Descarta que el surgimiento de un nuevo sindicato en el instituto sea desestabilizador
El IPN no tolerará ningún tipo de presión del SNTE: Villa Rivera
Considera alentador el presupuesto que recibirá para 2008 y anuncia que su reto es lograr la unificación de metas entre las diversas corrientes que existen en la institución
Ampliar la imagen José Enrique Villa Rivera subrayó que el IPN es una de las instituciones públicas más auditadas por los diferentes órganos de vigilancia Foto: Marco Peláez
El Instituto Politécnico Nacional (IPN) no tolerará ninguna presión del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) por la creación de un nuevo gremio de trabajadores politécnicos, aseguró José Enrique Villa Rivera, director general de esa casa de estudios, quien afirmó que en sus cuatro años como máxima autoridad del instituto “nunca he recibido una presión de la cúpula sindical para actuar de una determinada forma y no veo porqué tengan que cambiar las cosas”.
Agregó que al mantener una relación “institucional hemos alcanzado acuerdos. Ahí están las negociaciones en las que hemos participado, y aunque no sé como lo han hecho los que estuvieron en el pasado, nosotros siempre hemos sido muy respetuosos en la relación SNTE-IPN”.
En entrevista con La Jornada, en la que destacó que gracias a los programas de austeridad se ha logrado “incrementar la infraestructura instalada, el número de becas, la modernización de laboratorios, la compra de mobiliario, la creación de nuevas plazas para docentes y la modernización de instalaciones”, con recursos adicionales al incremento de 38 por ciento del presupuesto asignado al IPN de 2003 a la fecha, aseguró que la comunidad politécnica vive un clima de “tranquilidad”, aunque advirtió que sería “muy irresponsable que una nueva organización sindical sirviera como elemento de desestabilización de la institución”.
–¿Hay tranquilidad por la creación de un nuevo sindicato en el IPN?
–En una nueva organización sindical debe existir un gran compromiso con la institución, y en primer lugar con sus agremiados. Sería muy irresponsable que una nueva organización sirviera como elemento de desestabilización del instituto. Estoy convencido de que van a buscar el fortalecimiento institucional y que el IPN seguirá siendo bien percibido por la sociedad. Por supuesto tendrán la reivindicación laboral que siempre tiene como principio cualquier sindicato, pero buscarán esquemas en los que el trabajo armónico y sistemático de nuestra institución se lleve a cabo de manera natural. No me cabe duda de que tenemos dos sindicatos, el SNTE y el Sindicato de Trabajadores del Instituto Politécnico Nacional.
–¿Es posible que se genere un clima de confrontación?
–No, de ninguna manera, como tampoco se ha dado ninguna confrontación en otras instituciones de educación superior que tienen más de un sindicato. Tendremos que gastar un poco más de horas en establecer los esquemas de negociación con cada uno de ellos, pero no es un elemento que trastoque la vida institucional
–¿Cómo será la relación con el nuevo sindicato?
–Cada trabajador es responsable de definir hacia dónde va su orientación sindical. Mi visión es que la autoridad deberá respetar los espacios de gestión de cada uno de los sindicatos con sus agremiados. Seré respetuoso de las formas de organización que se están dando los propios trabajadores, como también demandaré respeto a la institución y a los ordenamientos legales que tengo que cumplir y hacer cumplir. Bajo esas normas no tendremos ningún elemento que impida avanzar al IPN.
Destacó que con un presupuesto aprobado de 8 mil 324.2 millones de pesos para 2008 y que sumando los recursos que se destinarán a infraestructura y para la operación de Canal 11 y el Centro de Estudios Avanzados del IPN, alcanzará los 10 mil 200 millones pesos, cifra que consideró “alentadora” para alcanzar las metas de calidad y cobertura. “Nos coloca en un primer paso para llegar en 2012, de mantenerse los incrementos, al uno por ciento del producto interno bruto destinado a educación superior”.
–Con este incremento presupuestal para educación superior, también se ha exigido a las instituciones públicas de educación superior mayor transparencia, ¿qué acciones realiza en este campo?
–El IPN es quizá la institución pública más auditada, ya que tenemos un órgano interno de control, al auditor superior de la Federación, la aplicación de una auditoria externa que realiza la Secretaría de la Función Pública a todas las universidades y las propias acciones del cuerpo directivo para gastar de forma más eficiente. En los años recientes nos hemos apretado el cinturón para eliminar gastos que no tenían un efecto directo en las acciones prioritarias de la institución, e inclusive aplicamos un programa para reducir 32 por ciento los cargos directivos y ahorrar recursos.
Por ello, insistió en que el IPN “ha avanzado mucho, ahora la comunidad es muy madura y responsable. No conozco ningún politécnico que quiera que tengamos etapas regresivas, todos queremos que el IPN sea la mejor institución en ciencia y tecnología, porque tenemos una visión clara, que nuestra casa de estudios sea reconocida socialmente por la calidad del servicio educativo y por los productos que está generando”.
No obstaste, reconoció que el instituto tiene “gente pensante, crítica, con ideas y proyectos, que defiende sus derechos y que propone caminos que a veces no son compatibles con los que señalan otras personas y grupos”.
–¿Cuál será entonces su tarea?
–Armar grandes vías de comunicación, de consenso con todos los grupos internos y externos. Generar condiciones para que el trabajo se realice de manera armónica, y sobre todo generar confianza, porque un director general que habla y actúa de manera diferente a lo que propone, pierde la confianza de su comunidad, simplemente no creen en él.