Denuncian que México pasó a ser el segundo importador mundial del lácteo
Regalan productores 32 mil litros de leche durante protesta ante la Sedeso
Productores de leche de la Confederación Nacional Campesina (CNC) clausuraron ayer durante varias horas el acceso a la Secretaría de Desarrollo Social en demanda de que ésta cumpla con el compromiso de adquirir la producción nacional y el gobierno federal entregue los recursos programados para encarar la apertura a partir de 2008.
Durante la protesta, los productores regalaron 32 mil litros del lácteo y denunciaron que con las importaciones se entrega un subsidio de casi dos pesos a los productores de otros países, ya que a los mexicanos se les paga a menos de cuatro pesos el litro, mientras el importado cuesta 6.78 pesos.
José Antonio Rico Ramos, presidente de la Unión Nacional de Ganaderos y Lecheros de la CNC, expuso que las autoridades no están fomentando la ganadería lechera del país y sí alientan prácticas monopólicas de fijación y discriminación de precios al decretar que Liconsa compre en el exterior leche en polvo más cara que aquí.
Mientras manifestantes repartían la leche entre los peatones, Rico Ramos apuntó que se importan mil 500 millones de litros anuales, por lo que México se colocó en el segundo importador de leche en el mundo.
Agregó que por los altos precios internacionales, el país está erogando 3 mil 600 dólares por tonelada del lácteo, sin que haya una política de impulso a la producción nacional. “Liconsa no puede pretextar que no tiene recursos presupuestales para adquirir la leche nacional para sus programas sociales, mientras que dispone de altos montos para comprar en el mercado externo”.
Los inconformes propusieron a los responsables de Liconsa que paguen entre 5.50 y 5.90 pesos el litro a los productores del país y que sostenga el precio durante 2008. “Todo 2007 hemos insistido en un pago justo, seguiremos insistiendo en eso”, dijo.
Gerardo Sánchez García, secretario de Desarrollo Municipal de la CNC, instó al presidente Felipe Calderón para que no se dé “la puntilla” a los productores y en el marco de la liberalición total de las importaciones del lácteo, por eliminación arancelaria, se concrete un programa emergente de apoyo.