Veracruz se mantienen a la zaga, con aumentos
en sus tasas de mortalidad por sida.
Por su parte, la organización civil estadunidense
Aids Healthcare Foundation (AHF), con trabajo
en México, insistió en su campaña para reducir de
los precios de los medicamentos antirretrovirales,
para los que se invertirá en 2008, sólo por parte de
la Secretaría de Salud, mil 455 millones de pesos.
Durante su participación en el congreso, el
director de AHF, Michael Weinstein, instó a mejorar
la coordinación entre las diferentes instancias
públicas de salud para evitar las diferencias en
los precios pagados por los medicamentos. Puso
como ejemplo el caso del antirretroviral tenofovir,
que costó a la Secretaría de Salud dos mil pesos,
mientras que el IMSS paga tres mil 500, y el ISSSTE
tres mil 990 pesos por el mismo fármaco. Con
esos precios, el tratamiento anual por paciente
oscila entre los siete mil y los ocho mil dólares.
Sobre el tema, Jorge Saavedra, director del
Censida, señaló que en los últimos seis años se
han logrado rebajas sustanciales, de hasta 60
por ciento, pese a lo cual México sigue siendo
uno de los países que paga los precios más
altos por los medicamentos anti sida.
Peter Piot, de ONUSIDA, estuvo presente
en León durante la conmemoración del Día
Mundial de Lucha contra el Sida, el 1 de diciembre.
La fecha marca la recta final rumbo a la
Conferencia Internacional de Sida, el evento
global más importante sobre el tema que se realizará
por décima séptima ocasión, por primera
vez en Latinoamérica, en la ciudad de México.
Piot recalcó el liderazgo de México en materia
de VIH/sida, en particular por impulsar el
combate a la homofobia hace dos años. Para
ONUSIDA las metas pendientes son el impulso
de la educación sexual integral y mejorar las
estrategias para acercar a los niños y los jóvenes
la información sobre la infección y las formas de
evitarla. Piot sostuvo reuniones con activistas y
anunció una reunión con el titular del Ejecutivo
federal, Felipe Calderón, para hablar sobre la
reunión internacional, en la que le solicitará, dijo,
“no bajar la guardia en la lucha contra el sida y la
discriminación asociada a la pandemia”.
(Con información de Christian Rea Tizcareño, Alejandro
Brito y Rocío Sánchez) |