El actor ofreció una conferencia magistral en San Ildefonso, dentro de festival de cine
La chicanada me dio identidad; ¡nunca me rajé!: James Olmos
Zoot Suit me dio fama internacional, expresa
La cinta mostró por primera vez al mundo la cultura chicana
Ya es mexicano; tuve que convencerlos de que mi padre y mis ancestros lo fueron también, así como de que soy descendiente de los Flores Magón, afirma
Ampliar la imagen Es la primera vez que vengo a la Universidad Nacional Autónoma de México y me quedo ahí... atarantado, dijo Olmos Foto: Cristina Rodríguez
“Por fin soy chicano y mexicano”, expresó con tono de orgullo el actor Edward James Olmos, quien obtuvo la nacionalidad mexicana hace dos meses, tras siete años de tenaz esfuerzo y mucho papeleo. “Tuve que convencerlos de que mi padre, abuelos y abuelos de mis abuelos fueron mexicanos, así como de que soy descendiente de los Flores Magón”. Nació en Estados Unidos, pero ya es mexicano “y por eso ahora puedo hablar como estoy hablando”, agregó.
Olmos ofreció una conferencia magistral en el primer Festival de Cine Chicano, que se desarrolla desde el 27 de noviembre en varias sedes del Distrito Federal y que concluirá el 2 de diciembre. Ayer recorrió las instalaciones de la Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en San Ildefonso, y se maravilló con la arquitectura del antiguo edificio.
Bajó por la escalinata y se dirigió al Salón Cinematográfico Fósforo, donde habló del cine producto de su identidad: el chicano.
“Es la primera vez que vengo a la Universidad Nacional Autónoma de México y me quedo ahí… atarantado, porque la historia de México no la conocemos bien en Estados Unidos, donde pasamos menos de un día de estudio (en los programas) de la historia de Mesoamérica. En 12 años de escuela, si pasamos una hora es mucho. ¡Es una de las cosas más tristes!”
“Estamos creciendo”
Dictó la cátedra en español e inglés. “Lo haremos bilingüe, a la mexicana.” Agregó: “Tampoco se aprende nada de las contribuciones de las culturas asiáticas, africanas, latinas o indígenas. Sabemos sólo los avances de las culturas de Europa. Ser mexicano en los Estados Unidos es algo increíble. Dominamos en Los Ángeles; somos 60 por ciento de la población, y estamos creciendo.
“Yo fui el primer Olmos que nació del otro lado de la frontera, en 1947; mi hermano nació en México, mi papá también, mi mamá en Los Ángeles, por parte de mis abuelos, que son los floresmagones, que se fueron durante la Revolución. Conozco bien mi historia, pero no por la educación en EU. Más o menos la fuerza del chicanismo comenzó en 1963. Hay antecedentes, claro. Hablaba muy poco español, pues cuando entré al primer año de la escuela había letreros que decían: ‘Si no vale decirlo en inglés, no vale decirlo’.
“Aprendí a hablar español por la cocina: tortillas, frijoles, arroz, pan, cafecito, medio con leche. Vine a México cuando tenía 10 años y se me hizo muy interesante. Trataba de hablar y no podía, y cuando me oían se reían. ¡Ah, pochos! Es decir, un mexicano que no habla español.
“En la preparatoria comencé a aprender español, entre 1960 y 1961. Ya a los 60 años puedo hablar un poco mejor. Además tengo dislexia”. En México decían que no era mexicano y en Estados Unidos que no era estadunidense.
Para Olmos, 1984 fue sobresaliente. Aunque había participado en películas como Blade Runner y Wolfen, y en series televisivas como Kojak, Hawaii Cinco-O, Starsky y Hutch y Hill Street Blues, no fue hasta que realizó el papel del teniente Martin Castillo, en Miami Vice, que se hizo famoso.
Tiempo antes de transmitirse la serie Miami Vice, estelarizó la obra teatral de Luis Valdez, Zoot Suit, por lo que fue postulado al Premio Tony. Caracterizó a El Pachuco, que volvió a representar en el cine. En 1982 protagonizó La balada de Gregorio Cortés, de Robert Young,
“Me miro en el espejo y veo que soy indígena. La chicanada me dio identidad, y eso me salvó, para ser persona buena, con una estima propia. Me hice chicano, ¡y ya estuvo! Siempre peleé por serlo. Mi padre me prohibía que dijera esa palabra, que porque era como decir cabrón o pendejo. Era una palabra mala. Ser un mexicano-estadunidense es ser chicano. ¡Nunca me rajé!”
La afirmación del ser. “La primera cosa que me dio reconocimiento mundial fue Zoot Suit, que pegó fuerte en Los Ángeles… ¡uf! Cambió la historia de los chicanos en Estados Unidos. Es de 1981 y sé de gente que la ha visto 25 o 30 veces. Impactó en el futuro de nuestra cultura y en el arte.
“Pegamos nacional e internacionalmente. Sabemos bien que la cultura está representada en el arte. Los escritores, la pintura, el teatro, el cine, la televisión, el baile, las canciones o la música, todo eso representa el alma de las culturas. En Zoot Suit por primera vez se vio la cultura chicana en el mundo.
“José Luis Ruiz –presente en la charla– hizo antes cosas importantes, como el documental sobre el periodista más grande que teníamos en ese momento: Rubén Salazar, quien fue asesinado. Los estudiantes hicieron un movimiento de protesta
“La balada de Gregorio Cortés fue de 1983 y El norte, de 1981. De ésta fuimos supervisores y ayudé asistiendo a los actores.”
Fue una etapa de mucha creatividad. “La televisión ayudó mucho, con los fondos. Para Zoot Suit, los Estudios Universal nos dieron 2.5 millones de dólares y yo hice el papel por 5 mil dólares. El norte, La balada de Gregorio Cortés, Selena, American me?, La bamba y Zoot Suit fueron las obras que empezaron a impulsar el estudio del chicanismo. Antes de todo eso, en 1976. hicimos Raíces de sangre”.
Todo eso se realizó, dijo, en medio de una fuerte discriminación. Además los acusaban de comunistas. “Ser chicano, ser mexicano, ahora, en 2007, es peor, porque vamos a ser muchos más y nos tienen miedo. ¡Y les estamos ganando! Lo más importante que tenemos que entender es que debemos prepararnos para dos cosas: el regreso de mucha gente a México, que serán millones”.
EU cada vez más duro
Agregó: “La segunda cosa es que México no está preparado para sostener a tanta gente pobre. EU se está poniendo más duro, los cercos están más altos, los ricos se están oponiendo más, hay mucho dinero metido en la política. Una vez que Vicente Fox fue a Estados Unidos dijo que sólo 6 por ciento de la población de México estaba debajo de la línea de pobreza.
“¿Qué? A mí me choca eso. Es su filosofía y lo dijo en público, en CNN. ¿Qué mundo está viviendo? México es mi país. Aquí han sacrificado al obrero. Yo veo que los pobres son más de 60 por ciento de la población. He viajado y sé de lo que hablo. La gente de poder en México no quiere cambiar nada. Me oyen hablar y no me quieren nada. Ya lo sé, y es porque me hice mexicano.
“Estoy aquí para hablar desde un punto de vista diferente, para apoyar a mi cultura. Zoot Suit generó 23 millones de dólares, en taquilla. El cine impacta en el subconsciente. Ahora Emilio Azcárraga, que es residente en Miami, busca hacerse ciudadano estadunidense para hacer negocios”, expuso.
No obstante, el cine chicano no es fuerte aún en Estados Unidos, acotó El Pachuco de Zoot Suit (“soy pachuco, de los chucos del sur”), es quien habla como habla por ser ahora mexicano, su identidad, sin más.