Presenta un diagnóstico al Congreso de la Unión
Rezago de 24 a 28 años en los ductos de Pemex
Baja confiabilidad; son vulnerables a robos de combustible
Los oleoductos y poliductos de Pemex- Refinación (PR), organismo subsidiario de la paraestatal, presentan un rezago tecnológico y una antigüedad de entre 24 y 28 años en promedio, respectivamente, lo que los coloca en una situación de baja confiabilidad operativa y de integridad mecánica que hace vulnerable su red ante el robo de combustibles, advierte un reciente diagnóstico de la industria presentado por la petrolera a integrantes del Congreso de la Unión.
Según el último censo de su red de ductos de Pemex (incluyendo los de Pemex Exploración y Producción, Refinación, Gas y Petroquímica Básica y Petroquímica) alcanza una longitud de 63 mil 340 kilómetros para el transporte y distribución de hidrocarburos, cuya antigüedad en conjunto en promedio es de 30 años, de los cuales 88 por ciento está en operación.
En el caso específico de los oleoductos y poliductos de PR su extensión es de 16 mil 31 kilómetros, de los cuales 14 mil 32 kilómetros están actualmente operando y mil 999 kilómetros sin operar.
En relación con la situación de los oleoductos de PR su operación registra altos consumos de energía, y su red es considerada suficiente para la demanda actual y futura, si se resuelve la confiabilidad operativa e integridad mecánica.
El documento revela que en esta red de oleoductos se identificaron 14 fugas y 70 tomas clandestinas, mientras que en el caso de los poliductos se detectaron 44 fugas y 134 tomas clandestinas utilizadas para el robo de combustibles, solamente en 2006.
En el caso de los poliductos, el análisis señala que el 40 por ciento requieren “descuellamiento” y solucionar la integridad mecánica y la construcción de nuevos poliductos para atender el incremento de la demanda.
El diagnóstico entregado a la Comisión de Energía del Senado de la República a finales del mes pasado después de una reunión sostenida con el director general de Pemex, Jesús Reyes Heroles González Garza, identifica la problemática estructural en Pemex Refinación entre las que destacan la insuficiencia y falta de oportunidad en la asignación de recursos.
Además, existen ineficiencias operativas en la producción de refinados, insuficiente capacidad de almacenamiento y transporte, así como altos costos de logística y transporte de productos. Otras deficiencias son la baja productividad laboral y el constante robo de combustibles.
Dentro de la estrategia para combatir el mercado ilícito de combustibles, la petrolera mexicana reconoce que “el tamaño y la complejidad de la cadena de distribución de Pemex Refinación hace vulnerable su operación ante el ataque de diversos grupos delictivos”.
Plantea proyectos de infraestructura que reducen esta vulnerabilidad, fortalecen el control de la operación y permiten detectar los actos ilícitos.