Ramírez Cuéllar y Camilo Valenzuela critican la decisión de presentar denuncias
PRD y arquidiócesis ofrecen acudir al diálogo para evitar más conflictos
No hay acuerdos, pero “estamos actuando de buena fe”, sostiene Acosta Naranjo
Jesús Ortega ensalza la “actitud responsable” del secretario general del sol azteca
Guadalupe Acosta Naranjo y el vocero de la Arquidiócesis Primada de México, Hugo Valdemar, continuaron ayer el diálogo con el propósito de distender las relaciones entre esa institución religiosa y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), tras la irrupción de algunos simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador en la Catedral Metropolitana.
Se informó que como resultado de las negociaciones, donde predominó la “buena fe” de las partes, surgió el compromiso de mantener la vía del diálogo para evitar nuevos conflictos.
Sin embargo, esos acuerdos fueron cuestionados por dos de los precandidatos a la presidencia del PRD. Alfonso Ramírez Cuéllar y Camilo Valenzuela emitieron sendas críticas por la determinación de su partido de presentar denuncias, de manera conjunta con la arquidiócesis, por lo ocurrido el domingo pasado. Por separado, exigieron una reunión para abordar el caso, que consideraron muy grave para el instituto político.
Acosta Naranjo explicó que en los encuentros que sostuvo con los representantes del cardenal Norberto Rivera –Valdemar y el abogado Armando Martínez– dejó en claro que la falta de seguridad en la Catedral no es problema del gobierno capitalino, y advirtió que ya surgió la pregunta: ¿y el gobierno federal, qué dice?
Indicó que las negociaciones fueron por buen camino y, aunque no firmamos nada, “estamos actuando de buena fe”. Subrayó que tras el encuentro, que fue privado y en un lugar que ninguno de los actores quiso revelar, de las 13 a las 15 horas, conseguimos dejar en claro ante los representantes del cardenal que el PRD no está detrás de las irrupciones en la Catedral, como se acusó.
Ante esos hechos, abundó, era importante presentar la denuncia de hechos, lo que ocurrió el miércoles pasado, ante la séptima agencia del Ministerio Público, en la delegación Cuauhtémoc, números de averiguaciones previas: FCH-CUH-2/T10368/07-11 y FCH-CUH-2/T10367/07-11. La primera, correspondiente a la que presentó Acosta Naranjo en calidad de ciudadano y como secretario general del PRD, y la segunda, presentada por Armando Martínez a título personal y en representación de la Catedral Metropolitana.
Martínez confirmó la reunión y dijo que el PRD asumió el compromiso de que el diálogo “siempre va a estar abierto para que este tipo de conflictos no vayan a darse; tendremos diferentes ideas y principios, pero se tendrá que dialogar de forma institucional antes de que se dé un conflicto mayor”. Manifestó que no hay fecha para reabrir la Catedral, pero trascendió que es probable que ocurra antes del domingo.
En contrasentido con las posturas de Ramírez Cuéllar y Camilo Valenzuela, Jesús Ortega, también aspirante a la presidencia nacional del PRD, consideró que al entablar negociaciones con la curia, el secretario general del sol azteca asumió la “actitud responsable de un político que defiende el buen nombre del partido”. En un comunicado, aclaró que la buena disposición de diálogo no cambiará la posición del instituto político respecto de la defensa del Estado laico.
Llamó a Norberto Rivera a “actuar con prudencia” y no escalar más en la discusión sobre los hechos del domingo pasado, en referencia a las declaraciones que el cardenal hizo en Roma, donde dijo que eran ofensa a la Iglesia las protestas de grupos que denominó “radicales”.
A su vez, Ramírez Cuellar sostuvo que fue un error del PRD y de la dirigencia nacional presentar junto con las autoridades eclesiásticas una denuncia de hechos por lo ocurrido. “Me parece que se ha ido demasiado lejos, fue una torpeza política; el papel del PRD y sus dirigentes no es presentar denuncias por hechos políticos. Esto puede ser contraproducente, porque se quiere subsanar un error con otro. Es un mal precedente para el partido”.
Por su parte, Camilo Valenzuela consideró que desde el PRD se debió reaccionar con firmeza ante la campaña de “linchamiento mediático” que surgió tras lo ocurrido el domingo, y dijo que es error asumir un acuerdo con la arquidiócesis, después “del golpeteo que han montado contra nosotros”. Manifestó que la actuación de la autoridad eclesiástica es un “engaño, porque evidentemente ellos no tienen el mismo interés en respetar las creencias, el Estado laico, y en modificar el proyecto de nación que estamos viviendo”.