Insuficiente acción de Calderón ante deportaciones, dice
Traslada Elvira Arellano ayuno a embajada de EU
Entre empujones y algunos golpes de policías, la migrante activista Elvira Arellano instaló frente a la embajada de Estados Unidos, sobre Paseo de la Reforma, un plantón para continuar ahí su huelga de hambre que llega hoy a 11 días, para exigir al gobierno estadunidense que ponga fin a las redadas y deportaciones de migrantes.
Acompañada de un reducido grupo de simpatizantes, principalmente mujeres, la michoacana llegó casi a las 15:30 horas hasta una de las aceras del Paseo de la Reforma, frente a la representación diplomática, para instalar una pequeña carpa y una tienda de campaña. Pero también llegaron rápidamente decenas de policías, quienes, con el argumento de que “éste es suelo estadunidense y no pueden estar aquí”, replegaron varios metros al grupo, hasta colocarlo detrás de las vallas metálicas de casi cinco metros de altura que resguardan la sede.
Luego de momentos de tensión, en los que hubo empujones y agresión policiaca, sólo Elvira Arellano, junto con María Teresa Perea, Elba Rodríguez y Margarita Huerta, todas de la Red de Mujeres en Pro de la Dignidad, quedaron momentáneamente en el otro lado de la cerca, aunque de inmediato fueron rodeadas por medio centenar de agentes de Seguridad Pública del Distrito Federal, con escudos y toletes.
Arellano, deportada de Estados Unidos luego de permanecer junto con su hijo Saúl refugiada por más de un año en una iglesia metodista de Chicago para evitar la expulsión, cuestionó la agresión policiaca y “el falso argumento de que esta acera de Paseo de la Reforma pertenezca a Estados Unidos”. Insistió en que su movimiento es pacífico, en busca de que se detenga la política antinmigrante, racista y de odio que en este momento se da en el vecino país del norte.
Durante las horas que duró el cerco policiaco, inclusive se le negó el acceso al diputado perredista José Jacques Medina, quien llegó a solidarizarse con el movimiento de la migrante. El legislador debió conformarse con permanecer en la carpa, que para esos momentos ya había sido montada detrás de las vallas metálicas, más cerca del principal arroyo vehicular, mientras que Arellano y las mujeres solidarias permanecían sentadas en el piso, sobre Reforma, en el otro lado, más cerca de la sede diplomática, en medio del cerco policiaco.
Arellano anunció que su plantón frente a la embajada durará solamente “unos días”, pues prevé trasladarlo “a otro lugar estratégico”, que en su momento dará a conocer a fin de no ser bloqueada nuevamente.
Consideró que el gobierno del presidente Felipe Calderón “no ha hecho lo suficiente” en defensa de los migrantes, pues ahora padecen una ola de deportaciones y redadas sin precedente, sin que se escuche una voz fuerte de protesta. Expresó que no ha recibido de la cancillería ninguna comunicación sobre la petición de que el gobierno federal le extendiera una “visa diplomática como embajadora de paz y justicia”.