Convocados por la ONU, delegados de 180 países buscan sentar las bases de un nuevo tratado
Australia ratifica el Protocolo de Kyoto en la reunión de Bali
Estados Unidos, la única nación que no ha firmado el acuerdo
Reducir obligatoriamente las emisiones de gases contaminantes en 50 por ciento antes de 2050, propone la Unión Europea
Desde Berlín, el G-8 y el G-5 manifiestan apoyo a la conferencia sobre el cambio climático
Ampliar la imagen Planta petroquímica al norte de Rumania, país que también ha sufrido los cambios climáticos Foto: Ap
Nusa Dua, Indonesia, 3 de diciembre. La conferencia internacional sobre cambio climático de la ONU comenzó hoy en Bali con llamados urgentes a tomar decisiones políticas valientes para frenar el calentamiento global.
En el primer día de trabajos, Australia ratificó el Protocolo de Kyoto, de modo que Estados Unidos se queda como el único país industrializado que no lo ha hecho. Más de 10 mil delegados de 180 países quieren sentar las bases para el tratado que sucederá al de Kyoto a partir de 2012.
“Esta conferencia contribuirá a decidir si Bali, así como otros sitios insulares, serán algún día un paraíso perdido”, afirmó el secretario ejecutivo de la Convención de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Yvo de Boer.
El ministro de Medio Ambiente indonesio, Rajmat Witowlar, invitó a sus homólogos a lograr la voluntad política para un nuevo tratado.
Estados Unidos prometió cooperar constructivamente en la elaboración de un nuevo tratado, pero el jefe de su delegación, Harlan Watson, no mostró que haya habido cambios en la negativa del país a aceptar límites concretos de emisiones.
Los países en desarrollo como Indonesia, pero sobre todo India y China, temen que la reducción de los gases de efecto invernadero frene su crecimiento económico.
“Los países en desarrollo tienen que crecer para sacar de la pobreza a cientos de millones de personas. Nosotros aceptamos plenamente que en ese contexto aumenten sus emisiones”, dijo Watson. Por eso Washington apuesta por el uso de nuevas tecnologías para el consumo más eficiente de la energía.
Alianza
Los ecologistas hablan ya de una “alianza impía” entre los países emergentes y Estados Unidos, cuyas emisiones también aumentan de manera masiva.
El tema de los compromisos que deben adoptar los países emergentes será uno de los más importantes. Algunas naciones industrializadas han anunciado que no firmarán el nuevo acuerdo si no se incluyen metas también para ellos. China y Estados Unidos son las dos naciones con mayores emisiones de gases contaminantes.
Por su parte, la Unión Europea (UE) quiere que sea obligatorio reducir hasta 50 por ciento las emisiones antes de 2050. “A ver hasta dónde llegamos”, afirmó el responsable de clima de la Comisión de la UE, Artur Runge-Metzger.
Por su parte, De Boer apoyó la propuesta estadunidense de investigar nuevas tecnologías para el uso de los combustibles fósiles. “La demanda de carbón subirá 70 por ciento en los próximos 20 años ”, afirmó. Y son países como India y China los que tienen las mayores reservas. “No es realista pensar que no vayan a explotar esos recursos”.
El documento final de la conferencia debe contener, en opinión de muchos políticos, una “hoja de ruta” para las próximas negociaciones y los campos temáticos.
Indonesia quiere que la protección de las selvas se incluya como contribución contra el cambio climático, y la UE que se tengan en cuenta las emisiones del transporte aéreo y por barco.
El nuevo tratado pos-Kyoto debe estar firmado a más tardar en 2009 para que los países tengan suficiente tiempo para ratificarlo antes de 2012.
La organización ecologista WWF exigió a su vez un compromiso unilateral de los países industrializados para bajar en cifras concretas sus emisiones. “Pueden demostrar que van en serio si aceptan en Bali una reducción de las emisiones de al menos 30 por ciento antes de 2020”, afirmó el experto en clima Stephan Singer. La UE está dispuesta a hacerlo si también se suman otras naciones ricas.
La delegación australiana cosechó un aplauso después de que el gobierno ratificó el Protocolo de Kyoto. El nuevo primer ministro, el laborista Kevin Rudd, firmó el documento correspondiente.
La ratificación entrará en vigor 90 días después de la entrega de los documentos a la ONU. El Protocolo estipula que Australia sólo puede aumentar sus emisiones en 8 por ciento, pero Rudd reconoció que el país probablemente no pueda cumplir esa meta.
En tanto, los países del G-8 (los siete más ricos del mundo y Rusia) y los emergentes del G-5 (Brasil, México, India, China y Sudáfrica) llamaron hoy en Berlín a intensificar la cooperación internacional para lograr mayor seguridad energética y frenar el cambio climático.
Hoy día, en África se refugian más personas de las consecuencias del calentamiento del planeta que de las guerras y otros conflictos armados, subrayó el ministro alemán de Medio Ambiente, Sigmar Gabriel, durante la inauguración de la conferencia ministerial con el lema Impulsos de política exterior para un suministro energético seguro y para el cambio climático.
Gabriel y su homólogo de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, reconocieron que en los países en desarrollo es necesario luchar contra la pobreza si se quiere que hagan algo contra el cambio climático.
A esas naciones no se les puede prohibir el crecimiento, advirtió Gabriel. Según expuso, la cuestión central es cómo se pueden transferir las tecnologías a los países emergentes para lograr en ellos un mayor bienestar sin elevar al mismo tiempo las emisiones de dióxido de carbono.
En una reunión bilateral mantenida con Steinmeier, la secretaria de Relaciones Exteriores de México, Patricia Espinosa Cantellano, también hizo referencia a la distinta responsabilidad que tienen los países de todo el globo con el medio ambiente.
“Todos los países han de participar en la protección del medio ambiente, todos tenemos que asumir compromisos, porque tenemos un solo mundo y es el que se ve afectado por el cambio climático”, subrayó Espinosa.
Sin embargo, recordó que existen “distintas capacidades y formas de participar para detener el calentamiento del planeta”. En ese sentido, señaló que México “explora todas las posibilidades para que cada país, de acuerdo con sus capacidades y posibilidades, pueda participar en esta lucha que afecta a toda la humanidad”.
El tema de seguridad energética, inseparable de la protección
Según recalcó el jefe de la diplomacia alemana, la protección del clima es inseparable de la seguridad energética. “Necesitamos abordar ese tema”, insistió el ministro, quien además destacó la necesidad de que la cooperación energética implique a ambos: países industrializados y emergentes.
Así pues, en la conferencia ministerial de Berlín se destacó la importancia de disponer de una política energética y de medio ambiente global, para lo que se necesita alcanzar un acuerdo internacional entre productores, transmisores y consumidores de energía.
“En este encuentro, el último organizado por Alemania como presidente del G-8, nosotros, el G-8 y el G-5, queremos enviar una señal de apoyo al gobierno de Indonesia”, dijo Seinnemeier.