“Las orquestas no necesitan militantes políticos, sino músicos de calidad”, argumenta
Confirma la titular de Cultura la salida de Enrique Barrios de la OFCM
Elena Cepeda anuncia medidas para corregir los problemas en el centro Ollin Yoliztli
‘‘Las orquestas no necesitan militantes políticos, sino músicos de calidad, directores serios”, afirmó Elena Cepeda, titular de la Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal, durante la rueda de prensa a la que convocó ayer para “hacer precisiones” acerca de los problemas “de orden administrativo” por los que atraviesan tanto la Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM) como el Centro Cultural y Académico Ollin Yoliztli.
La funcionaria confirmó su decisión “de renovar la dirección artística” del conjunto musical capitalino, cuyo titular, Enrique Barrios, concluye su contrato el próximo 31 de diciembre, y anunció que en 2008 se celebrarán los 30 años de la OFCM con una treintena de directores huéspedes “de primer nivel”, entre ellos los jóvenes ganadores del premio Eduardo Mata 2007.
Cepeda lamentó la actitud de Enrique Barrios, quien anunció el lunes que iniciará una huelga de hambre para protestar por la actitud “autoritaria” de la secretaria de Cultura, la cual consideró que el director “sólo está defendiendo un salario y no su calidad musical”.
El músico percibe, por concepto de honorarios, 2 millones 44 mil pesos anuales. De los 34 conciertos que la orquesta ha ofrecido en 2007, Barrios ha dirigido 14. La OFCM invirtió 3 millones 526 mil 525 pesos en el pago “de músicos extras, incluyendo directores huéspedes”.
La funcionaria argumentó que sólo está siguiendo la actitud de firmeza y toma de decisiones planteada por Marcelo Ebrard, para no permitir presiones ni chantajes de mafias ni situaciones de corrupción, pues se gastan “recursos muy importantes”; también, afirmó, “es muy raro que en una orquesta se renueve un contrato a un director por más de tres años, hay excepciones, pero no es lo común.
“Además, en la filarmónica hay muchas quejas de los músicos, existe un ambiente de trabajo complicado, hostil, una agresividad muy fuerte hacia los extranjeros, se han ido de este grupo algunos de los mejores músicos. Tengo la impresión de que mediante una especie de chantaje se había obligado a las autoridades a mantener a ciertos personajes que ameritan sanciones administrativas. No tendré ningún empacho en hacerlo.”
Contra el dispendio
Respecto del Centro Cultural y Académico Ollin Yoliztli, Cepeda explicó que en abril, cuando fue nombrado el nuevo coordinador de la escuela, “encontramos cosas que, absolutamente, teníamos que cambiar, por ejemplo, la escuela de danza tenía 20 alumnos y 26 maestros, o que algunos profesores no se presentan a dar clases”. La secretaria de Cultura, sin ahondar en detalles, habló de acoso a alumnas por parte de algunos docentes, “casos que son ya del conocimiento de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal”.
Se definió como “una gente de mano firme, pero no siento que soy autoritaria ni nada de lo que se me ha nombrado, hasta me hace gracia, está fuera de lugar. Me siento responsable de la aplicación de los recursos de todos los ciudadanos de esta ciudad, por eso no podemos permitir el dispendio y actitudes absurdas que no permitan el crecimiento de los alumnos de estas escuelas. He hecho un diagnóstico de los problemas, tanto del centro Ollin Yoliztli, como de la filarmónica, y no son de hoy, tienen más de 15 años, y siempre está involucrado el mismo pequeñísimo grupo de personas”.
La renovación de la OFCM incluirá la elaboración de un reglamento de operación, un código de ética y un proyecto de trabajo elaborado por todos los músicos que respondan a una convocatoria que realizará la Secretaría de Cultura capitalina.